7/11/2011

¿SERÁ UN FRAUDE MAQUINADO ?

Joaquín Ortega Arenas.

El 12 de agosto de 1925, se expidió la Ley de Pensiones Civiles y de Retiro, varios años antes de que el tema fuese tratado por la Ley Federal del Trabajo de 18 de agosto de 1931. Se buscaba con la nueva Ley de Pensiones, que los trabajadores, al cumplir la edad en que se presumía quedaba restringida su posibilidad laboral, pudiesen seguir teniendo una vida digna con base en las aportaciones que para el fondo de pensiones deberían ir acumulando durante toda su vida previa.

Una serie de leyes y disposiciones varias han ido demeritando el derecho de los trabajadores a percibir una pensión justa, equivalente a los servicios que prestó al estado. Conforme al artículo 57 de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado, los pensionados tenían derecho a recibir una cantidad igual a la que percibían como trabajadores en activo indexada a los aumentos que los que los habían sustituido fueran recibiendo por cualquier motivo.

Una nueva Ley ha limitado las pensiones, sea cual fuere el salario que haya percibido el trabajador y sus aportaciones al fondo de pensiones, siempre iguales, a la estratosférica suma de… $3,034.20 (tres mil treinta y cuatro pesos, veinte centavos mensuales). Hemos tenido en las manos expedientes de personas que ocupaban un alto cargo en la Administración Pública, con sueldos superiores a $90,000.00 pesos de los que religiosamente se les descontaron los porcentajes legalmente establecidos para la formación de su fondo, pensionados hoy con $3034.20 (tres mil treinta y cuatro pesos con veinte centavos) mensuales y, lo que es peor, los Tribunales Federales desechan sus demandas por estimar que la fecha en que se pensionaron al llegar a la edad señalada por la ley, es la aplicable, “olvidando” que el derecho a jubilarse se generó precisamente el día en que nació la relación contractual con el Estado. Adiós al artículo 14 Constitucional que infantilmente establecía: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”.

Previamente a este tipo de atracos a los trabajadores, el estado empezó a desligarse de la obligación iniciada con la Ley de 1925, inventando en tiempos de Zedillo, las sacrosantas Afores, (Administradoras de Fondos para el Retiro). Instituciones privadas de México que administran fondos de retiro y ahorro de los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y recientemente de los afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado (ISSSTE). Estas fueron creadas por la Ley del Seguro Social (LSS) de mayo de 1996 e iniciaron su operación en 1997, encargadas de manejar los fondos para el retiro de los trabajadores que cobran por ese servicio, e incluyen en sus manejos los juegos de bolsa, mediante los cuales, hasta la fecha, se han esfumado millones de millones de pesos que los trabajadores ganaron con el sudor de su frente. El sistema resultó tan productivo que la Secretaría de Hacienda ha iniciado la modificación del sistema de pensiones en los Organismos Públicos, Universidades Estatales y banca de desarrollo, con resultados catastróficos. Iniciaron con Pemex, que tiene por ese concepto un pasivo laboral de un billón y 600 mil millones y, según cálculos conservadores. (Nota aparecida en el periódico La Jornada), se trata de establecer cuentas “individualizadas” y trasmitir el manejo de esas cuentas a las sacrosantas AFORES.

Continúa La nota que comentamos señalando que, “…En el informe de la Cuenta de la Hacienda Pública Federal 2010, último disponible, la dependencia argumentó que las erogaciones programables ascendieron a 2 billones 640 mil 625.2 millones de pesos, lo que implicó rebasar lo proyectado en 8.9 por ciento y lo ejercido un año antes en 2.9 por ciento real. En tal comportamiento, justificó, impactaron factores entre los que destaca -el creciente pago de pensiones y jubilaciones-”.

Cuando en 1925 se expidió la Ley de Pensiones Civiles y de Retiro, sus autores entre los que se encontraba el excelente abogado Don Alberto Vásquez del Mercado calcularon que, con las cuotas que los trabajadores aportarían al Fondo de Pensiones impuestas por el propio Gobierno a préstamo al 6% anual, sería suficiente para cubrirles el sueldo que percibían, indexado con los salarios pagados a los trabajadores que cubrirían sus puestos, con alzas de todo tipo incluidas. (El relato que señalo, me fue proporcionado por el Propio Lic, Vásquez del Mercado y apareció en la Revista “Injusticia” en el año de 1977). Se impone una pregunta quizá tonta; ¿Que ha pasado con los fondos de pensiones de los trabajadores al Servicio del Estado?

En la publicación realizada por el Periódico “La Jornada, aparece también que, “….

José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, afirmó que los pasivos laborales del sector público son una “bomba financiera” que en pocos años puede llegar a representar una y media veces el PIB del país, ya que actualmente se ubica en un 75% del Producto Interno Bruto…” así como que: “…De acuerdo con sus investigaciones, sólo para el pago de las pensiones del Seguro Social, Pemex, ISSSTE y CFE el gobierno federal canaliza cada año alrededor de 257 mil millones de pesos, más 203 mil millones adicionales para el resto de la estructura del sector público, como universidades, organismos y gobiernos estatales. El presupuesto que actualmente se destina para el pago de las pensiones y jubilaciones de los trabajadores del sector público es superior a los recursos presupuestales que manejan el Distrito Federal, el estado de México y Nuevo León juntos”.

Las cantidades que para el pago de las pensiones otorgadas hasta hoy, pese a las triquiñuelas que hemos mencionado, han sido estimadas públicamente por las autoridades hacendarias, “…entre enero y abril de este año, el gobierno federal pagó por pensiones y jubilaciones del IMSS, ISSSTE, Pemex y CFE, 112 mil 249.8 millones de pesos, lo que representó un crecimiento real de 13.3 por ciento respecto del mismo período del año pasado, y la CFE destina anualmente 15 mil 284 millones de pesos al pago de pensiones y jubilaciones; Pemex, 29 mil 173 millones; el IMSS, 156 mil 595, y el ISSSTE, 56 mil 852 millones”.

Queda sin contestar la pregunta que motiva este capítulo; ¿Cual es y ha sido el destino de las inmensas cantidades de dinero que los trabajadores han aportado al Fondo de Pensiones, (por fuerza, desde luego, ya que se les descuenta y se las ha descontado siempre de su sueldo diario). Busca, querido lector una respuesta, según tu leal saber y entender, y seguramente acertarás.

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