7/05/2010
EL PROBLEMA GENERAL. ¡NO HAY JUSTICIA!
Joaquín Ortega Arenas
El mundo entero se estremece. Conflictos bélicos por doquier. Crisis económicas generalizadas en el occidente y en América. Inestabilidad personal, social y política, y pérdida total de la confianza. Temor por el futuro inmediato de la humanidad que ha hecho renacer la profecía maya de que el mundo se va a acabar el 23 de diciembre de 2012. El sistema capitalista del occidente se tambalea ante la embestida imparable de los países orientales. China en especial, inundando con sus productos los mercados occidentales antes cerrados a cualquier economía emergente ha puesto en jaque a todas las economías, con la ayuda de Países que hace cincuenta años eran del tercer o cuarto mundo como Corea del Norte. El resurgimiento de Japón después de la debacle de hace sesenta años, desplaza a las grandes fábricas de automóviles dejando a su paso quiebras de lo que parecía férreo e inmutable. El presidente Eisenhauer se ufanaba apenas hace 55 años, de que los problemas de la General Motors “eran los problemas de los Estados Unidos” y hoy esa empresa se debate en una crisis terrible. ¿Por qué? ¿Qué es lo que ha hecho falta a los Países Occidentales que encabezados por los Estados Unidos se encuentran hoy inmersos en ese estado casi catastrófico?
No creo que se necesite un razonamiento muy profundo para encontrar las causas. La crisis generalizada se deriva de una previa crisis de la justicia. Con la justicia existe equilibrio constante. Sin la justicia desequilibrio general. Hay injusticia en el trato que los países “ricos” dan a los países “pobres”. Desde que en los años cuarentas del siglo pasado se creó el Fondo Monetario Internacional tomando como patrón de cambio el dólar oro, sistema que funcionó hasta 1972 y ha sido la causa del trato totalmente injusto hacia los países en desarrollo, que se han endeudado al grado de que el sólo “servicio” de la deuda que tienen, se lleva en ocasiones a más de la mitad de su producto interno bruto. A partir de 1973, el sistema de dominio vía endeudamiento se ha ido erosionando y la situación ha cambiado radicalmente con la entrada al mercado del dinero de China y la India que en conjunto, tienen depósitos de más de un billón de dólares, seguidas muy de cerca por Japón y Alemania. Ni siquiera las guerritas inventadas por los Estados Unidos en Afganistán, Irak, la Faja de Gaza, Palestina, etc., han podido evitar esa situación que genera día a día más injusticia.
¿Cuál es el remedio? Buscar por todos los medios al alcance de la humanidad que la justicia equilibre las relaciones entre los Países y entre los hombres.
México, y duele decirlo, es quizá hoy día uno de los países en los que la carencia absoluta de justicia está minando nuestras vidas, nuestros principios. El Combate contra la Delincuencia Organizada ha arrojado ya un saldo de 22 700 muertos como daño adicional, y en averiguación de esos delitos sólo se han detenido a menos del 2% de los delincuentes necesariamente existentes y dictado 735 sentencias en tres años; se hace un gasto constante y obviamente elevadísimo para mantener “en pie de Guerra” a 96 000 soldados. Los tribunales, Los funcionarios judiciales, antes mal pagados, hoy reciben sueldos con los que el Estado Mexicano asegura su servilismo, y, todos están sujetos a la ley de la oferta y la demanda sin que exista justicia que ponga remedio a esa gravísima lacra.
Lo peor, podemos pensar que el País, todo está en venta. “…México "es un negocio que da utilidades", por eso dos mil 300 empresas españolas están en el país,..” dijo el presidente Felipe Calderón en una entrevista a la tv. Española. Por cada una de esas dos mil empresas, a las que en forma totalmente injusta se le ha dado entrada a nuestro País, han quebrado unas mil pequeñas empresas mexicanas. Esta injusticia ha llevado a la calle a más de tres millones de mexicanos que hoy se debaten en la más espantosa desesperación sujetos además a un sistema tributario que podríamos tachar de criminal. Se pagan impuestos por todo y de todo, y siempre al alza. El Impuesto predial el impuesto sobre la renta; energía eléctrica, gasolina, gas doméstico, diesel, han subido en forma diaria desde hace ya nueve años. La llamada “canasta básica,” ha subido en los últimos tres años, casi trescientos por ciento, y los salarios sólo un 6%. El Estado provoca día con día un clima de inseguridad e inestabilidad generalizada con la evidente tendencia a tener a los gobernados sujetos a una constante zozobra….¿Cuál sería la solución?
Mi padre. Joaquín Ortega Guzmán, escribió en el prólogo de su libro “Estudios Jurídicos Constitucionales, Civiles y Mercantiles, (1934) referido a nuestro, País una fórmula que siempre me ha parecido aplicable a todas las situaciones en las que la injusticia impera, en cualquier parte del mundo y a cualquier nivel, en la que señaló
“…las leyes siempre dan ventaja al que sabe atacar, al que sabe defenderse, al que cuenta en su favor con el talento o con los medios pecuniarios, suficientes para ponerlo a su servicio, pero que nunca están al lado de esa hermosa Dulcinea ,(la justicia) víctima inocente de los tiempos, y fomentadora, en su tristeza infinita, de todas las revoluciones, de todos los cataclismos de la historia”
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