Joaquín Ortega
Arenas.
¡ Parece mentira
y…desgraciadamente no lo es!
Vivimos en México y
todo el entorno legal que rige nuestra vida, está basado en simulaciones.
Para empezar, en
México no existe una Federación, porque los Estados no son libres ni soberanos.
Una Federación, es por definición, la acción de unir mediante alianza, liga,
unión o pacto entre varios estados. (Del latín, foederare, unir ).
La Constitución de
1824, estableció el régimen federal, en contra de la opinión del Diputado
neolonés Servando Teresa de Mier, quien señalaba que no se estaba verificando
una unión de estados soberanos, sino la continuación de un régimen centralista
como lo era el monárquico español.
La Federación la conforman los estados ya
existentes que, al unirse, se comprometen a aportar y sufragar los gastos que
la federación demanda, en la medida de las posibilidades de cada uno. Como
señalamos, en México, la Federación creó los estados que la iban a componer y
ha seguido creando nuevos estados.
Desde los tiempos de
Antonio López de Santa Anna, la “falsa” Federación Mexicana administra el total de los
ingresos del País y los distribuye a su antojo, estableciendo cuál o cuáles,
graciosamente, permite obtener a los "estados".
Surgió con el tiempo
el descontento con la "federación", y se ha ido buscando la forma de
que continúe el estado de cosas falso en que se vive. ¿Cómo lo han logrado?
El imperio de la Ley se encuentra en México
limitado al arbitrio y decisiones presidenciales, y en los 190 años
transcurridos desde que se estableció el régimen federalista por el Congreso de
1823-1824, se ha venido fraguando la desaparición total de ese sistema
político, hasta llegar nuevamente a un virtual absolutismo monárquico en el que
han quedado aniquilados la propia federación y la democracia representada por
el voto libre y soberano de los ciudadanos.
¿Cómo se ha llegado a ese extremo? Desvirtuando uno a uno
los principios fundamentales del régimen federal y de la democracia. El primero
que dejó de tener vigencia , es el que reza que los Estados son "... libres y soberanos en todo lo
concerniente a su régimen interior..." anulado por el establecimiento
del Juicio de Amparo que desde el
gobierno de Santa Anna, ha determinado
que el régimen interior de los "estados",
se vea sujeto en todo y por todo a las resoluciones que dicte el Poder Judicial
Federal, derivado de la perversión total del primitivo juicio de amparo con el que a mediados del
Siglo XIX, pretendió sin éxito alguno Manuel Crescencio Rejón, poner coto a los
abusos de poder y violaciones constitucionales constantemente efectuados por
los gobiernos militares que sucedieron al de la Corona, al plantear la necesidad de que respetando la
soberanía de los estados presuntamente federados, se pusiera en manos de los
Jueces de Primera Instancia y los Tribunales del Fuero común la potestad de amparar a «...los
que les pidan su protección contra cualesquiera funcionarios que no
correspondan al orden judicial, decidiendo, breve y sumariamente las
cuestiones que se susciten sobre los asuntos indicados..» , es decir, la facultad de interpretar y cumplir la Constitución
Federal.
La proposición de Manuel Crescencio Rejón, que revivía los viejos
recursos de fuerza y de poder existentes
en España en tiempos de Alfonso el Sabio y en Suiza en los de Guillermo
Tell, quedó totalmente desvirtuada por la
intervención del Presidente Antonio López de Santa Anna, quien determinó
que esas facultades se reservaran por siempre a la Justicia Federal,
limitando la soberanía de los Estados
Federados mediante los artículos 22 y 25 del Acta Constitutiva y
de Reformas, sancionada por el Congreso Extraordinario Constituyente de los
Estados Unidos Mexicanos el 18 de mayo de 1847,
que a la carrera, casi clandestinamente, y mientras México era invadido
por los norteamericanos, redactó el rico joven jalisciense Mariano Otero y en
el que estableció la competencia única y exclusiva de los Tribunales de la
Federación, los que igualmente conservaban la facultad de sentencia o dictamen,
para aplicar la Constitución. Se estableció además el “principio
Otero”, que limitó la procedencia
del juicio de amparo, “solo a instancia
de parte agraviada” tan celebrado
por nuestros abogados, ignorantes no sólo del derecho, sino de la historia
patria, el cual fue, a no dudarlo, el primer golpe bajo a la soberanía de los
Estados, agravado después el 12 de noviembre de 1908 en plena dictadura
porfiriana, cuando se amplió la esfera
de procedencia del juicio de amparo a
asuntos que “… correspondan al orden
judicial ..”
Así, toda autoridad
puede realizar actos inconstitucionales. Una ley, aun habiendo sido declarada
inconstitucional, puede seguirse aplicando a quienes no ganaron un amparo
contra ella; los jueces comunes pueden aplicar leyes y ejercer acciones
inconstitucionales, porque la constitucionalidad de los actos solo puede
decidirla la Federación.
Para consolidar el
sistema absolutista actualmente en
vigor, el 4 de junio de 1914, durante el gobierno de Victoriano Huerta, se hizo la reforma al artículo 92
Constitucional en la que se determinó que
«…los Ministros de la Suprema Corte
serán electos por el Senado en escrutinio secreto y precisamente entre las
personas que proponga en terna el Presidente de la República...»
principio que acogió, con un
inmenso placer, la Constitución vigente
. Terminó de golpe la democracia en la
elección de los individuos del Poder Judicial, sustituida por el “nombramiento”, y con ella concluyó también la independencia del mismo, pues normalmente debe
considerarse causa de inhabilitación de un juzgador, participar
como tal juzgando a su benefactor, es decir, a quien debe su
“nombramiento”, lo que en México, ¡ni soñarlo!
En 1994 se crearon con nuevas
reformas a la Constitución, los
Tribunales Electorales, entre cuyas funciones está la de anular la elección de cualquier tipo de
funcionarios; y no cuesta ningún esfuerzo concluir que, con esta medida ha
muerto la democracia, ya que el voto “libre
y soberano” de los ciudadanos, puede
ser declarado nulo por los tribunales electorales del Poder Judicial
Federal sin siquiera tomar en
consideración a los ilusos que lo emitieron.
A lo largo de los noventa y cuatro años de vigencia de la actual Constitución
mexicana se ha reformado más de dos mil veces
y en esas reformas se han venido estableciendo fueros y privilegios
corporativos y monopolios que reservan a favor del estado el ejercicio de
las libertades civiles y los derechos humanos.
Se ha establecido, por norma constitucional, el trabajo legislativo
mediante el funcionamiento de fracciones parlamentarias y con esa medida ha
desparecido la esencia de la representación popular directa de los habitantes
de cada región del País. De hecho, ya no existen los representantes populares.
Han sido substituidos por fracciones de
los partidos políticos aceptados por la
Federación que, en las discusiones de
leyes o proyectos en las Cámaras legislativas, deben votar por consigna
partidaria, en masa, y lo que es peor,
una buena parte de diputados y senadores ya no son electos por el pueblo,
directamente, en forma democrática.
Ahora son “propuestos” por los partidos aceptados y financiados por la
federación.
Las medidas legales “adoptadas” constituyen un cáncer que ha minado
nuestras instituciones democráticas, y la cura necesaria debe ser radical. Extirparla,
pero ¿cómo?
El
Juicio de amparo fue en el Siglo XIX una necesidad para limitar los abusos del poder, y constituyó un medio de defensa eficaz para
los ciudadanos, aun con las limitaciones impuestas por Santa Anna. Hoy se ha convertido en un arma en manos del
ejecutivo y en contra de los ciudadanos. El monopolio constitucional de la
legalidad de los actos públicos y privados, por
un Poder Judicial monstruoso,
corrupto y al servicio del ejecutivo nos ha llevado a una simple simulación de
estado de derecho, y
¿QUÉ HACER, SI
LA REBELDÍA PUEDE DERIVAR HASTA EN UN
DESTIERRO LEGAL …“HASTA SONORA”?
2 comentarios:
Blogger JORGE MANUEL LOPEZ HERNANDEZ dijo...
LA COLECCION DE PERIODICOS EL BUEN OBRERO SE LA PRESTE A JOAQUIN ORTEGA ESQUIVEL Y AUN Y CUANDO SE LO HE SOLICITADO EN VARIAS OCASIONES, NO ME LA HA REGRESADO, POR LO QUE, TE PIDO POR FAVOR TIO JOAQUIN QUE ME LA REGRESES. ATTE JORGE LOPEZ HERNANDEZ 0445515114301
2:19 p.m.
Blogger JORGE MANUEL LOPEZ HERNANDEZ dijo...
LA COLECCION DE PERIODICOS EL BUEN OBRERO ME LA DEJO MI ABUELA A MI, YA SU AUTOR FUE SU PADRE DON GAMALIEL ARENAS, YO SE LA PRESTE A JOAQUIN ORTEGA ESQUIVEL Y AUN Y CUANDO SE LO HE SOLICITADO EN VARIAS OCASIONES, NO ME LA HA REGRESADO, POR LO QUE, TE PIDO POR FAVOR TIO JOAQUIN QUE ME LA REGRESES. ATTE JORGE LOPEZ HERNANDEZ 0445515114301
2:19 p.m.
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