3/30/2015

V.- EL PERMANENTE TERCER ESTALLIDO DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas.


Como  la historia se escribe día con día, nadie hubiera podido imaginarse que, el único candidato vivo, a pesar de haber triunfado en las elecciones de julio, ¡no iba a ser presidente!, no obstante que ya se habían realizado varios intentos ara asesinarlo; El 13 de noviembre de 1927, Luis Segura Vilchis, y otros, lanzaron una bomba en contra de su automóvil  cuando transitaba por la avenida Jalisco, hoy Álvaro Obregón.
El 14 de julio, el sacerdote Aurelio José Jiménez Palacios,  bendijo la pistola Star con la que Toral disparó a Obregón, que había sido propiedad del General Celestino Gasca . En todos los medios religiosos, se sostuvo que el “Padre Jiménez” era persona muy cercana al General Calles…que lo ayudó en la preparación  de la Guerra Cristera y en sy terminación.
Inmediatamente después de las elecciones Obregón se fue  a su Rancho “La Quinta Chilla”, en Siquisiva, Sonora, y volvió a la Capital días después. La recepción que se le tributó fue multitudinaria y apoteótica.
Acudió a ver al Presidente Calles y notó que ya no era el mismo. Tal vez, se comentó, resintió la recepción que había tributado el veleidoso pueblo mexicano  al Presidente “electo”, aun no declarado como tal por el Congreso  y le entró desconfianza con su “porvenir”, conociendo como conocía al General Obregón, al que recibió en forma arisca y un tanto seca.
Nadie sabe que trataron. La entrevista fue “privada”, pero Obregón  salió  muy molesto y  ordenó que prepararan su regreso a Huatabampo  para ese mismo día, 23 de julio de 1928, pero… tenía pendiente de cumplir con una invitación que le había hecho la presunta diputación del Estado de Guanajuato, a un banquete a las dos de la tarde. en el Restaurante  La Bombilla , en la cercana Villa de San Ángel,
Llegó, como acostumbraba, puntualmente y su ayudante de confianza un teniente yaqui que no se le despegaba a ninguna hora, notó que la forma en que estaban las mesas era diferente a la normal que había visitado varias veces,  ¡eran  mas anchas de las que había en el local y  tenían largos manteles hasta el suelo! y se lo comentó al general.
En el centro de la mesa,  estaba el lugar de honor y del lado izquierdo del candidato vencedor  se sentaron el Lic. Aaron Sáenz , Enrique Romero Courtade, Diputado Ricardo Topete, Enrique Fernández Martínez y del lado derecho,  Federico Medrano, Arturo H. Orci,  Lic. Octavio Mendoza González, Senador Antonio Valadéz Ramírez, Presidente de la Suprema Corte, Lic. Jesús Guzmán Baca, José Luis Solórzano, Ramón B. Santoyo, José Aguilar y Maya,  Ernesto Hidalgo,  Benjamín Méndez, Coronel Jesús Vidales, Lorenzo Mayoral Pardo, Antonio Díaz Soto y Gama, Aurelio Manrique, Diputado Manuel Magaña, General Ignacio Otero, Doctor Sánchez, Médico particular de Obregón, Ezequiel Padilla, Filiberto Gómez, y algunos mas.

Amenizada por la Orquesta del Maestro Hidrocálido Alfonso Esparza Oteo, la comida transcurrio en forma normal.

 Desde que se inicio el banquete, un individuo delgado y pálido con un cuaderno de dibujo , un lápiz y una bolsa con equipo de fotografía y un pequeño misal,  se dedicó a hacer caricaturas de los presentes, y se encontraba aparentemente haciendo una al General Obregón, cuando se acercó un mesero y el General le pidió, “…tráeme  mas frijolios..” y a su inseparable ayudante, que viera al Maestro Esparza Oteo para que le tocara “Limoncito”, nueva canción del músico. La orquesta estaba ejecutando el vals  “Morir por tu amor” del Maestro Belisario de Jesús García, que fue interrumpida para satisfacer al General.

“Limoncito, limoncito, pendiente de una ramita,
Dame un abrazo apretado y un beso de tu boquita.
Al pasar por tu ventana me arrojaste un limón
El limón me dio en la cara y el sumo en el corazón”

La canción no siguió porque en ese momento se “desató una balacera y salía humo de pólvora debajo de las mesas “,  aunque la versión oficial fue otra.

 “El dibujante que estaba haciendo las caricaturas, que estaba parado del lado derecho del general enseñándole una caricatura, sacó del bolso  interior de su saco una pistolita (calibre.32) y disparó tras veces sobre la cabeza de Obregón, que cayó hasta el piso, resbalando poco a poco

Los testigos asistentes a la comida que el autor de este artículo entrevistó 15 años después  (27), coincidieron en todo con la versión del Maestro Esparza Oteo que mas adelante trascribimos.
El presunto único asesino, declaró durante el juicio que se le siguió en el Juzgado de San Ángel, (El jurado de Toral y la madre Conchita, versión taquigráfica, textual, Alducín y de Llano, México, df, volumen 1, p. 95).
 “ Cuando supe que dos de mis balazos le dieron en el corazón, fue una impresión la que tuve hermosísima: un consuelo tremendo”
El Maestro Esparza Oteo nos relató personalmente cuando tuvimos la oportunidad de entrevistarlo en sus oficinas del S,A,C,M,,

        —En medio del normal desbarajuste ocasionado por la “balacera”, --
 “…yo me tiré al piso y no vi mas. Usted sabe, fui a la Revolución y se que de una balacera como esa todo puede derivar….Belisario, que estaba molesto por que suspendí la ejecución de “Morir por tu amor”, se había parado a recoger la caja de su violín para retirarse, y salió arrastrándose del local con la caja del violín y dejó el violín, que…tuve que comprarle uno nuevo….,”

El cadáver del “Héroe de Celaya “, fue llevado a su Domicilio de la Avenida Jalisco, (hoy Álvaro  Obregón)  en su propio automóvil, en donde estaba ya extrañamente, esperando la llegada del Cadáver,  el Doctor José Torres Torija , Director del Servicio Médico Forense.
Lo trasladaron a una pequeña terraza en la que había un “canapè” y en ella lo colocaron para el examen  del Médico Legista, quién dio fe de que

 --“una persona, de  aparentemente 48 años de edad, sexo masculino presenta en el pecho, nueve heridas causadas por disparos…”

 y  nada mas. …porque el Doctor pidió que voltearan el cadáver y se negaron a  hacerlo, ordenándole el Coronel que presidía el examen…

”Haga y entregue el certificado de defunción, porque se van a llevar el cadáver a Sonora  …..”.

Es evidente que ninguna de las balas disparadas por Toral, pudo haberle llegado al pecho,…..

Al pasar por Culiacán el Convoy especial que conducía al Cadáver,  se hizo necesario practicarle una autopsia, pues se había descompuesto y resultaba molesto para su familia que viajaba en el tren.

La practicó  el Jefe de los Servicios Coordinados de Salud en el Estado, Doctor Alejandro Cerisola, y asentó la existencia de mas de veinte orificios, de entrada o salida,  causados por balas de diferentes calibres ….

Tanto el Certificado de Defunción, como el resultado de la Autopsia,  obraban cunando menos hasta el año de 1942 en el expediente formado con el juicio a José de León Toral  y Concepción Acevedo de la Llata, guardado en el Archivo del Tribunal Superior  de Justicia del Distrito Federal,  que me llevó a consultar el Lic. Fernando Ortega Guzmán,  defensor en el proceso de la Madre Conchita y hermano de mi padre.  Dejé en el expediente papelillos separadores para poder encontrar en otra ocasión los documentos, y  años mas tarde, el Maestro  Rafael Solana, que no podía creer esa circunstancia, me acompañó nuevamente al Archivo Judicial y se lo mostraron por ser Secretario Particular del  Dr. Jaime Torres Bodet.

De los asistentes al banquete en “La Bombilla” que solo vieron a De León disparar, 8 llegaron a gobernadores, uno a Ministro de la Suprema Corte y. Aaron Sáenz, que estaba sentado a la izquierda del General se convirtió en archimillonario al monopolizar las obras públicas gubernamentales con la Empresa “FYUSA”, (Fomento y Urbanización S.A.) , constructora del Centro “Escolar Revolución”, en el predio que ocupó la fatídica “Cárcel de Belén” en cuyo pórtico, colocó un monumento  escultórico con su esposa y sus hijos:  
dueño de varios Ingenios, y de la empresa “azucar s,a,” que ha manejado varios años el mercado total del edulcorante y de varios “Bancos”…..¡ !


3/23/2015

V.- EL PERMANENTE TERCER ESTALLIDO DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas,

 
Durante el Gobierno de Obregón, se depuró la “Robolufia” y  fueron asesinados más de trecientos “Altos mandos” militares. Aparte de este aspecto francamente negativo del régimen, se tuvo un acierto pleno, al designar como primer Secretario de Educación Pública al Eminente Oaxaqueño José Vasconcelos,  que ya había sido designado Secretario de Instrucción Pública por el presidente  Eulalio Gutiérrez, Director del Departamento   Universitario y de Bellas Artes y Rector de la Universidad de México  el 9 de junio de 1920,  fecha en la que señaló, “.. Yo no vengo a trabajar por la Universidad , sino a pedir  a la Universidad   que trabaje por el Pueblo..”, desempeñando en forma brillante y eficaz ese puesto hasta el fin del mandato de Obregón.
Concluido el período presidencial de Álvaro Obregón,  previa “elección” democrática, (fue candidato único)  tomó posesión de la Presidencia de la Republica , Plutarco Elías Campuzano (Calles), el 1 de diciembre de 1924. Durante el lapso trascurrido hasta que llegara el relevo, se dictó la “Ley de Pensiones Civiles y de Retiro”, ( hoy casi anulada por diversas Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ), y se hizo una  reforma a la Constitución para que pudiera existir la Reelección por una sola vez después del gobierno de quien lo había detentado ya, es decir, solo para dar paso nuevamente a Álvaro Obregón, que como candidato único, fue reelecto  para el período 1928-1934, porque además se modificó la Constitución ampliando los períodos `presidenciales hasta seis años.
Las cosas no ocurrieron como al parecer se habían planeado. Para la Presidencia de la República , se presentaron como candidatos, el General Arnulfo R. Gómez, que durante su campaña enfermó y se refugió en su lugar de origen, Coatepec, Veracruz y…en Fermo fue sacado por Tropa de su cama y fusilado en el Panteón del lugar, “por que pretendía levantarse en armas”.  Francisco Serrano, sinaloense compadre y compañero de Armas de Obregón, que el 3 de octubre de 1927, fue a Cuernavaca a festejar su onomástico, y mientras comía con doce de sus fieles amigos en el Gran Hotel de esa Ciudad, el General Claudio Fox, al mando de una Compañía del Ejercito Nacional lo sacó por la fuerza y lo condujo, atado y amordazado hasta un paraje de la Carretera Cuernavaca-México , en el Municipio de Huitzilac, donde con cientos de balazos él candidato y sus trece acompañantes, fueron masacrados. El General Serrano recibió mas de cinco balazos en la cara.
Llevaron los cadáveres a la Escuela Médico Militar, y por testimonio de uno de los médicos residentes,  se supo que al lugar llegó el General Álvaro Obregón con otras personas más a verificar la muerte de los asesinados y, este volteó con el pie, el cadáver de Serrano que estaba boca abajo, y al verlo, sin emoción alguna solo comentó. “Mira nomás como te dejaron, Pancho”.
El tiempo implacable, transcurrió hasta el día de las elecciones, en el que naturalmente triunfó el único candidato superviviente, Álvaro Obregón.
Como todos y tantos que lo precedieron en la gloria efímera que brinda la Gran Ciudad   a la Orilla del Lago, el día 15 de julio de 1928  llega a la Ciudad de México y es recibido por una gran multitud  en forma apoteótica.
La invitaciones a todo tipo de agasajos le llueven materialmente. El candidato triunfante en las elecciones, nota que el Presidente ya no es afable con él. Lo cita al Palacio Nacional y Obregón sale sumamente molesto de esa entrevista.
Manda preparar su viaje para Huatabampo la misma tarde de ese día pero, desde varios días antes está comprometido con los presuntos diputados del Estado de Guanajuato para comer en un banquete que le ofrecen en el afamado restaurante “ La Bombilla ”, en la cercana Villa de San Ángel, allá por donde termina la Avenida de los Insurgentes. Llega puntualmente como acostumbra y se sienta en la cabecera de la mesa mas ancha que las comunes que, extrañamente, ha sido cubierta con manteles que llegan hasta el suelo.
A su lado, un teniente de sus plenas confianzas que lo acompaña a dondequiera que vaya.
La comida  amenizada por la Orquesta del Maestro Alfonso Esparza Oteo transcurre sin contratiempos, hasta que, cuando ejecuta en el inspirado Vals “Morir por tu amor”  obra de Belisario de Jesús García, que forma parte de la orquesta como primer violín . El General pide a su ayudante que le solicite al Maestro Esparza Oteo, toque la Canción Limoncito  y………….
 
 

3/16/2015

IV.- EL PERMANENTE TERCER ESTALLIDO DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas,

 
La muerte de Francisco Villa, ejecutada por un pelotón al mando de Jesús Salas Barraza, tuvo su origen en un asunto totalmente ajeno a la Robolufia.
El Tratado de Bucareli, firmado por Álvaro Obregón el 13 de agosto de 1923, como condición para que el Gobierno Norteamericano lo “reconociera”, debe contener en las cláusulas secretas del mismo, el asunto relativo a Francisco Villa, que no será posible conocer sino hasta el trece de agosto de dos mil veintitrés.
En un mal  aventurado 13 de agosto de 1923, se firmaron  los “tratados de Bucareli”.
En 1920, el gobierno del general Álvaro Obregón aún no había sido reconocido por el de los Estados Unidos. Las relaciones entre México y los Estados Unidos no eran cordiales porque el país vecino exigía la derogación de los artículos de la Constitución de 1917, entre ellos el 27, que lesionaban los intereses económicos de sus connacionales.
Para Obregón, el reconocimiento a nivel diplomático de su gobierno por el país del norte era un asunto prioritario,  porque así evitaba la constante amenaza de un conflicto armado con dicho país y le restaba fuerza a sus enemigos internos, quienes buscaban el apoyo de los norteamericanos. 
Aunque a México le era indispensable el reconocimiento del vecino país del norte, aún era de suma importancia la influencia nacionalista de Carranza, seguida durante su gobierno, que pretendía romper toda dependencia económica con el extranjero. 
Obregón, menos radical que Carranza , dada la situación del país, consideraba que eran necesarias las inversiones extranjeras para reconstruir la economía del país, cuidando de que éstas no afectaran la soberanía de México.
Por su parte, Estados Unidos condicionaba el reconocimiento a México, al establecimiento de un tratado entre los dos países, en el cual México garantizaría los derechos de propiedad de los estadounidenses radicados en nuestro país. 
En 1921, Obregón recibió, de parte del Departamento de estado norteamericano, un proyecto de tratado "de amistad y comercio", cuya propuesta se refería a los derechos que los ciudadanos de un país tenía cuando vivía en la otra nación. 
En otras palabras, el gobierno estadounidense se pronunciaba en contra de la nacionalización de los bienes de sus ciudadanos, contra la aplicación retroactiva del decreto del 6 de enero de 1915, instrumentado por Carranza en el cual se reconocía la propiedad comunal por medio de la restitución y dotación de tierras a los grupos indígenas y particularmente, en contra de la Constitución de 1917.
Obregón reiteró su deseo de respetar los derechos adquiridos por los estadounidenses pero no aceptó el proyecto porque habían temas que sólo el poder judicial podía resolver. 
La situación de México era tan difícil que en realidad los que podían establecer condicionantes para luego dar el reconocimiento al gobierno de Obregón, eran los norteamericanos
Tres fueron las condiciones que exigieron al gobierno mexicano: a. Especificar en el contenido del art. 27 constitucional la situación legal en la que quedarían la industria petrolera y las propiedades agrícolas de los extranjeros; b. reanudar el pago de la deuda externa, suspendida durante el gobierno de Carranza; c. pagar las compensaciones a los extranjeros, que por daños a sus personas o propiedades hayan sufrido durante la lucha revolucionaria.
Obregón mostró flexibilidad ante los planteamientos norteamericanos y decidió no aplicar el art. 27 contra los derechos de propiedad de los estadounidenses en México. 

La Suprema Corte de Justicia dictó 5 fallos consecutivos,  en los que determinaron que el art. 27, ¡no sería retroactivo en la parte correspondiente a la industria petrolera!

Con relación a la reanudación del pago de la deuda externa, Obregón intentó obtener fondos mediante los impuestos del petróleo, los cuales habían subido poco tiempo antes pero las empresas petroleras se opusieron a tal aumento, deteniendo la producción y obligando así al gobierno, a derogar dicho impuesto.
Obregón estimó que debía negociar la deuda externa con Estados Unidos, resultado de ello fue la aceptación de nuestro país de pagar, entre capital e intereses la cantidad de 1451, 737 587 pesos.
México contrajo esa obligación, por cierto muy elevada, a cambio de que Estados Unidos reconociera al gobierno mexicano.
De hecho, este reconocimiento no se dio sino hasta 1923, cuando el presidente de los Estados Unidos consideró dos aspectos de la situación mexicana: Álvaro Obregón se había mantenido en el gobierno aún sin el reconocimiento estadounidense y la imagen que estaba dando el gobierno norteamericano ante la comunidad internacional por no reconocer al gobierno de Obregón. 
Bajo esta perspectiva, los políticos estadounidenses buscaron la posibilidad de entablar nuevas conversaciones para zanjar los problemas que aún tenía con México. 
Estas pláticas tuvieron por sede a la ciudad de México y se llevaron a cabo en un edificio del gobierno federal ubicado en las calles de Bucareli No. 85.
Las negociaciones se iniciaron el 15 de mayo de 1923 y terminaron el 13 de agosto del mismo año 

En el Tratado de Bucareli se llegó a los siguientes acuerdos:
Las propiedades agrícolas expropiadas a estadounidenses se pagarían con bonos, si no eran mayores a 1755 hectáreas.
Las propiedades que rebasaran dicha extensión, el pago sería de inmediato y al contado. 
Se integraría una comisión que se encargaría de revisar las reclamaciones pendientes a partir de 1868; las reclamaciones originadas por la Revolución se resolverían aparte. 
Con relación al petróleo, el art. 27 no era retroactivo para los norteamericanos que habían adquiridos sus concesiones antes de 1917, lo que les permitía seguir explotando libremente el hidrocarburo.

Los Tratados de Bucareli carecieron de una verdadera validez porque no estuvieron sujetos a la aprobación de los congresos de los dos países firmantes, quedando en un "acuerdo de caballeros", que comprometía únicamente a Obregón pero no a su sucesores y que finalmente, el gobierno de México fue reconocido por el gobierno de Estados Unidos,  formalidad que fue olvidada y ¡ya!

3/08/2015

III.- EL PERMANENTE TERCER ESTALLIDO DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas,


Tras el asesinato de Madero,  surgieron los “vengadores”, “paladines de la legalidad”,  que por desgracia, no lo eran pero  emplearon esa máscara para apoderarse del poder y del dinero que da el poder, y se levantó en Armas el eterno porfirista y terrateniente coahuilense, Venustiano Carranza,  con el llamado “Plan de Guadalupe”,  a quién siguieron los caudillos sonorenses  Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón, y muchos otros más que se lanzaron a la lucha armada.

El siempre sagaz pueblo mexicano, llamó y sigue llamando a los asesinatos que costaron un millón de vidas a la Patria y daños aún no reparados,  “LA ROBOLUFIA”, Y EN VERDAD NO FUE NI HA SIDO HASTA EL PRESENTE,  OTRA COSA.

Las tropas carrancistas en su camino hacia la ciudad de México, arrasaban con todo aquello que les parecía de valor y, otra vez el pueblo, enriqueció la ya de por si rica lengua castellana,  con dos verbos  nuevos,  “carrancear”  (robar, matar, violar,)  y “avanzar”  reducido a robar todo lo que encontraban en su camino.

Emiliano Zapata,   siguió en su lucha, con el “Plan de Ayala” como bandera y siempre acosado por el Gobierno en turno, sin que pudieran doblegarlo y vencerlo.   Francisco Villa,  (Doroteo Arango) lo apoyó desde el Norte de País. Tras una orgía de sangre y saqueos,  llegaron a lo que parecía un punto de acuerdo. Venustiano Carranza  convocó a todos los beligerantes a lo que llamaron “La Convención de Aguascalientes “,  para designar un líder único esperando ser electo el mismo,  pero la Convención entre gritos y balazos… designó al General Eulalio Gutiérrez.

 Las hostilidades se  reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo.
Por la superioridad de las armas que lo apoyaban y en especial, por el genio militar de Álvaro Obregón, triunfó Carranza y convocó a un Congreso Constituyente y se elaboró la Constitución en los términos que Carranza deseaba, no obstante que se vio obligado a aceptar proposiciones de Zapata en las cuestiones agrarias y respeto de las propiedades comunales y de los  Generales  Heriberto Jara y Francisco  J.  Múgica  en lo relacionado con los trabajadores, que se plasmaron en los artículos 27 y 123 de la Nueva Constitución.

En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios:
El 10 de abril de 1919, en la hacienda de Chinameca,  Estado de Morelos,  fue villanamente asesinado  Emiliano  Zapata Salazar “…Miliano, el de Anenecuilco…”  como lo llamaban sus paisanos,  por una partida militar  de la que formaban parte  el capitán  Rodolfo  Sánchez Taboada y el cabo Norberto López Aguilar encargados de la “ejecución del caudillo por  el Coronel Jesús  Guajardo”,  a quién se le entregaron CINCUENTA MIL PESOS POR EL ASESINATO DEL CAUDILLO.  Con el  tiempo, como socarronamente señala nuestro pueblo, la “Revolución les pagó con largueza”, Sánchez Taboada escalo los más altos cargos de gobierno posibles hasta Secretario de Estado y Presidente del Partido Oficial y, López Avelar, fue Senador y Gobernador del Estado de Morelos.

Dice el viejo refrán que, “El que a hierro mata, a hierro muere” y,  en las primeras horas del 21 de mayo de 1920,  fue asesinado Venustiano Carranza, en el Poblado de Tlacalantongo, en plena Sierra Norte de Puebla, por Guardias Blancas de las Compañías Petroleras encabezadas por el “General irregular Rodolfo Herrero”,  aunque como en  todas las cosas, la  verdad siempre resplandece , hechos evidentes que constan en documentos celosamente guardados en el Acervo Histórico Condumex,          ( hoy en la Biblioteca de la Universidad de Texas) en el que existe un telegrama enviado por Plutarco Elías Calles, Secretario de Industria, Comercio y Trabajo en el gabinete de Carranza dirigido al Teniente Coronel de Caballería Lázaro Cárdenas de Río, Jefe de la Zona Militar de Tuxpan, a la que correspondía Tlaxcalantongo, en el que escuetamente le ordena:
      “El señor Presidente va hacia su zona. No debe salir de ella.”
Comunicación que indudablemente originó el que el Teniente Coronel de caballería Lázaro Cárdenas del Río, enviara a Rodolfo Herrero a Villa Juárez, Puebla, la comunicación que textualmente señala:

“…Lo saludo afectuosamente y le ordeno que inmediatamente organice a su gente y proceda a atacar a la propia comitiva, procurando que en el ataque que efectúe sobre esos contingentes, muera Carranza en la refriega, entendido de que de antemano todo está arreglado con los altos jefes del Movimiento y, por lo tanto cuente Ud. conmigo para posteriores cosas que averiguar…..como siempre, me repito su atento amigo, compañero y S.S. Lázaro Cárdenas….”

Rodolfo Herrero, perteneció durante muchos años a las “Guardias Blancas” que las compañías petroleras tenían desplazados en toda la zona para la protección de “sus bienes”, a ciencia y paciencia de las autoridades mexicanas, bajo las órdenes del “General” Manuel Peláez. Eran más de 15 000 hombres perfectamente armados y pertrechados en mejores condiciones que la tropa del Gobierno.

Francisco Villa,  (Doroteo Arango), fue villanamente asesinado el 20 de julio de 1923 en la ciudad de Hidalgo de Parral Chihuahua, mientras se dirigía a una reunión manejando  su automóvil Dodge.  “El siglo de Torreón”,     publicó en su “ nota” de prensa,

“Al pasar Villa por la calle de Gabino Barreda de esta ciudad (Parral) tripulando un automóvil Dodge, que él mismo manejaba y acompañado de cinco personas más, fue atacado del interior de una casa, disparándose sobre él una descarga cerrada de fusilería dejando la agresión repentina e impidiendo todo intento de defensa por parte de los asaltados, Villa quedó muerto en su automóvil recibiendo cinco balazos, tres hombres de la escolta terminaron también muertos y dos heridos”.

El autor material del asesinato, Jesús Salas Barraza  luchó contra el villismo. En 1922 fue diputado local en Durango. Fue procesado por haber participado en el asesinato de Francisco Villa, en1923. A pesar de haber sido condenado a 70 años junto con su cómplice Melitón Lozoya, fue indultado en 1924 por el Presidente Álvaro Obregón , y  fue gobernador de Durango por algunos días. Con el gobernador Juan Gualberto Amaya tomó parte en el movimiento escobarista en 1929. A consecuencia de la derrota salió del país. Murió en 1956.

Al menos a mí, no me cuesta mucho trabajo creer en lo que llaman “conseja popular” de que ese asesinato se llevó a cabo para facilitar el reconocimiento de Álvaro Obregón por el Gobierno de los Estados Unidos de América….obtenido unos cuantos días después de que se cometiera EL ASESINATO DE FRANCISCO VILLA,  con la firma del “Tratado de Bucareli”….


3/03/2015

II- TRES ESTALLIDOS DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas. 

A partir de que Madero ocupó la Presidencia, los movimientos armados, justos o injustos proliferaron.
 En el Estado de Morelos, Emiliano Zapata, verdadero apóstol de las luchas sociales en México,  se trató de eliminarlo a toda costa porque representaba ideales exactamente contradictorios con los del latifundista norteño, y al efecto llegaron al Estado de Morelos enviados por el Presidente, los verdaderos carniceros  Juvencio  Robles y Alberto T. Razgado.  Tropelía tras tropelía, fue necesario relevarlos porque el pueblo, le verdadero pueblo protegía a su líder. En sustitución de los “carniceros”, llegó el General Pablo González.  Se dedicó a quemar campos azucareros y desmantelar Ingenios en su beneficio personal y, acorde con los sistemas  políticos porfirianos, a inventar noticias, motejando a Zapata como ”El  Atila del Sur”  imputándole todas las atrocidades que el cometía. Por último, envió a Victoriano Huerta, que nada pudo hacer en contra del caudillo suriano.
Pascual Orozco, por enésima vez se lanzó a la lucha de los poderes constituidos  solo para ver que sacaba de provecho, pero en esta ocasión salió mal parado. Derroto a sus mercenarios el General Victoriano Huerta, al que Madero dio todos los cargos posibles.
El 9 de febrero de 1913, estalló en la Capital de la República un movimiento armado para derrocar a Madero que conoce la historia como “La Decena Trágica”.
El general Manuel Mondragón y otros,  se levantaron en armas,  y pusieron en libertad a los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz que estaban detenidos en la Prisión de Santiago. Se dirigieron al Palacio Nacional a  cuyo cargo de encontraba el General Lauro Villar, con objeto de tomarlo, y   Frente a la Puerta Mariana del mismo, cayó muerto el General Reyes.
En la defensa del Palacio, fue herido  el General Villar, y  Madero designo en su lugar a Victoriano Huerta. Madero y el Vicepresidente Pino Suarez, quedaron en el Palacio detenidos.  El hermano del Presidente, Gustavo A. Madero, se enteró de que Huerta  estaba implicado en el complot  y eso le costó la vida. Fue villanamente asesinado en la Villa de Guadalupe.
“ …Huerta firmó un acuerdo con Félix Díaz, en su calidad de jefe del ejército federal, consumando su traición destituyendo al presidente y al vicepresidente, el acuerdo tuvo lugar en la sede de la embajada de Estados Unidos en México, con el apoyo del embajador Henry Lane Wilson y es conocido como el Pacto de la Embajada….”
Madero y Pino Suárez fueron apresados, y obligados a renunciar al día siguiente.
 El 20 de febrero Victoriano Huerta fue designado presidente mediante una serie de maniobras ilegítimas, por lo que sería conocido como “el usurpador”, lo  que al menos legamente, es inexacto. Las renuncias de Madero y Pino Suárez fueron aceptadas casi por unanimidad por el congreso “maderista” (solo seis votos en contra).
Designaron Presidente Sustituto al abogado Pedro Lascurain, por unanimidad de votos;  45 minutos después, renunció, no sin antes haber designado Secretario de Gobernación a Victoriano Huerta; a la renuncia de  Lascurain, aceptada igualmente por el Congreso por unanimidad de votos, designó con la misma votación a Huerta Presidente sustituto. 
Como lo sostuvo el Maestro Emérito de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, Don Felipe Tena Ramírez, “…NO HUBO USURPACIÓN, MÁS BIEN LO QUE FUE ES UNA ALTA TRAICIÓN VÍA GOLPE DE ESTADO….”.
El fin el maderismo está envuelto en una serie de acontecimientos obscuros e inexplicables.
El 9 de febrero de 1913, ya con el levantamiento en curso, se digirió del Castillo de Chapultepec  al Palacio,  con una escolta  de “Cadetes del Colegio Militar” que llamaron la marcha de la lealtad y que  ridículamente repiten nuestro Presidente año con año, Elevaron una estatua frente a la Alameda con Madero a caballo durante esa marcha, pero ignoraron que a Victoriano Huerta,  lo acompañaron unos días después al recinto legislativo a  rendir su protesta, casi los mismos cadetes….
Mediante un turbia maniobra inspirada por el Embajador de los Estados Unidos, país al que había decepcionado  por completo la actuación de Madero y habían considerado eliminarlo para “cortar por lo sano”, y el Embajador, Henry Lane Wilson.   urdió el “levantamiento de la Ciudadela  encabezado por el General Manuel Mondragón y Félix Díaz,  sobrino de Don Porfirio que había celebrado el inmoralmente denominado  “Pacto de la embajada”  el 17 de febrero,  que  Huerta suscribió con  el embajador de Estados Unidos, Félix Díaz  y Manuel Mondragón,. Se comprometían a colocar provisionalmente en la presidencia al General Victoriano Huerta, a cambio de que éste se la cediera posteriormente a Félix Díaz.
 El 18 de febrero, un grupo de empresarios capitalinos —entre ellos Ignacio de la Torre y Mier, yerno de   Porfirio Díaz— declararon su fidelidad a Huerta. Ese mismo día, Gustavo A. Madero, hermano y asesor del presidente, fue arrestado, le sacaron el único ojo que tenía con una bayoneta, quedando ciego y torturado hasta la muerte. El 19 de febrero, Madero y José María Pino Suárez, vicepresidente, fueron obligados a firmar la renuncia a sus cargos.
 Pedro Lascuráin se hizo cargo del poder ejecutivo por escasos 45 minutos, en los que su único acto de gobierno fue nombrar secretario de Gobernación a Huerta. Acto seguido, renunció Lascuráin y Victoriano Huerta ocupó la presidencia.
 El 22 de febrero de 1913, pese a la promesa de los golpistas de respetar la  vida de Madero y facilitar su exilio a la isla de Cuba, él y  el vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados a un costado del Palacio Negro de Lecumberri en la Ciudad de México, Se conocieron de inmediato los nombres de los verdugos,  pero ¡…no pasó nada…!
Este asesinato, es uno de los capítulos más negros  de nuestra historia.