Joaquín Ortega Arenas,
Hace
ya doscientos años que José María Morelos y Pavón, hijo de Manuel Morelos,
carpintero de ascendencia india, y de Juana María Pérez Pavón, una criolla cuyo
padre había sido maestro de escuela en la ciudad, educado en principio por su madre y cuyos,
primeros años nos son desconocidos y solo se tiene constancia de que , entre
otras ocupaciones se encuentra la de haber conducido una recua de mulas con la
que traía las mercancías que llegaban en
la Nao de Manila al Puerto de Acapulco a la Ciudad de México, que ante la
insistencia de su madre estudió la carrera eclesiástica en el Colegio de San
Nicolás, en Valladolid, (hoy Morelia en su honor), en la que conoció a Don
Miguel Hidalgo, Rector de esa institución. Ejerció el Sacerdocio en Carácuaro, Nocupétaro y Churumuco y se incorporó a la guerra libertaria en Charo cuando el Padre Hidalgo lo designó
“Comandante Insurgente del Sur del País.
En Noviembre de 1811,
expidió el “Bando de Aguacatillo”,
en el que proclamó las primeras garantías individuales en nuestra historia.
Sin embargo, lo más
importante de la “Epopeya que sintéticamente relatamos, fue el discurso
pronunciado por Morelos, el 14 de septiembre de 1813, que intituló “Los Sentimientos de la Nación”, en el que señalo…
1. Declarar la independencia y libertad de América de España, de cualquier otra
Nación, gobierno o monarquía.
2- Reafirmar la religión católica como la única
aceptada sin tolerancia de otra.
5.- Establecer que la soberanía dimanaría del pueblo
y del Supremo Congreso Nacional Americano compuesto por
representantes de cada provincia en igualdad de números, eliminándose la figura
del rey de España.
6.- Una vez reconocida la soberanía de la nación y
con una política inspirada en la Revolución francesa, el gobierno se dividiría en tres poderes:
legislativo, ejecutivo y judicial.
9.- Con la finalidad de proteger a los americanos,
los empleos quedarían reservados para estos.
11.- Se cambiaría la forma de gobierno, se
eliminaría el sistema monárquico y se establecería un gobierno liberal.
12.- Socialmente se pretende una mayor igualdad,
reduciendo el tiempo de los jornales y se debe procurar mejores costumbres para
las clases marginadas. De esta manera Morelos exhortó al Congreso trazar leyes
para moderar la opulencia y la pobreza y lograr así una mayor igualdad social
15.- Se proscribe la esclavitud y la distinción de
castas para siempre y todos queden iguales.
22.- Se desaparecen las alcabalas, estancos y el
tributo de los indígenas.
“Promulgó
la primera Constitución, (Apatzingán, 1815).
La vida de Morelos, es
en sí, la “Epopeya Inigualable” que
da nombre a este ensayo, en que relatamos “El
Sitio de Cuautla”, entre el 19 de febrero y el 2 de mayo de 1812.
El ejército insurgente fue sitiado por las
tropas españolas comandadas por Félix María Calleja. Los insurgentes resistieron setenta y tres
días el sitio impuesto por los realistas y en más de una ocasión intentaron
romper el cerco. Hubo una ocasión en que Félix María Calleja estaba por tomar el barrio
de San Diego, pero un niño militar insurgente, Narciso Mendoza, de solo doce
años, del Batallón infantil CREADO POR Morelos, conocido con el
nombre de “Los Emulantes” que estuvo a cargo de Juan Nepomuceno Almonte,
hijo biológico de José María Morelos y Pavón,
cargó el cañón ubicado en la calle por
donde pretendían entrar y lo disparó.
Los atacantes que sobrevivieron a la descarga huyeron, y los Generales Galeana y Matamoros volvieron a la población. Los insurgentes se
mostraban incapaces de organizar una fuerza exterior que atacase al jefe
realista por la espalda, el agotamiento de los víveres, la falta de agua y el
acoso de las epidemias diezmaron los efectivos de Morelos y le obligaron a
organizar una salida arriesgada, que culminó con notable éxito.
Romper el Sitio de forma
tal, determinó que la proeza guerrera
alcanzara una difusión internacional y se conoció una opinión de Napoleón
Bonaparte que lamentó, “NO TENER UN
GENERAL COMO JOSÉ MARÍA MORELOS”
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