Joaquín Ortega Arenas
¡TIEMPO DE ELECCIONES! Está a punto de concluir un sexenio más en nuestra vida política, y este querido País nuestro parece “barco al garete”. No siempre ha sido así. Concluida aparentemente “la bola” que causó un millón de muertes (1910-1919), el relativo triunfador Venustiano Carranza fue “electo Presidente y tomó posesión el mes de abril de 1917. No concluyó su período, fue asesinado el 20 de mayo de 1920 sin que se haya averiguado plenamente ese suceso. Los diarios de la Capital publicaron que el Señor Presidente de había suicidado ¿quién lo creyera?; Adolfo de la Huerta lo sustituyó y en un lapso de cinco meses logró, sin disparar un sólo tiro la pacificación total del País, el pago de la Deuda Pública y la recuperación del fraude perpetrado por el Banco de Londres y México al Gobierno. Entregó el Poder a Álvaro Obregón que, ¿quién lo creyera?, celebró en el año de 1923 los famosos “Tratados de Bucareli”, mediante los cuales gravó nuestra independencia hasta el año de 2023 a favor de los Estados Unidos; entregó el cargo a Plutarco Elías Campuzano (Calles) que, ¿quién lo creyera?, modificó la Constitución para dar entrada a la Reelección de Álvaro Obregón. Desgraciadamente, los tres candidatos a suceder a Plutarco, ¿quién lo creyera? ¡fueron asesinados! Dos, durante su campaña, Francisco Serrano, en el paraje conocido como Huitzilac en la carretera México Cuernavaca. Un testigo presencial nos relató hace ya muchos años que, el General Obregón fue al local en el que funcionaba la Escuela Médico Militar al que fueron traídos los cadáveres de Serrano y sus doce compañeros; el cadáver de Serrano estaba boca abajo y el General con el pie lo volteó y con gran sorna dijo ¡Mira nomás, Pancho, como te dejaron! El General Arnulfo R. Gómez, fue asesinado en el Panteón de Coatepec, Veracruz, después de haber sido sacado de su cama en la que se encontraba víctima de una tremenda gripe. El candidato vencedor en las elecciones, Álvaro Obregón , fue asesinado el día 18 de julio de 1928 en el Restaurante “La Bombilla” en San Ángel, de diecinueve balazos, cosa que se puede corroborar con la lectura del certificado de la Autopsia que le fue practicada en Culiacán, en la Delegación de la Secretaría de Salubridad cuando, camino de Huatabampo, iba el cadáver ya en descomposición, hoy anexado al expediente formado en el proceso en contra de José de León Toral, en el Archivo del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal). Emilio Portes Gil, fue presidente sustituto del 1 de diciembre de 1928 al 4 de abril de 1930, y en ese lapso, terminó con el conflicto “artificial de la “Guerra Cristera”. Lo sucedió Pascual Ortiz Rubio, traído expresamente de Brasil en donde era Embajador, para contender contra José Vasconcelos en las primeras elecciones en las que postuló candidato el Partido Nacional Revolucionario, (PNR) primero de la lista de los Partidos Oficiales monopolizadores del Poder hasta el año 2000. El Ingeniero Ortiz Rubio, no pudo soportar la dictadura encubierta del General Plutarco y renunció en el año de 1932, en que el Congreso designó como sustituto al General Abelardo Rodríguez, conocido como el “agente de negocios” de Plutarco. Siguió más que como Gobernante, como agente de negocios y ¿quién lo creyera?, fundó grandes casinos y casas de juego que causaron serias pérdidas a las casas de juego norteamericanas, por lo que su sucesor, Lázaro Cárdenas del Río que, a pesar de las sospechas que levantaron sus intervenciones en el asesinato de Carranza, fue el arrollador candidato del Partido Oficial, tradicional “ganador” de elecciones amañadas durante sesenta y seis años. Posiblemente a sugerencia del Gobierno Norteamericano, CLAUSURÓ los garitos de Abelardo. Lo sucedió su incondicional seguidor Manuel Ávila Camacho, bonachón y consecuente que permitió lo desmanes de su hermanito Maximino, hasta que un fortuito envenenamiento acabó con él, permitiendo ¿quién lo creyera? la llegada del primer civil electo, a la Presidencia de la República, Miguel Alemán Valdés. Simpático, sonriente y voraz, una de sus metas fue, ¿quien lo creyera?, enriquecerse con todo y de todo. El insobornable “juez pueblo”, acuñó una leyenda histórica y repetía que los grandes males de este País, eran: “La pata de Santa Ana; el brazo de Obregón y la uñas de este … “dientón”. Concluyó el sexenio y lo sucedió, otra vez ¿quien lo creyera?, por dedazo, Don Adolfo Ruiz Cortines, persona de edad, discreta y enérgica que salvo los abusos de su señora esposa e hijos, hizo un buen gobierno. Vino Adolfo López Mateos, simulador de todo a todo, porque ¿quien lo creyera?, era guatemalteco, ya que nació en Cacahuatán, Guatemala y se convirtió en mexicano mediante una información testimonial. Superficial, mujeriego y enemigo de los trabajadores, heredó, vía partido oficial, el gobierno a Gustavo Díaz Ordaz, bilioso, intolerante y asesino que como ha sucedido y seguirá sucediendo, recordó aquel viejo refrán de que no hay mejor enemigo que el enemigo muerto y lo puso en práctica con los siempre rebeldes estudiantes el 2 de octubre de 1958, olvidando que la juventud culta por capricho de la vida, siempre será rebelde. Dejó su puesto a su Secretario de Gobernación, Luís Echeverría Álvarez que ¿quién lo creyera?, siguió el mismo camino de “excluir” a sus enemigos. La sociedad quiso cobrarle esa conducta y ¿quien lo creyera?, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró de toda culpa en la que entonces se llamó “la guerra sucia”. Heredó el cargo a su hermano por elección José López Portillo que, irresponsable y soñador enamoradizo ¿quién lo creyera?, expropió la Banca, la puso en manos de incompetentes y dejó el cargo, vía partido oficial a su Secretario de Programación y Presupuesto Miguel de la Madrid Hurtado, tecnócrata que inició ese negro período de nuestra historia que el sabio pueblo ha intitulado “La treintena trágica”. Todo ha ido de mal en peor. Se vendieron los Bancos a Extranjeros; se han perpetrado fraudes que han precipitado la ruina del País, como “El Rescate Carretero”, “El Rescate bancario”, etc., y el peor de todos, ¿quién lo creyera?, su sucesor Carlos Salinas de Gortari abrió la puerta para la llegada de extranjeros a la Presidencia de la República. Dejó al País en virtual Estado de quiebra que se puso en evidencia con el “efecto tequila” que estalló en el mes de diciembre de 1994, a los veinte días de haber abandonado el poder. Se inició un sexenio devastador sobre todo para el pueblo a cargo de otro tecnócrata, Ernesto Zedillo Ponce de León. Preparado el camino con los cambios hechos a la Constitución, se dio el “cambio” y se eligió Presidente de la República a un semianalfabeta hijo de Padre norteamericano y madre española, Vicente Fox Quesada y ¿quién lo creyera?, las cosas han empeorado hasta el infinito. Por Decreto se declaró desparecidos los Ferrocarriles y se remataron sus bienes a 0.68 centavos kilo. Nada se ha publicado sobre el o los compradores, pero hoy circulan por todas las vías Ferrocarriles con bandera norteamericana. Se han entregado todos o casi todos los bienes patrios a extranjeros; El saldo de los pasivos del País es de 5.5 billones de pesos y se contraen nuevos préstamos sólo para cubrir intereses; la Guerra contra el Crimen Organizado tiene un saldo de más de cincuenta mil muertes y doce mil desparecidos; se han entregado, poco a poco los bienes y servicios de Petróleos Mexicanos a extranjeros: la Auditoría Superior de la Federación denuncia que Pemex maneja en el exterior una tesorería paralela en la que la Casa JP Morgan administra los recursos; que Al cierre de 2010 se movió un exceso de efectivo por alrededor de mil 700 millones de dólares; y que Con las filiales en el extranjero busca evitar que se le finquen responsabilidades en México ¿quién lo creyera?
El ambiente político está tan viciado que, los “Partidos” en el poder y tradicionalmente ganador hasta antes del “cambio, están postulando como candidatos a personas totalmente inviables. Existiendo hombres de valía reconocida como el Dr. Antonio Córdoba, ex secretario de Salud, el Parido en el Poder postuló como su candidato en Guanajuato al operador financiero del actual gobernador; el antes invencible PRI, postula como candidato a la Presidencia al ex gobernador del Estado de México, visiblemente analfabeta, descendiente directo de dos ya difuntos gobernadores del Estado de México (Grupo Atlacomulco), fatuo y “orgullosamente” multimillonario ya. El Parido en el Poder, postula a una inocente dama. Todas esas cosas tan negativas para México. Los mexicanos, las permitimos sin chistar ¿Quién lo creyera?
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