6/30/2013

GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL.




Joaquín Ortega Arenas.

Hay, y ha habido,  siempre en México excelentes juristas y excelentes funcionarios judiciales. Pero no solo eso,  los ha habido excepcionales, que son desgraciadamente pocos.
Iniciamos nuestra vida   como “periodistas”, hace ya setenta años, …. con el pie izquierdo,    con una crónica que nos encomendó Don Gregorio López y Fuentes  en el rotativo en que lo acababan de nombrar Director,  en la Fuente Judicial.   Acudimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación con la encomienda de reseñar  la Sesión del Día en la Sala Civil. Los señores ministros (por tres contra dos) sin sombra de vergüenza, despojaron a un honrado comerciante de toda su fortuna. La crónica se publicó, pero para mí fue  “debut y despedida”. Los señores ministros eran amigos del dueño del periódico.
Mi padre y varios de mis antepasados  fueron Ministros de la Suprema Corte y al menos mi padre que fue al único que conocí,  era un verdadero devoto de la función, que ascendiendo desde la actuaría de un juzgado civil llegó a la Suprema Corte, siempre en dificultades con el “poder” por su independencia absoluta. En tiempos de Victoriano Huerta tuvo que huir porque el Señor  Presidente lo mandó matar y solo un aviso oportuno lo salvó.
 Escogí su profesión, pero rehuí  la carrera judicial, y opté por el litigio que me ha dado gratificaciones sin fin,  y la pluma, con la que he fustigado las malas conductas de los funcionarios encargados de impartir justicia y alabado con toda honradez las buenas.
He comentado  ampliamente la carrera  de funcionarios judiciales excepcionales como  ALFONSO TRUEBA OLIVARES, ANTONIO CAPONI GUERRERO,  GLORIA LEÓN ORANTES,  ALFONSO LÓPEZ APARICIO, fallecidos estos dos últimos  en la mismísima Suprema Corte, cumpliendo con su deber;  RAMÓN PALACIOS VARGAS,  JUVENTINO CASTRO Y CASTRO, GUILLERMO GUZMÁN OROZCO,  ya fallecidos también, y…  GENARO DAVID GÓNGORA PIMENTEL,  Juez de Distrito, Magistrado de Circuito y Ministro y Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación  INTACHABLE  y hoy en retiro. Sus votos, siempre razonados y en muchas ocasiones contra la inevitable consigna que obedecen “por gratitud” a quién los designó,  casi todos los Ministros  que llegan al Máximo Tribunal por amiguismo, cuestiones políticas y que se yo que más motivos, siempre “obscuros”.
Decenas de Jueces de Distrito y Magistrados excelentes, que jamás llegan a la Suprema Corte por el sistema inventado para la designación de éstos Altos Funcionarios por Victoriano Huerta, en el año de 1914,  con la que desaparición su  elección que  sustituyó por una  simple “designación”, amañada además,  que por desgracia, sin protesta alguna, mató de un solo tajo la “democracia” en el Poder Judicial, que   ha sido tan del agrado de tirano tras tirano que nos ha gobernado. 
La función judicial es sumamente difícil. El buen Juez debe darle la razón a quien la tiene pero,  el que no la tiene, el que medra con la justicia y vive de lo injusto, jamás se lo habrá de perdonar. Como todos los cobardes, vivirá agazapado esperando la oportunidad de “desquitarse”, desde luego en forma innoble y criminal.
Diputados,  Senadores y algunos  Ministros de la Suprema Corte actual, han “puesto el grito en el cielo” porque los quieren obligar a delatar el monto y origen de sus fortunas. Es violación a sus derechos humanos, pero en cambio, en el caso de GENARO DAVID  GÓNGORA PIMENTEL,  los aspectos de su vida estrictamente personal,  son motivo de escarnio sin que a nadie le interese protestar.
La vida pública del Ministro, su actuación como excepcional funcionario judicial,  son, parafraseando a los juristas,  HECHOS NOTORIOS.
Mis respetos por su actitud en la Judicatura, SEÑOR MINISTRO.
Vale recordar en casos como este, a Don Miguel de Cervantes Saavedra y repetir su inolvidable sentencia.
¡LOS PERROS LADRAN,  SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS!

6/24/2013

PIRATAS, CORSARIOS, BUCANEROS Y….”LEGISLADORES”.


Joaquín Ortega Arenas.

La historia de la furia delictiva marítima desatada con el “descubrimiento” de un continente  en el que el oro y la plata abundaban, sigue siendo un ejemplo para todo tipo de delincuentes, incluyendo a los adictos a  ese “oficio” para el que no se requiere contar con conocimientos de ninguna especie,    ni estudios, ni principios y , “sobre todo”, de ética, …”la política”. Basta para entrar en ella, “ser sordomudo  y ciego” bien administrado  y con flexibilidad plena en la vértebras cervicales., pero volvamos a la historia.
La “piratería” definida como,
 “…. una práctica de saqueo organizado o bandolerismo marítimo, probablemente tan antigua como la navegación misma. Consiste en que una embarcación privada o una estatal amotinada ataca a otra en aguas internacionales o en lugares no sometidos a la jurisdicción de ningún Estado, con el propósito de robar su carga, exigir rescate por los pasajeros, convertirlos en esclavos y muchas veces apoderarse de la nave misma. Su definición según el Derecho Internacional puede encontrarse en el artículo 101 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Fueron distinguidísimos “piratas”  Henry MorganEl Olonés (Jean David François de Nau), Michel de GrammontLaurens de Graff, Lorencillo ( hacen referencia a él como Lorent Jácome), todos ellos piratas sin escrúpulos. Los peores asaltos que se recuerda fueron: Maracaibo por El Olonés, Veracruz por Grammont y Lorencillo y Puerto Bello por Morgan, no tenían que pagar nada a nadie del producto de sus fechorías.
Durante el Siglo XVII, aparecieron los “Corsarios “, marinos dotados de las llamadas “Patentes de Corso”,  permiso para delinquir otorgado por las grandes potencias,  en su beneficio. Se distinguieron en esta nueva clase de la delincuencia Francis Drake o la flota francesa en la Batalla de la Isla Terceira .que como parte del “corso” eran  tratados como soldado de otro ejército y no como un simple ladrón y asesino; eso sí, con la obligación de entregar a su patrocinador una gran parte de lo obtenido en sus actividades delictivas..
Los “bucaneros”, llamados así porque sus tripulaciones se formaban con  habitantes de las islas en las  que preparaban y vendían carne al bucán, es decir, ahumada. Sentaron sus reales en las poblaciones situadas en el Golfo de México y el Caribe. Veracruz, San Francisco de Campeche, Cuba, Santo Domingo, Cartagena de Indias, Honduras, Venezuela, Panamá y Nicaragua que  fueron las, víctimas de saqueos, asaltos y asesinatos. Estos, como los piratas, no tenían que repartir el producto de sus fechorías.
¿Quién iba a imaginarlo siquiera? En pleno Siglo XXI, otros “bucaneros” han sentado sus reales en nuestra sufrida Patria.
Los flamantes “legisladores”, a quienes definimos en el primer párrafo de esta colaboración.  “Pusieron el grito en el cielo”  porque,  algún iluso o marihuano pretendió  conocer las fortunas que poseen y su siempre dudoso origen. ¡Como, es una falta de respeto a los padres de la Patria! Nos oponemos radicalmente!
A estas alturas del partido en las que los originales, los verdaderos “padres de la Patria” , es decir, los criollos constituyentes de 1823-1824, lograron erradicar de las leyes mexicanas  el “molesto” juicio de residencia  para permitir  que la Patria y los mexicanos les pagaran sus inmensos sacrificios;  las leyes que ellos mismos “elaboran” han sido diseñadas para que se les guarde el respeto debido”,  en que el gran legislador  José López Portillo  envió al Congreso de la Unión una disposición para que se convirtiera en eterna esa “protección” y, obvio, el Congreso lo convirtió en Ley.
 HOY TRES, si tan solo TRES Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, vuelven con la cantinela de limitarles ese inmenso y sacratísimo derecho de  emular y quizá hasta superar a  los  antiguos “bucaneros”. ¡Ellos que también gustan de la carne asada al carbón y de la inmunidad e impunidad absoluta relativa a su forma de buscarse ¡un guardadito para la vejez, los ranchos, los Enzo Ferrari, llamados tambien “el Ferrari del desierto” ya que la mayoría de los propietarios son jeques petroleros. El juguetito de cuatro ruedas, tiene un costo de casi 2 millones, ¿de dólares?... ¡No, de euros! ¡Más de 34 millones de devaluados pesos mexicanos! Los asientos son de fina piel, cosidos con ¡hilo de oro! Y en el tablero… ¡diamantes!,  Rolls Royce, Bugatti, que necesitan ellos y sus familiares, amigos y musas de su harén. Ellos, necesitan para sus trajes, camisas, zapatos, a poco nada más “Granier”. Sus viajes, sus fiestas con 1000 invitados, o más; de la “Dom Perignon, y Cognacs Martell, Hennesy, Remy Martin, Paulet que hoy guardan en sus nutridas “cavas” y con los que suplieron los horripilantes tequilas y pulques de ayer…!
¡Necios aquellos  TRES que no tienen capacidad de pensar, HOY POR MI, MAÑANA POR TI.


6/20/2013

FRANK KAFKA (1881-1924) “EL PROFETA DE MÉXICO”


Joaquín Ortega Arenas.

Es un verdadero milagro que, el destacado escritor praguense, haya adivinado a fines de su vida cual iba a  ser el porvenir de la Justicia Mexicana. Sus libros póstumos  “El Proceso” y “El Castillo”, han sido ejemplo para nuestro País, que los sigue paso a paso.
 ¿Por qué? preguntaras curioso lector, sigue leyendo:
Quizá el problema de la administración y procuración de justicia sea el más grave de los muchísimos y gravísimos que confrontamos, desde la abolición en la Constitución de 1824 del “Juicio de Residencia”.
Las trapacerías, los laberintos, la despiadada conducta de los personales descritos por Kafka , parecen, ante los nuestros un verdadero juego de niños.
Hace ya más de veinte años, en una reunión de “periodistas” en torno a Magdalena Saldaña, que dirigía el “Diorama de la Cultura” de “Excélsior”, salió a la plática el problema que hoy volvemos a comentar, Opiniones por aquí y por allá, todas sabias y justas. Juan Martínez Ruiz, ( Ráfaga ) señalo en su inolvidable forma crítica y satírica, que nuestra justicia era sencillamente MACABRA.  Magdalena, inteligente y mordaz, le corrigió empleando  una palabra que desde luego, inventó en ese momento.” --No Juanito, no es macabra, ¡ES MACABRÓNICA”!--  Con todo respeto, me parece la más perfecta definición de nuestros malhadados sistemas de impartición y procuración de justicia, inventados, puestos en vigor y nunca modificados primero, por Antonio López de Santa Anna, después Victoriano Huerta y como colofón, por todos los gobiernos emanados de los “Partidos Políticos” inventados por el Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles y su “cachorro” fascista disfrazado de rojo,  titular del ejecutivo en el sexenio delirante 1934-1940 y sus inefables seguidores.
El artículo 17 de nuestra sacrosanta Constitución, (tan manoseada) señala:
Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho.

Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.

Punto por punto, vamos a analizar, en forma somera y corta, como lo exige el periodismo,   el precepto para fundar el título de este artículo.. Principiaremos por “los tribunales” que “funcionan” en el Distrito  Federal.
 La Justicia Federal se imparte por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados del Primer Circuito y los Juzgados de Distrito del Distrito Federal que cuentan con más de  veinte sedes, colocadas a kilómetros y más kilómetros una de otra;   ¡no cuentan con estacionamiento para  automóviles  de los ilusos “gobernados” sus forzados usuarios!  Los hay, eso sí, para los trabajadores del Poder Judicial.  Indudablemente el propósito manifiesto no es otro que el de  impedir el  fácil acceso a ellos,  colocándolos en lugares superpoblados o poco conocidos.  en el caso de la Suprema Corte,  ubicada en Pino Suarez #2, Pleno Centro histórico, para llegar ,  salvo el caso de personas que estén en edad de viajar en Metro, se invierten  hasta dos horas. Hay estacionamientos cercanos de a $40.00 la hora o fracción.  ¡Que tiempos aquellos en que se podía entrar a la Corte sin problema alguno!  Hoy los “visitantes” somos objeto de todo tipo de vejaciones. Nos esculcan, nos obligan a dejar en la “aduana” local todo lo que de metal tengamos, llaves incluidas.  Nos retratan …¡Quien nada debe, nada teme! Reza aun un viejo refrán y es aplicable a la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación y a su personal….
En el  horripilante e inadecuado “Palacio de Justicia de San Lázaro”, enorme, pero con una sola puerta por la que se permite el  acceso y la salida, (Calle Eduardo Molina) y sin uso, dos (por la Calzada Ignacio Zaragoza), aislado y sin estacionamientos públicos cercanos, se prohíbe estacionarse en torno a todo al inmenso conjunto y ¡eso si! constantemente circulan en derredor” Grúas que en menos de un minuto se llevan tu automóvil, una veces a los “Corralones” otras, ¡quién sabe a dónde!
No sería aventurado considerar un pacto con las autoridades del Distrito Federal para proporcionarle una entrada muy respetable de dinero por el acarreo  y las “multas” que hay que pagar”.  Los gobernados, los que pagan impuestos, los que se supone que gracias al artículo 17 tienen a su alcance una justicia “expedita”, ¡no tenemos derecho a alcanzarla en esa forma en ningún lugar del Distrito Federal, y no hay modo más sencillo para  denegar la  justicia, que el esconderla en tribunales inaccesibles. Aparte de este inconveniente, cuando puedes acceder tropiezas con irregularidades y  plagas sin fin.
Iniciamos nuestro ejercicio profesional hace 70 años, y la primera vez que nos hicieron un “requerimiento” fue en el año de 1992, Hoy, Para empezar desde abajo,  es más fácil cosechar de temporal en asfalto que tener la suerte de que un “Juez”  reciba UNA DEMANDA DE AMPARO sin pedir el cumplimiento de mil y un requisitos. Para que la Justicia sea más “expedita”, la “nueva Ley de Amparo” estableció una forma de notificación de las prevenciones que los jueces hacen ¡ para llorar! El Actuario acude al domicilio de quién va a ser notificado, y “(ja,ja,ja) le deja  un citatorio para que dentro de dos días, acuda al Juzgado  de marras “…a notificarse de la prevención”. Viaje de dos o tres horas para llegar al lugar donde se ubica el Juzgado y…el actuario que le llevó el citatorio en poco más de una hora y media, le entrega copia de la tremenda  prevención,  con un término de cinco días PARA DESAHOGARLAS. Obvio, es una alegre modificación  y mejora a la justicia “pronta y expedita”.
“Las resoluciones” solo con un pariente muy influyente, pueden lograrse  “de manera pronta, completa e imparcial” Los juicios duran años y mas años, normalmente.
¿Su servicio será gratuito? En qué País deben haber vivido los Constituyentes. Bajo el agua, desde luego, pero  no hay trámite que no se pague. Las “copias”,  “las cédulas”, “la celeridad en el dictado de las autos” las multas porque si o porque no, etc., NO SON COSTAS JUDICIALES, ¡ESTAS ESTÁN PROHIBIDAS!
Existen  funcionarios judiciales intachables, pero hay muchos que no lo son, pero LOS QUE SÍ SON gozan de plena inmunidad para “no empañar la imagen de la justicia”, aparte de los que reciben o “adivinan” “consignas”  increíbles pero ciertas , para proteger a las Instituciones gubernamentales y…a los Sacrosantos Bancos. Contra ambos NO HAY JUSTICIA QUE VALGA,  SE ELUDE MEDIANTE TODAS LAS TRAPACERÍAS POSIBLES.  Y…SIN EMBARGO, LOS CONCEPTOS HAN CAMBADO LA JUSTICIA PRONTA, EXPEDITA, COMPLETA Y SOBRE TODO IMPARCIAL, HOY ES ESA QUE RECIBIMOS LOS GOBERNADOS EN MÉXICO.

Y, hasta aquí hoy, seguiremos con nuestro análisis (muy personal, desde luego)  de la Justicia MACABRÓNICA QUE PADECEMOS….

“DIA DEL PADRE”


Joaquín Ortega Arenas,
Cedido a : ARMANDO RUIZ
  "EL PADRE DEL AÑO"
QUE CIRCULE, PARA QUE SE VEA…. QUE LO DE LA PROFE, FUE UN JUEGO DE NIÑOS AL LADO DE ESTO.
El automóvil de las fotografías, después de este texto, es un Enzo Ferrari, llamado también “el Ferrari del desierto” ya que la mayoría de los propietarios son jeques petroleros. El juguetito de cuatro ruedas, tiene un costo de casi 2 millones, ¿de dólares?... ¡No, de euros! ¡Más de 34 millones de pesos mexicanos!
Los asientos son de fina piel, cosidos con ¡hilo de oro! Y en el tablero… ¡diamantes! Esta monada fue el modesto regalo del líder petrolero Carlos Romero Deschamps a su  hijito José Carlos, quien orondamente lo pasea por las calles de Miami, donde Pepitocarlos tiene dos “humildes” viviendas, regalos también de “papi”, con un costo de 7 millones 500 mil dólares.
Para aspirar a la compra de este tesoro automotriz, se deben llenar algunos requerimientos que no cualquier hijo de vecino puede cumplir: contar por lo menos con dos vehículos Ferrari, demostrar solvencia económica, que el país donde vaya a circular el auto cuente con una agencia automotriz de esa marca, someterse a una sofisticada prueba de manejo y, por supuesto, pagar la unidad. Es decir, que cualquier mexicano que trabaje de sol a sol, que se mate de hambre, que ahorre como desesperado y que junte los casi dos millones de euros, tendrá que presentar las facturas de otros dos Ferraris para ser elegible como comprador.
 Pero el cariño y generosidad del señor Romero Deschamps son grandes también para su hijita Paulina, quien en las redes sociales exhibe sus costosos viajes, en vuelos de privados o de primera clase, su hospedaje en los hoteles más caros de Europa, con comidas de 10 mil pesos, acompañadas de vino Vega Sicilia. Por si fuera poco, la hija del líder petrolero también presume sus bolsas Hermes de 12 mil dólares, las que la “nena” considera sus “bolsas del Superama”.
 En otras ocasiones, Pau presume su bolso Louis Vuitton Lockit PM Suhali, accesorio que fue de edición limitada en el 2007 y tuvo un precio de lanzamiento de más de 51 mil pesos. La excentricidad de Paulina hace que en sus viajes lleve a sus tres mascotas –tres lindos bulldogs ingleses Keiko, Boli y Morgancita- que descansan a sus anchas en salones VIP de exclusivas marcas y duermen en los hoteles más caros de Europa, lujos que difícilmente un empleado de Pemex -que durante los últimos cinco años ha reportado pérdidas económicas- podría darse en toda su vida.
 El desprendimiento de Romero Deschamps por sus hijos, llevó al Diario El Economista, en tono de profundo pero justificado sarcasmo a solicitar para el líder petrolero el titulo de “Padre del año”. El sueldo nominal de don Carlos es de alrededor de 40 mil pesos mensuales, lo cual hace crecer la admiración por él, ya que ante lo exiguo del salario el señor hace maravillas para hacer que le rinda el dinero y les de a sus vástagos el tipo de vida que los nenes exhiben sin recato.

Después de la detención de Elba Esther Gordillo, la prensa interrogó directamente al señor Jesús Murillo Karam: ¿Van (ahora) contra Romero Deschamps? El señor procurador de manera enfática señaló sin empacho: “No tengo un elemento tan claro como en este caso”. ¡Vaya ceguera de las autoridades!

AMEN .

6/10/2013

LIMPIAR LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, ¡INAPLAZABLE!


Joaquín Ortega Arenas.

Juan Vicente de Güemes y Pacheco de Padilla, Segundo Conde de Revillagigedo, quincuagésimo segundo Virrey de la Nueva España ( 1789-1784) ha sido considerado por muchos como el mejor gobernante que ha habido en estas tierras ¡hasta el día de hoy! Justo más que nada, diligente, inteligente, honrado a carta cabal, transformó la Colonia y como se acostumbraba, al concluir su mandato  fue sujeto a “Juicio de Residencia”.
Al ser preguntado  por su fiscal , ¿porque había encarcelado a todos los “oficiales del crimen “ y funcionarios judiciales como primera disposición de su gobierno, contestó:

 ¡ “Su Majestad me ordenó acabar con la corrupción que minaba la Colonia y la corrupción solo existe donde la justicia la permite!

La Administración de Justicia en México,  desde hace poco más de cuarenta años, se ha venido deteriorando en forma catastrófica, y tal parece que a nadie le importa.   Los “cambios estructurales” iniciados en 1984,  crearon los artificiales, inútiles y carísimos “Consejos de la Judicatura”  que, de hecho,  han acabado con los medios de defensa, de por si escasos, con que contábamos los gobernados contra el abuso judicial. Son “tribunales” que, no son tribunales. Sus fallos no admiten recurso alguno, ¡ ni el juicio de amparo! Son Juez y parte en el que como reza el viejo refrán, “…al que parte y recomparte le toca la mejor parte”.
 El del Distrito Federal,  ha adoptado como norma la INTIMIDACIÓN DESPIADADA en contra de los que se quejan o denuncian a funcionarios corruptos, incurriendo por “Acuerdo” del señor Presidente del Consejo, en el delito que con mayor sanción establecen los Códigos Penales  Federal y del Distrito Federal, “INTIMIDACIÓN”. ¡Es una burla sarcástica para la justicia! Pero ¿que hacer?
La gravedad del problema exige una solución drástica.  Desaparecer ese parche mal pegado de los “Consejos de la Judicatura”,   y volver al virreinal “Juicio de Residencia”. Como ejemplo de su eficacia podemos mencionar a Nuño Beltrán de Guzmán, Presidente de la Primera Audiencia de la Nueva España, murió en la cárcel condenado en el juicio de Residencia a que fue sometido al terminar su mandato, y al mismísimo Hernán Cortés,
 Históricamente el  que esto escribe lo ha definido como,  
 “… juicio de residencia, que era un medio que la Corona empleaba para controlar a los funcionarios públicos, que consistía en que éstos, al concluir el período de su gestión, debían ser sometidos. Se verificaba una vez concluido el encargo administrativo, y debía fungir como Juez el funcionario que debía suplirlo. Hasta el Siglo XVIII esos juicios se verificaban en dos instancias, la primera en el lugar en que hubiere actuado el indiciado, y el segundo en España. Aunque es evidente que la institución tiene sus orígenes en el Derecho Romano, Alfonso X, el Sabio, Rey de Castilla , lo incluyó en las Siete Partidas (1256-1265), y las leyes promulgadas con ocasión de las Cortes reunidas por Alfonso XI en Alcalá de Henares (1348), pasó a las colonias terminada la conquista El Gobierno Español tuvo conocimiento del poder que habían tomado los conquistadores y el abuso permanente de ese poder en perjuicio de los “indios” y de la Corona misma, por lo que para poner fin a esa situación envió a un juez de residencia que sujetara a Hernán Cortés al mismo, pues había instrucciones para que se estableciera en la Nueva España un órgano de gobierno que evitara los abusos que este había realizado. Constaba el juicio de residencia de varias etapas; 1.- Pregón, mediante el cual se invitaba a todos los gobernados a presentar las quejas y denuncias que en contra del sujeto al juicio tuvieran; 2.- Interrogatorio, al indiciado por el Juez de Residencia; 3.- Averiguaciones; 4.- Presentación de cargos , 5.- Descargos ; 6.- Demandas y 7.-Preguntas directas al indiciado. Toda autoridad estaba obligada a someterse al juicio, y estaban obligadas a permanecer en el sitio en el que hubieren laborado analizándose en primer lugar la forma en que el indicado hubiere obedecido las instrucciones recibidas por la Corona, investigación que duraba hasta seis meses recabándose testimonios y pruebas, investigación que era pública. Si existían irregularidades, el expediente se enviaba al Consejo de Indias para la revisión, ratificación o modificación de la sentencia, y se dictaba ésta. El juicio de Residencia de Hernán Cortés, se retrasó debido a que el Juez Luis Ponce de León murió casi recién llegado. Lo sustituyó Marcos de Aguilar y también falleció poco tiempo después. De todos modos, se instauró en la Nueva España la Primera Audiencia, integrada por Nuño Beltrán de Guzmán, como Presidente; el oidor Matienzo; el Oidor Delgadillo; el Oidor Maldonado y el licenciado Parada. Dos de los oidores fallecieron de mal de costado, siendo sustituidos dos de los tres restantes, por orden del rey La actuación de esta audiencia fue totalmente delictiva y tuvo que ser sustituida por la Segunda Audiencia, integrada por Sebastián Ramírez de Fuenleal, Obispo de Santo Domingo; Alonso Maldonado, el licenciado Zainos, el licenciado Vasco de Quiroga y el licenciado Salmerón, que enderezaron con honradez y rectitud el rumbo de la colonia. Reiniciaron el juicio de residencia en contra de sus antecesores y apresaron a los oidores Matienzo y Delgadillo. Iniciado por fin el juicio contra Cortés, abundaron las quejas en su contra, señalándose en la mayoría de ellas,.”- Que no les dio parte de oro; - Otros que nos les dio indios; que pagara los caballos que murieron en las guerras” .etc. La residencia tuvo fuertes escollos, como las muertes de Ponce de León y Marcos Aguilar y la partida a España de Alonso de Estrada que se suponía iba a suceder a Aguilar. . El juicio de residencia debería tramitarse en base a varios principios vigentes en la metrópoli, partiendo del de publicidad, o PREGON, seguido por la PUBLICACION DEL EDICTO, que en Cédula dirigida a la Audiencia de la Nueva España se señaló, : "...de manera que de aquí adelante cuando se oviere de tomar residencia, a las personas que ha usado y servido cargos de justicia en esa dicha Nueva España hiciesedes divulgar y notificar a los individuos naturales della ...Para que puedan pedir justicia de sus agravios y que tengan para ello entera libertad." En México, se leía el Decreto en la puerta principal del Palacio, en la del Arzobispado, en la esquina del Santo Tribunal de la Inquisición , en la esquina del Portal de Mercaderes y en la esquina de la Diputación. Como TERCER requisito de procedibilidad se estableció el de REQUISA SECRETA, dentro del cual habría exhibición de instrumentos y examen de testigos siguiendo en el tiempo, la RESIDENCIA PUBLICA y la SENTENCIA y por último, ABONO DE LAS COSTAS, que debía pagar el condenado, sólo que jamás se condenó a nadie, a pesar de que se hizo juicio a trece personas entre 1571 y 1600. En 1760, loa oidores de la Audiencia de México suplicaron al monarca ser dispensados del juicio en los casos que fueren cambiados de una Audiencia a otra, y la petición fue negada. La petición fue formulada otra vez, en 1786 y nuevamente denegada. En forma ilícita y viciosa se empezó a establecer en la Nueva España la costumbre de que la residencia solo se iniciara a instancia de parte, lo que dio lugar a que en el año de 1568 se expidiera una cédula real prohibiendo esa práctica. Con el tiempo, se estableció que su duración no podía exceder de sesenta días. También en la Nueva España, se revivió el antiguo recurso “de fuerza” , establecido en tiempos de Alfonso El Sabio , para las ocasiones en que se omitiera el pregón de residencia en caso de agravios cometidos en perjuicio de los “naturales” a quiénes debía “ampararse” tanto en sus personas como en sus cosas . Como señalamos, jamás se condenó en la Nueva España a Nadie, y así llegamos al principio de nuestra etapa de País independiente, con el proyecto de Constitución elaborado por Ignacio López de Rayón , Andrés Quintana Roo y otros más, en los que no se buscaba la independencia, sino sólo una autonomía similar a aquella de que gozaban las provincias inglesas de América del norte, la que fue vetada por José María Morelos y sustituida por fin en la Constitución de Apatzingán , conforme a los “Sentimientos de la Nación “ formulados por el caudillo, en la los que se hacía mención de la necesidad de penalizar todos los actos de corrupción y abuso que cometieran los funcionarios públicos. Esa constitución, no pudo tener vigencia primordialmente por la aprehensión del Morelos y su inmediata ejecución. Llegó por fin la oportunidad de tener un País libre con los tratados de Córdoba que dieron fin a la guerra de independencia que, interrumpidos por el fugaz imperio de Agustín de Iturbide, permitieron elaborar una constitución. En el proyecto inicial se consideraba la conservación de un típico juicio de residencia, pero los “próceres luchadores por la independencia”, se opusieron enérgicamente a que se estableciera. Estimaban que esa era una falta de consideración a su sacrificio y una muestra de desconfianza para sus personas y sólo se señaló la posibilidad de un “juicio de responsabilidad” lleno de trabas y obstáculos y con un término de prescripción ridículo. Este sistema, sumamente productivo, pero de riquezas para los inmunes e impunes próceres de la patria, se ha conservado hasta la fecha, con los tristes resultados que todos hemos podido observar. Cada seis años, antes cada cuatro, surgen de la nada camadas y más camadas de millonarios que no tienen empacho en hacer ostentación de Su Inmensa RIQUEZA SIN PUDOR ALGUNO y, en forma paralela camadas y más camadas de miserables muertos de hambre que suma más del 50% de la población a los que hay que sumar unos 15 millones que han tenido que emigrar a riesgo de sus vidas, hacia el norte en busca de pan y techo. Este País no es un País de revoluciones, sino un País, como lo hemos repetido, de estallidos de odio. Hemos tenido en nuestro pasado, el primero a cargo de los pueblos indígenas sojuzgados por los mexica que, alentados por Hernán Cortes para la venganza se unieron a los conquistadores, ciega y torpemente en busca de venganza. La logaron sumándose a los asesinos conquistadores en la masacre que acabó con la etnia mexica y,,, fueron después víctimas de los mismos conquistadores a quienes prestaron apoyo y ayuda que los convirtieron en esclavos y siguieron asesinando. El segundo estallido de odio se dio en 1810, iniciado por Miguel Hidalgo. Se convirtió rápidamente en un asesinato colectivo de españoles e indígenas que solo duró unos cuantos años, y, El tercer estallido de odio, iniciado con la “toma de Ciudad Juárez” en 1911, y continuó hasta 1921 dejando un saldo de más de un millón de muertos, que, sigue y sigue hoy alentado por las mismas autoridades en su vana e inútil lucha contra la delincuencia que lleva hasta el presente mes, más de dieciocho mil muertos. Podemos estar en los umbrales del cuarto estallido de odio, ¡Cuidado!
¡Urge la reimplantación de un procedimiento sencillo y rápido, tramitado por un tribunal del pueblo,  para castigar los actos de corrupción  en la justicia y en la administración pública.!
¡Me enferma leer, día tras día,  la cantidad y costo económico y político,  de los actos de corrupción de las autoridades y su absoluta impunidad¡
Alguien me comentó:
“No hay porque sorprenderse, es solo un acto de supervivencia de los “malos” que  de esa manera se protegen entre si.

¡HOY POR TI, MAÑANA POR MÍ!