Joaquín Ortega Arenas.
Como acostumbramos desde hace casi
70 años, los miembros de la Generación 1942-1946 de la Escuela Nacional de
Jurisprudencia supervivientes, (apenas 5) nos reunimos a desayunar juntos una
vez más, el sábado 2 de febrero d 2013.
No había muchos temas que abordar y desde luego surgieron las
misteriosas explosiones ocurridas en la
Torre de Petróleos Mexicanos ubicada en La Avenita Marina Nacional, Bahía de
Banderas y Bahía del Espíritu Santo, que
han tenido hasta el momento un trágico desenlace con numerosas muertes y personas heridas. Uno de
los asistentes recordó que en el mes de diciembre de 1992, ocurrió un incendio
en ese mismo lugar, cosa que le constaba
porque desde entonces vive en la Calle
de Bahía de Banderas, frente a la Torre, incendio que se consideró provocado
para ocultar el fraude verificado en la compra de dos barcos petroleros, “Abkatún
y Cantarell”, y que según se comentó en el barrio, se destruyeron todos los
documentos relativos a esas operaciones.
Se provocó de inmediato una
discusión, y uno de los asistentes propuso que nos constituyéramos en “Sala de
la Suprema Corte” y por votación,
después de oír argumentos en pro y en contra decidiéramos cual debía ser
nuestra opinión. Otro de los presentes,
en franca broma, señaló que si nos
íbamos a constituir en Sala de la Suprema Corte, “que no fuera la segunda, porque es muy influenciable y variable en sus
resoluciones”. Reímos y nos constituimos
pues en una falsa Primera Sala y comenzaron las discusiones.
Por unanimidad de cinco votos,
estimamos que era un sabotaje provocado, tal vez con el mismo objetivo que
causo el anterior incendio en el
Departamento de Contabilidad de la Paraestatal. Se comentó que en ésta ocasión no
fue un simple incendio, sino dos
explosiones que oyeron claramente los
vecinos que viven en la Calle de Bahía
de Banderas. Respecto a la sospecha de sabotaje, hubo unanimidad de cinco
votos, porque como argumentamos todos, en un departamento de contabilidad de
cualquier empresa, grande o pequeña, hay computadoras, y papeles y más papeles que al menos hasta
hoy, se ha sabido que no explotan.
Respecto a la forma en que se ha
tratado de resolver el problema, surgieron críticas por lo sospechoso que
resulta que se haya corrido,
literalmente, al personal de la
Benemérita Cruz Roja para sustituirlo por personal militar, y retirado de sus instalaciones a los heridos
que atendía ya, uno de los cuales, señaló la prensa, falleció durante su traslado a otro hospital.
Se mencionó la gran preocupación del Presiente de la República y su constante presencia en el lugar de los
hechos….
Uno de los asistentes al desayuno
acotó que en su opinión, el sabotaje si
existió, solo que por error, los artefactos explosivos funcionaron antes de lo
planeado, con toda seguridad para el momento en que la oficina de la Torre
B-2, se encontrara ya sin
trabajadores, por lo que a quién debía
buscarse y castigarse, es
precisamente al autor de ese
error, quizá involuntario, que ocasionó más de treinta muertos, muchos heridos y pérdida de valiosos
documentos, razonando como abogado penalista que es, que se trata
de un delito por imprudencia por el que …hasta cabe la libertad bajo fianza, en el caso de que “fuera detenido”. Total,
que ¡desde el punto de vista estrictamente legal, ¡es un caso sin importancia!,
…..Acordamos los asistentes en dejar de funcionar como Alto Tribunal, y dejar las cosas como están. Otro de los asistentes señaló que de todos
modos el responsable verdadero será sancionado…por su conciencia, y nos recitó
una parte del poema de Gaspar Núñez de
Arce, “El Vértigo”, que,
obviamente escribí y les regalo a mis queridos y pacientes lectores.
“…Conciencia
nunca dormida
mudo y pertinaz testigo
que no dejas sin castigo
ningún crimen en la vida
La ley calla, el mundo olvida
mas, quien sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
que a solas con el pecado
fueses tu para el culpado
Delator, Juez, y Verdugo…”
mudo y pertinaz testigo
que no dejas sin castigo
ningún crimen en la vida
La ley calla, el mundo olvida
mas, quien sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
que a solas con el pecado
fueses tu para el culpado
Delator, Juez, y Verdugo…”
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