1/25/2010

19 DE ENERO DE 1858.

Joaquín Ortega Arenas. La fecha que encabeza este artículo es propiamente desconocida por casi todos los mexicanos. Corresponde al día en que, con apoyo en el artículo 79 de la Constitución Mexicana de 1857, el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación , Benito Juárez García, protestó y tomo posesión en la Ciudad de Guanajuato de la Presidencia de la República en presencia de numerosos gobernadores de los Estados que se habían reunido para ese efecto, convocados por Manuel Doblado, gobernador de Guanajuato. Cuando Juan Álvarez llegó a la presidencia de la República al triunfo del Plan de Ayutla, designó a Benito Juárez Ministro de Justicia e Instrucción Pública. Vale la pena recordar la forma en que Álvarez conoció a Benito Juárez. Cuando el primero inició su levantamiento en contra de Santa Anna, convocó a los gobernadores de los estados. Pasó tiempo y el gobernador de Oaxaca tal perecía que no iba a llegar. Álvarez recurrió a la persona a quien habían designado para que se encargara de la correspondencia y le preguntó. –¿Oye , el gobernador de Oaxaca no ha llegado? – a lo que el interpelado contestó: --Si señor, yo soy el gobernador de Oaxaca. —Señor Licenciado, por que no me lo habían dicho replicó el anciano general Álvarez. A lo que Juárez contestó — --Señor vine a ofrecer mis servicios y quien me recibió solo me preguntó si sabía leer y escribir, le dije que si y me asignó este puesto… Como Secretario de Justicia, Juárez expidió La Ley sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación , del Distrito y Territorios llamada "Ley Juárez", en la que se abolieron los fueros, privilegios que tenían los militares y otras de simular importancia. Debemos recordar que el Ministro Benito Juárez García fue electo Presidente de la Suprema Corte durante el Gobierno de Ignacio Comonfort. Al desconocer Comonfort la constitución de 1857, encarceló a numerosas personas, entre otras, a Juárez, lo que provocó las llamadas “Guerras de Reforma”. Liberado Juárez el 11 de enero de 1858, y en atención a que sobrevino el golpe de Estado del Presidente Comonfort —quien desconoció la Constitución de 1857 y se unió al General Zuloaga , apoyado por el antiguo ejercito Santanista y el Clero—, Juárez tuvo que huir hacia Guanajuato en donde un día como el que da título a este artículo, en estricto cumplimiento al mandato contenido en el artículo 79 de la Constitución de 1857, asumió la Presidencia de la República por Ministerio de la Ley , iniciando, en compañía de sus ministros —Melchor Ocampo, Relaciones Exteriores; Manuel Ruiz, Gobernación; Ignacio Ramírez, Justicia; León Guzmán Fomento; Melchor Ocampo, Guerra y Marina y Guillermo Prieto Hacienda—, un agitado peregrinar por toda la República para mantener el Orden Constitucional. Peregrinar que orilló al Presidente y a su Gabinete a salir del País para trasladarse por mar de un lugar a otro en algunas ocasiones. Desempeñó Juárez el cargo de Presidente Interino hasta que, concluida la Guerra de Reforma, fue electo constitucionalmente. La Intervención francesa interrumpió su estancia en la Ciudad de México, sosteniendo contra todo y contra todos un gobierno constitucional, republicano y laico, hasta que la Intervención terminó y pudo regresar a la Ciudad de México. Fue entonces cuando pronunció un célebre discurso que trascribimos porque resulta plenamente válido en estos días aciagos de la Patria , en el que señaló: "Mexicanos: encaminemos ahora todos nuestros esfuerzos a obtener y a consolidar los beneficios de la paz. Bajo sus auspicios, será eficaz la protección de las leyes y de las autoridades para los derechos de todos los habitantes de la República. Que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz". En toda nuestra historia posterior, la dictadura, la “bola” y la saga de la Bola , no tenemos noticia de que la fecha que separó definitivamente dos etapas de nuestra historia, 19 de enero de 1858, haya sido conmemorada. Los eternos “polkos” que han saqueado nuestra Nación y no cejan en su afán por entregarla a manos extranjeras y el Clero Político, con iguales o peores propósitos, no olvidan, nunca olvidaran que como Ministro de Justicia en 1856, Juárez expidió la “Ley sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación , del Distrito y Territorios” que suprimió los fueros militares y eclesiásticos y los tribunales especiales y fue motor de todas y cada una de las llamadas “Leyes de Reforma”, tales como la Ley Lerdo: que Obligaba a las corporaciones civiles a vender las casas y terrenos que no estuvieran ocupando a quienes los arrendaban y para que esos bienes produjeran mayores riquezas en beneficio de más personas; la Ley Iglesias: que prohibió el cobro del diezmo. Ley de la nacionalización de los bienes del clero: Ley del matrimonio civil: Ley del registro civil: privando a la iglesia del control de matrimonios, nacimientos y defunciones; Ley de exclaustración de monjas y frailes: o la Ley de libertad de Cultos: que determinó que cada persona sea libre de practicar y elegir el culto que desee. Leyes que dieron cuerpo a la nación mexicana moderna y republicana y que hoy, esos “polkos” de siempre quieren destruir.

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