LOS DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO.

Joaquín Ortega arenas. El 14 de julio de 1789, con la toma de la Bastilla, lóbrega cárcel ubicada en la Ciudad de París, se inició el reconocimiento de los derechos humanos que culminó el 26 de agosto de de 1789, en que la Asamblea Nacional convocada por los triunfantes de la Revolución Francesa; una vez caída la monarquía, votaron unánimemente: “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. París (26 de agosto de 1789) Los representantes del pueblo francés, constituidos en Asamblea nacional, considerando que la ignorancia, el olvido o el menosprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre, a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes; a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo, al poder cotejarse a cada instante con la finalidad de toda institución política, sean más respetados y para que las reclamaciones de los ciudadanos, en adelante fundadas en principios simples e indiscutibles, redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos. En consecuencia, la Asamblea nacional reconoce y declara, en presencia del Ser Supremo y bajo sus auspicios, los siguientes derechos del hombre y del ciudadano:…” A decir verdad la única verdadera revolución en la historia de la humanidad es y ha sido la Revolución Francesa que plasmó en el Código Civil Francés de 1790, “Los derechos del hombre y del ciudadano”, presuntivamente aceptados de inmediato por el mundo entero, que han determinado un cambio total en la concepción de todos los derechos posteriores a la misma. Pero ¿los derechos del hombre y del ciudadano? existen desde que esa declaración se produjo? ¡No! Existen, paradójicamente, desde que el hombre es hombre. Desde que es homo faber, homo sapiens. Desde que, dotado de una razón e inteligencia de las que no existe otra criatura en el mundo que comparta esa bendición, unida al dedo pulgar del que también nos dotó la naturaleza que nos ha permitido un desarrollo único en todos los órdenes de la vida. Desgraciadamente la inteligencia y razón no ha sido igual entre los hombres; a unos los ha dotado de una mayor capacidad de comprensión y aprendizaje que los diferencia de otros que no han recibido ese don, estableciendo notables diferencias que han dado como resultado el abuso permanente de los mejor dotados en perjuicio de los que no lo han sido. Esa disparidad ha ocasionado que el hombre desde su pasado más remoto se haya convertido en el “ homo homini lupus”, (el hombre lobo del hombre) y con ello ha negado al más débil, al de menor inteligencia, todo reconocimiento y todo derecho. Es más, sabedor de su superioridad ha hecho lo imposible para evitar que aquellos de más tardío entendimiento logren llegar a tenerlo. La esclavitud, quizá el peor flagelo de la humanidad, desgraciadamente en forma ilícita, pero existe hasta hoy. La antigüedad de las diversas civilizaciones, es otro factor de desigualdad entre los hombres y de discriminación de los que primero alcanzaron un grado de civilización y los que tuvieron un más lento desarrollo. Los DERECHOS HUMANOS EN VERDAD SOLO EXISTEN como argumentos demagógicos. ¿Cuáles son los derechos humanos fundamentales? El respeto a la vida, y la humanidad en toda su historia se ha encargado de violentar ese derecho por nada y por todo. Por diferencia de credos, se asesina diariamente a millones de seres. Por diferencia de fortunas la situación no es otra. Valido de miles de pretextos, el rico, ya sea país o sujeto individual, para conservar su status, no tiene escrúpulo alguno para asesinar a aquel que estorba sus negocios o sus deseos. En el Medio Oriente, existe un estado de guerra perpetua por un pedazo de terreno. Ramón López Velarde, el Poeta de México, escribió “…El niño Dios de escrituró un establo, Y tus veneros de petróleo, el Diablo…” y, esa maldición no sólo ha flagelado a Nuestra Patria, ha flagelado y sigue flagelando a todos aquellos países que tuvieron y tienen la desgracia de guardar en su subsuelo ese tan buscado energético cuya tenencia conlleva el desconocimiento de todos los DERECHOS HUMANOS de aquellos “afortunados” que lo poseen. Sin embargo, es México, nuestro querido País, la vanguardia de la negación de los derechos humanos, en especial del derecho a la vida. Por Decreto expedido por VICENTE FOX QUESADA y publicado en el Diario Oficial de la Federación de 9 de diciembre de 2005, LA REPRESENTACIÓN NACIONAL, LOS QUINIENTOS DIPUTADOS ELECTOS POR EL PUEBLO MEXICANO, DECRETARON ELIMINAR EL DERECHO A LA VIDA COMO GARANTÍA CONSTITUCIONAL, mediante una increíble reforma al artículo 14 constitucional. El resultado no se ha hecho esperar. Desde el 1 de diciembre de 2006 a la fecha, se han cometido en la Nación más de VEINTICINCO MIL ASESINATOS, casi todos impunes hasta hoy… El derecho a la libertad, en verdad casi no existe ya. Se priva de ella a los ciudadanos no sólo encerrándolos en las cárceles, sino sometiéndolos a verdadera prisión derivada de terrorismo ejercido por el estado mismo, mismo que igual determina una detención ilícita o un sistema impositivo que impide al hombre su desarrollo cabal, o una “levantada” o un “arraigo” infundado o… El derecho a la igualdad, ni soñarlo ni siquiera vale la pena mencionarlo, siempre existe alguien más fuerte… La fraternidad, sueño de la Revolución francesa. Sólo es posible como señala el enunciado, entre hermanos, y fuera de la familia sanguínea, hace mucho tiempo que eso acabó. Hoy tenemos jefes, patrones, socios, etc., pero hermanos….