Joaquín Ortega
Arenas.
¡LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS!
Desde hace poco más de dos décadas, las paredes de esta sufrida Ciudad de México
se han visto utilizadas como escaparates
o medio de difusión del descontento en que
viven, principalmente los jóvenes, convertidos en “ninis” por nuestras autoridades, sin oportunidades, sin
esperanzas, ¡sin porvenir!, pero con una
conciencia despierta a las causas que han originado esa situación. Su único
desahogo son las paredes y la pintura y, sobre esas causas han vertido el odio
y repudio que encierran en sus corazones.
En uno de los miles de “grafitis” existente, que fotografiamos y aparece en
seguida, centran sus quejas en la forma
en que ven que se cumple con la Constitución, siempre alabada, pero….nunca
respetada por todo tipo de “autoridades”
En la imagen vemos a uno de los
peores enemigos de las civilizaciones, LA RATA.
Señala
el Diccionario, “es un término (sustantivo y verbo) en el hampa o la
criminalidad (casi siempre en la mafia); es un argot o jerga para referirse a
un informante. En México y algunos
países de habla castellana este término se utiliza para referirse a un «ratero»
o ladrón, o un defraudador en términos económicos. En el folclore popular también se usa para referirse a
algunos miembros corruptos de la policía o de la política)".
Fueron traídas de España por la
otra plaga, NUESTROS COLONIZADORES que llegaron a destruir y a saquear a una de
las civilizaciones más adelantadas de la tierra, la CIVILIZACIÓN MESOAMERICANA, cuyo desarrollo, lo llevó a
crear un calendario con un inicio hace
más de cinco mil años, conocer los movimientos de la tierra, rotación y
traslación que los países europeos descubrieron hasta el siglo XVII; emplear el
“CERO” desconocido en el resto del mundo, el que
imaginaron como un puño cerrado, con los cinco dedos con los que nuestras
antepasados empezaron a contar, hace más de cinco mil años.
En el “grafiti”
nos encontramos con cinco “ratas”
devorando nuestra Constitución. Una de ellas, lleva colocada la franja
presidencial. Una alegoría
verdadamente sensacional. El autor o los autores están concientes de la grave situación
a la que nos ha llevado la corupcion generalada en que vivimos. La
inaplicabilidad permanente de sus artículos sobre “derechos humanos”; la corrupción judicial en todos los ámbitos, arropada
en la inmunidad de los funcionarios
corruptos y la impunidad con la que saben pueden contar. ¡Hoy por ti, mañana por mi!
Fraudes, inmensos fraudes realizados por algún
presidente de la República y por sus familiares cercanos, aparecen cada minuto,
y…son perdonados.
Assinatos sin fin, fusilamientos impunes de ciudadanos
que, ni siquiera tienen el consuelo de que se “levante un acta”, realizados por
“las fuerzas del orden”.
Carencia de educación derivada de la falta de escuelas
elementales y de institutos superiores
que den cabida a nuestros actuales “ninis”.
El Estado hace muchos, pero muchos años ha abandonado el problema en favor de
escuelas confesionales y de “tremendos negocios”, como las universidades que cobran elevadísimas cuotas, sin ser siquiera universidades. "Patito", les llama
nuestro pueblo.
Carencia permanente de salud, derivada de la ineficacia
total de los servicios oficiales….y mil
calamidades mas…..
¿Qué hacer? Los
jóvenes tienen una forma de desahogarse….a los viejos no nos queda nada, ¡ni
siquiera conservar nuestro viejo automóvil…el Gobierno del Distrito Federal lo
confisca si circulamos en él….!
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