Joaquín Ortega Arenas.
El
principio romano que hoy ponemos por nombre a esta colaboración, “LA
JUSTICIA SIEMPRE RESPLANDECE”, en México no pasa de ser un sueño pocas veces alcanzado. La justicia
EN GENERAL y los poderes judiciales, federal
y estatales, están generalmente sometidos a “situaciones políticas” o desgraciadamente, “económicas”. Hemos presenciado, impávidos, porque está tan desatada la corrupción en todos los
órdenes de nuestra vida que ya nos acostumbramos, un verdadero sainete que
tardó SIETE AÑOS en ser detectado como
tal y tomado como la “neta” como dice
nuestro amado “pueblo”.
En un montaje para los canales influyentes
de la televisión, se gestó, desarrolló y
filmó como otra “telenovela” más, la detención,
no en “flagrante” delito sino en flagrante violación a los derechos
humanos y constitucionales de una
ciudadana francesa, efectuada nada
más ni nada menos por un alto
funcionario de la Federación, ( Genaro García Luna, honor a quién honor merece)
, que se difundió en vivo, en directo y a todo color. Esta nueva producción de los televisos tuvo
mucho más éxito inmediato que “GUTIERRITOS”, aquella novela de lloriqueos que
acaparaba la atención de los
mexicanos hace 50 años.
Como parte del libreto seguramente elaborado
y escrito con mucha anticipación, la sensacional “detenida” fue consignada al C. Juez Quinto en Procesos
Penales Federales. Aparecieron víctimas
por docenas, con entrada directa a la telenovela y mucha publicidad, y
el Juez condenó sin más a la terrible delincuente a NOVENTA Y SEIS AÑOS DE
PRISIÓN, verdadera tontería que hemos copiado de nuestros vecinos del norte de
condenar hasta a “cinco o más cadenas
perpetuas” a algunos delincuentes.
Apeló el fallo y se la rebajó el
Primer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito a sólo “SESENTA
AÑOS DE PRISIÓN”.
Entre una festinación televisiva
DIARIA, trascurrieron siete años para
que por fin, un TRIBUNAL, así con mayúsculas,
LA PRIMERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, por los votos de los
Ministros ARTURO ZALDÍVAR LELO DE
LARREA, OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS
Y ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA desentrañara
la madeja de falsedades convertidas en verdades por las cadenas televisoras y
encontrara por fin que la detención inicial de la telenovela, ERA UN ACTO INCONSTITUCIONAL DE ORIGEN.
Desde luego, votaron en contra de esa resolución los dos ministros restantes
JOSÉ RAMÓN COSSÍO DÍAZ quien se pronunció por un amparo para efectos y, JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO al que la
Telenovela seguramente había entretenido y convencido.
Como era de esperarse, todos los promotores
y organizadores del sainete siguen vociferando con la tribuna innegable de las
mismas estaciones televisoras, y viene a mi memoria uno de los más conocidos
proverbios escritos por Miguel de
Cervantes Saavedra, “LOS PERROS LADRAN SANCHO, SEÑAL QUE CABALGAMOS”.
Queda a la justicia un nuevo reto. Los
autores intelectuales y materiales de tal atropello, ¿van a quedar impunes?
Toda la secuela del sainete ha sido delictuosa y, si se ha absuelto a “la culpable”, los “inocentes” autores del guión, ejecutores intelectuales y
materiales del mismo por obligada justicia, ¡SI SON RESPONSABLES! y, a pesar de
“los ladridos de los perros”, DEBEN SER PROCESADOS Y ENCARCELADOS.
¡Es un inmenso consuelo el que aunque sea
gota a gota, sea una realidad que
“JUS SEMPER
LOQUITUR”!
En el prólogo a la primera edición en
español de “La Lucha por el Derecho”
de Rodolfo Ihering, (1881), Leopoldo Alas,
“Clarin” escribió
“…El cincel del Legislador,
Y del jurisconsulto, l
Trabajan sobre la carne viva.
Todo derecho que se logra,
Mata algo que debe morir,
Pero que alguien defiende
Hasta el último aliento,
¡El que vive de lo injusto!
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