Joaquín Ortega Arenas.
El concepto de “democracia” tuvo su origen en Atenas,
el Siglo V antes de nuestra era,
y se forma al combinar los vocablos demos (que se traduce como “pueblo”
y kratós (que puede entenderse como “poder” y “gobierno”.
Señalan algunos autores que “…es un sistema que permite organizar un
conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino
que se distribuye entre todos “los ciudadanos”. Por lo tanto, las
decisiones se toman según la opinión de la mayoría…” y es entonces en
los que se va diluyendo “...el gobierno
del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…” con el que Abraham Lincoln la
definió. Legalmente se va centralizando
el LOS CIUDADANOS, lo que resulta lógico, dada la incapacidad de los menores
para tomar decisiones, sobre todo, políticas.
Para
los clásicos, Platón y Aristóteles, la monarquía es el gobierno que se
concentra en una única persona, la democracia es el gobierno “de la
multitud” (Platón) o “de la mayoría” (Aristóteles).
En México, los
artículos 34, 35, 39, 40 y 49 de la Constitución, (cada día más devaluada), señalan:
ARTÍCULO 34 -
Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad
de mexicanos, reúnan, además los siguientes requisitos:
I. Haber
cumplido dieciocho años; y
II. Tener un
modo honesto de vivir.
ARTÍCULO 35 - Son prerrogativas del ciudadano:
I. Votar en las
elecciones populares;
II. Poder ser
votado para todos los cargos de elección popular y nombrado para cualquier otro
empleo o comisión teniendo las calidades que establezca la ley;
ARTÍCULO 39. La soberanía nacional reside esencial y
originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se
instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable
derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
ARTÍCULO 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una
República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una
federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
ARTÍCULO 49 - El Supremo Poder de la Federación se divide, para
su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
No
podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación,
ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades
extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el
artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del
artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar.
Sin embargo, las “necesidades
variables” de los gobiernos que se
han sucedido, ha cambiado totalmente el panorama legal. Inicialmente se estableció la elección “democrática de todos los funcionarios” pero,
llegó al poder el que sigue siendo el inspirador de nuestra democracia, DON ANTONIO DE PADUA MARÍA SEVERINO LÓPEZ DE
SANTA ANNA Y PÉREZ DE LEBRÓN, once veces Presidente de la República, que aprovechando la propuesta de los
diputados Yucatecos para la aceptación del Juicio de Amparo, al aprobarse “ El Acta Constitutiva y de Reformas, en 1847 el día 10 de mayo de ese año…”, cuando
el ruido de los cañones norteamericanos ya ensordecía casi la gran
Ciudad …”, de la mano de su alfil, Mariano Otero, logró que se aprobara
la propuesta de los diputados Yucatecos encabezados por Manuel Crescencio Rejón,
pero totalmente castrada, ya que si bien estableció las garantías individuales para
todos los habitantes de la República, estableció el monopolio de la impartición de
justicia por la Federación, dejando a un
lado la soberanía de los estados federados, lo que se ha transformado en la
forma de ejercer “veladamente”, una perfecta dictadura centralista. Los Estados no
pueden ejercer su propia justicia, ni hacer valer sus leyes, necesariamente
acordes con las regiones en que se encuentran…¡SOLO LA FEDERACIÓN!
No todo
lo que hizo fue malo, adoptó
elecciones directas para diputados, senadores, presidente de la República y
miembros de la Suprema Corte,
que desgraciadamente han sido
poco a poco anuladas por otros distinguidísimos árbitros perenes de nuestra
vida política, como Victoriano Huerta que cambió la elección directa de los
ministros de la Suprema Corte de Justicia, por su “designación” amañada por el Presidente de la Republica, adoptada
con gran beneplácito por Venustiano Carraza en la Constitución de 1917, y
lógicamente perpetrada hasta la fecha.
En
contraste con esos sistemas, un nuevo
político latinoamericano, Juan Evo Morales Ayma; ex líder del movimiento
cocalero boliviano. Presidente electo de la República de Bolivia desde el 18 de diciembre de 2005, Primer indígena en la historia de Bolivia que
ha alcanzado la jefatura del estado, en un país en el que más de la mitad de la
población es indígena, estableció desde el año de 2010, que los ciudadanos pueden elegir a los jueces de la Corte Suprema por voto
directo, porque así es el pueblo quien puede exigirles una estricta administración de justicia, y
“…no quienes los hayan designado…”
Hemos
leído parte de su biografía, y la copiamos en seguida.
“…Nacido en la pobreza, Evo Morales fue el segundo de tres hermanos
en una humilde familia aymara que residía en una pequeña aldea rural del
altiplano boliviano. Dionisio Morales, María Aymara y sus hijos subsistían en
condiciones de extrema penuria, con los pocos recursos que extraían de las
labores agrícolas y ganaderas, en una vivienda minúscula de adobe y paja. El
pequeño Evo compaginaba sus primeros años de formación escolar con las tareas
de labranza y pastoreo. Entre los cinco y los siete años no estuvo escolarizado
porque la familia se trasladó a Jujuy (Argentina) para trabajar en los
cañaverales azucareros.
De vuelta en su pueblo natal, Evo
retomó los estudios, aunque la miseria obligaba a sus padres a emprender viajes
ocasionales en busca de sustento y el chico se ausentaba habitualmente de la
escuela. Para cursar la secundaria se desplazó hasta Oruro, la capital del
departamento, e ingresó en un colegio de estudiantes sin recursos. Logró pagar
sus clases y su estancia en la ciudad con trabajos diversos como albañil, panadero
e incluso trompetista, y en 1977 se
graduó como bachiller. Aquel día fue, según testimonio del propio Morales, el
último de su vida en que se vistió con el traje y la corbata de la clase
dominante….”
Estoy atónito, estupefacto ¡UN INDIO QUE GANA DEMOCRÁTICAMENTE LA
PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA DE BOLIVIA; QUE CON EL PLENO APOYO DE SUS VOTANTES LOGRA
EL RECONOCIMIENTO DE ESA ELECCIÓN, ….Y ABANDONA EL CONTROL DEL PODER
JUDICIAL….!
¡SIN
COMENTARIOS! ….Ni siquiera se me ocurren!
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