1/26/2011
EL YACIMIENTO ARQUEO ASTRONÓMICO DE SAN JOSÉ PERALTA
A mi hermano Enrique
Joaquín Ortega Arenas
A escasos tres kilómetros del Poblado denominado San José Peralta, Municipio de Abasolo en el Estado de Guanajuato, se encuentra un yacimiento arqueo astronómico rebautizado como “Peralta” por las autoridades, parte del cual aparece en la fotografía que encabeza este trabajo.
Obviamente, el deseo de los conquistadores de ocultar la grandeza de Mesoamérica primero y nuestra incuria eterna después, lo mantuvieron oculto por siglos, ya que por los vestigios hallados en el mismo puede determinarse su construcción a principios de la Era Cristiana. Los lugareños conocían el sitio como “el Cajete” y solo nos percatamos de su existencia en el año de 1978 en que fue “descubierto” por un grupo de estudiantes de Arqueología que hacían prácticas de campo en el Municipio.
Aparentemente es una zona más, pero adentrándonos en su aspecto físico podemos apreciar que se trata de un perfecto observatorio astronómico presidido por un reloj solar . Al oriente, Frente al “Reloj” , en un nivel unos doce metros mas abajo, se encuentra otro patio hundido de gran tamaño aproximadamente 60x85 metros, con piso de piedra obscura (Smoky Mirror) con una inclinación de 18º,que permite observar el cielo abierto durante la noche. En el mismo nivel que el reloj” hacia el norte, otro patio hundido, aun no rescatado, solo ubicado. En seguida de la plataforma en que se encuentra el ”reloj”, a unos doce metros mas abajo, dos patios hundidos mas.
Por el lado sur, a corta distancia, como puede verse en la misma fotografía, existe otro patio hundido franqueado con estructuras piramidales por dos de sus lados similares a una tribuna, a la que corresponde la siguiente ilustración Los patios hundidos existentes en el yacimiento como ya anotamos, están construidos de cantera negra.
Quiero aclarar que no soy arqueólogo y que la interpretación que daré en seguida es estrictamente personal , derivada de la evidencia, es decir “lo que se ve, lo que yo he visto” sin afán de crítica o generar polémica en relación con cualquier otra que se haya verificado hasta hoy del yacimiento.
La existencia de los patios hundidos en numerosos yacimientos arqueológicos no ha sido asociada con ningún uso específico de los mismos. Encontramos, y sólo mencionare los mas notables, un patio hundido al pie del Palacio de Palenque, notable por su perfecta ubicación y orientación que permite que la escalera que conduce a su parte mas alta este iluminada por el sol durante todo el día; el gran patio hundido de Monte Albán, Oaxaca ; el del yacimiento de Teotihuacán en el que aparecen dos, uno frente a la gran Pirámide del Sol, y el otro en lo que llamamos “la Ciudadela” y muchos mas. En el Estado de Guanajuato, el Arqueólogo Efraín Cárdenas García ha estudiado y descrito construcciones similares ( planta circular y patio hundido) , en San Miguel Viejo, Las Galeras, Los Locos, Arreguín, La Excusa, La Magdalena, Cerro el Divisadero y Cerro del Tesoro o Tlacote.
Para mi humilde opinión, en el caso de San José Peralta el Monumento conocido como “Recinto de los Gobernantes”, reúne las características de un perfecto observatorio.
El Antropólogo Norteamericano Michail Zailik en un estudio realizado sobre los Yacimientos Arqueológicos de las etnias Anazasi que habitaron en el sudoeste de los Estados Unidos en busca de las influencias mesoamericanas sobre la arquitectura de esas etnias, señaló la existencia de observatorios “Sun Watching” e “Smoky Mirrors”, similares a los mesoamericanos, entre los que suponemos identificó a los patios hundidos con éstos últimos, ya que los espejos ahumados, posiblemente son aquellos patios hundidos a los que se dotaba de un fondo obscuro que rellenado con agua no es otra cosa que un espejo mediante el cual tanto durante el día como durante la noche se pueden hacer observaciones astronómicas. En el yacimiento objeto de nuestro análisis, el “Recinto de los Gobernantes” reúne las características de un observatorio astronómico dotado de un reloj solar, perfectamente orientado de oriente a poniente cuyas medidas conservan la tradición científica mesoamericana de utilizar la cifra “13”; y un patio hundido construido al oriente, tiene una inclinación de 18º; de una medida aproximada de 60x80 metros, construido con cantera negra; en seguida del cual sobre una plataforma como de doce metros del altura, un circulo del que la mitad queda sobre el patio hundido, un enorme círculo cuyo diámetro es aproximadamente de cincuenta y dos pasos y tiene en su centro la un implemento construido en piedra brasa perfectamente redondo y profundo como para soportar un alto madero, lo que nos hace presumir fundadamente que se trata de un reloj de sol. Junto al círculo sabemos por informes obtenidos de los trabajadores del sitio, se encuentra otro pequeño patio hundido que aun no ha sido rescatado. Hacia el poniente, unos doce metros debajo de la plataforma, se encuentran otros dos patios hundidos.
La medida de cincuenta y dos pasos que tiene de diámetro el círculo revela la forma en que los mesoamericanos acostumbraban utilizar el número 13, y el alto palo, que debió medir 26 pasos, no es otra cosa que la manecilla que con su sombra va determinado el transcurso del tiempo a partir del amanecer hasta que el sol se oculta en el poniente Por el lado norte del círculo, como señalamos, se encuentra un pequeño patio hundido aun no rescatado.
El “reloj” termina por su lado poniente en forma abrupta y deja lugar a una hondonada de doce metros en la que se hallan dos espejos de agua, (patios hundidos) que junto con el ubicado en la plataforma, pudieron ser utilizados para no interrumpir la observación de la esfera celeste durante las 24 horas del día.
Resulta casi evidente que de éstas observaciones realizadas a todo lo largo y ancho de Mesoamérica resultó el conocimiento de la rotación y traslación de la tierra alrededor del Sol; el movimiento de todos los cuerpos celestes y su periodicidad, que mantenidos durante quizá cientos de años señalaron el gran adelanto que la Astronomía mesoamericana tenía y sigue teniendo sobre la del resto de las civilizaciones existentes hasta hoy.
De otro modo, resultaría inexplicable que los mesoamericanos, de los que solo se ha podido estudiar a los mayas por la destrucción que en el resto de Mesoamérica se ha verificado de documentos y rastros de todo pasado de la gran cultura que existió desde la Ciudad Blanca, en Honduras, hasta Paquimé, hoy estado de Chihuahua, realizaran los avanzados estudios de astronomía que todavía hoy son los mas adelantados, admirados y respetados en todo el planeta. El mundo entero se encuentra en vigilia en espera de lo que las llamadas profecías mayas señalan que habrá de acontecer en el mes de diciembre de 2012 y, han llegado a confundir su significado con una posible desaparición de la tierra.
De cierto sabemos hoy por códices escritos en papel de Amate, entre los cuales el llamado Códice de Dresde , prehispánico, es el de mayor importancia sin restarla a los posthispánicos Popol Vu, Chilam Balam tanto de Chumayel, como de Tizini , de Mani y de Valladolid las que contienen, la certeza de que en mesoamérica desde hace mas de dos mil años se había aceptado que la tierra era una esfera; que giraba inclinada sobre su eje alrededor del Sol, Kinich Ahau , como parte y en la periferia de una galaxia espiral en cuyo centro había un Sol central , Hunab Ku.; que nuestro sistema solar giraba en forma elíptica alrededor del centro de la galaxia, una vez cada 260 millones de años y otro giro elíptico que se efectuaba una vez cada 25625 años divididos en cinco ciclos de 5125 años ; el amanecer, la mañana, el mediodía, la tarde y la noche.
La fecha inicial del calendario mesomericano se ubica en el año de 3224 antes de cristo, durante el ciclo mas alejado del sol central cuya terminación esta prevista para el 12 de diciembre de 2012. Este dato ha sido confundido con el fin del mundo según las predicciones mayas, que señalan que “… en los últimos veinte años del último Katum, llega con intensidad la energía del centro de la galaxia a manera de un latido cósmico o emanación de luz violeta , que es la energía de la transmutación y el cambio. Pero es con mayor fuerza que esta radiación nos afecta cada 13,000 años o cada 26,000 años precipitando drásticos cambios climáticos y verdaderas mutaciones,…” que es precisamente lo que está sucediendo en estos momento en nuestro planeta.
Es indudable que todos estos conocimientos tuvieron como fundamento el estudio de los movimientos del sol, minuto a minuto, hora a hora y día tras día durante cientos de años en los numerosos relojes solares ubicados en todas partes de Mesoamérica, como el que hoy conocemos en San José Peralta,
Empero, resulta evidente que lo que conocemos hoy como “Voladores de Papantla”, era una ceremonia que se efectuaba cada trece años, a partir el día del solsticio de verano en que cada 52 años celebraban el nuevo ciclo mesoamericano y deben haber celebrado la ceremonia de los voladores. Subían y siguen subiendo al alto madero cinco personas. Una de ellas, después de hacer invocaciones a los cuatro puntos cardinales, danza incansablemente en las alturas tocando una chirimía y las otras cuatro suben por cuatro cuerdas que enrollan en el palo y les permiten deslizarse hacia el suelo cabeza abajo, atados de las reatas, y dar exactamente trece vueltas antes de llegar al suelo. Se dejan caer atados de los pies y bajan lentamente hasta estar cerca del piso, se voltean en el momento preciso y lo tocan ya de pie, con toda serenidad.
Cuatro “voladores” que descienden de cabeza, pueden haber significado que al momento de iniciarse el nuevo ciclo de cada lapso de trece años iba a transcurrir tal vez con sobresaltos, pero que al llegar a su clímax de cincuenta y dos años, el nuevo ciclo, el que se inicia, transcurrirá sin sobresaltos como lo ha sido la llegada de los trece al final de su peligroso descenso.
El resto de los monumentos que cuando el cielo está despejado, casi siempre en estas zonas, permite tener un reflejo de la bóveda celeste, efecto espejo, y estudiar a los astros, estrellas, planetas y cuanto cuerpo celeste se refleje en esos espejos de agua. En el lado poniente de estos descomunales espejos observatorio, con toda calma, sentados o acostados en la “tribuna” los científicos podían pasar días enteros observando los movimientos celestes que los llevaron al desarrollo, aun no igualado, que en esas ramas del saber habían alcanzado. El calendario mesomericano, cuya primera fecha señalamos ya, data del 13 de agosto de 3224 antes de cristo, fue elaborado indudablemente por todas las etnias que formaron la gran Mesoamérica , paso a paso, tomando en consideración los estudios que cada una de ellas verificaba y tal vez, contando con el ciclo agrícola de las especies que iban domesticando. Existen evidencias arqueológicas que nos indican que unos 300 años antes de Cristo, hubo una reunión gigantesca de sabios astrónomos en Copán, y unos trescientos años después otra en Xochicalco, la primera para ajustar lo que llamaron la cuenta larga y la segunda para perfeccionarla.
Por la diversa antigüedad de las etnias mesoamericanas, es muy posible que la primera haya sido la Olmeca , en la que se suscitó la curiosidad por los fenómenos de la naturaleza, pero a partir de ella, todas las demás etnias compartieron esa curiosidad, mas bien necesidad de tener un calendario común y un conocimiento generalizado del origen de la tierra en que vivimos y de la vida en la misma.
La cosmogonía mesoamericana resulta al igual que el calendario y los conocimientos sobre astronomía y la ubicación temprana de la tierra como un cuerpo celeste que giraba en derredor del sol, la inclinación de su eje, los movimientos de rotación, traslación y las mutaciones periódicas del sistema solar cada 5125 años, un misterio que los contemporáneos no podemos descifrar.
Según documentos de la NASA, que coinciden con profecías y revelaciones, “…el cambio climático mundial que se esta registrando en la actualidad no se debería a la contaminación ambiental y deforestación generada por el ser humano, lo cual estaría acelerando irresponsablemente el proceso, sino al comportamiento anómalo del sol que esta siendo afectado por la energía del sol central de la galaxia, que es una energía de cuarta dimensión que irrumpe en un espacio de tercera dimensión precipitando cambios de todo tipo y acelerando el redimensionamiento de todo el sistema . El sol esta registrando convulsiones incrementando las tormentas solares que se están produciendo sobre los 19.5 grados por encima y por debajo de su ecuador , describiendo la forma de la estrella de seis puntas. Esta energía no sólo afecta el campo magnético terrestre reduciéndolo al mínimo, y calentando la atmósfera, derritiendo los polos y los glaciares incrementando el nivel de agua dulce en los océanos con el consiguiente peligro de que se inunden continentes completos y se interrumpa el flujo de las corrientes marinas , precipitando un congelamiento súbito de gran parte del planeta, trayendo una nueva glaciación, sino que también afecta el núcleo de la Tierra haciendo que el planeta se hinche, entre en convulsión y se resquebraje la corteza. Esta energía esta alterando las mareas internas del magma, por ello se incrementa la actividad sísmica y volcánica con el consiguiente choque violento de placas tectónicas…”
Esperemos, solo faltan 23 meses….
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