Joaquín Ortega Arenas.
¡Vaya, vaya!
En el mes de julio del año 2000, los mexicanos estábamos felices. Había,
pensamos, concluido la “dictadura perfecta” como bautizó Mario
Vargas Llosa al férreo dominio, por la buena o por la mala, que ejercieron a partir del año 1929 los
gobiernos emanados de “la revolución” .
El tiempo y la verdad tardan, pero siempre llega el momento del
desengaño.
Para el Diccionario Espasa Calpe, “alternancia”
es: f.
Sucesión de forma recíproca y repetida de fenómenos, hechos, etc.: alternancia de partidos políticos en el poder.
En las elecciones presidenciales de julio del
año 2000, ¡había triunfado el Partido (de) Acción Nacional y su candidato, el antiguo
Gerente de la
Empresa Transnacional refresquera “Coca Cola Co.”, católico de pura
cepa, rancherón un tanto errático en su proceder, pero ese no podía ser un defecto que
enturbiara nuestro gozo. Nos cegaba la
luz y….no nos detuvimos a ver el lado “obscuro” de la luna.
Su
carrera política había sido meteórica: El
miércoles 6 de julio de 1988, Vicente Fox Quesada fue elegido diputado federal
por el Estado de Guanajuato para la LIV Legislatura. En una de las sesiones en las
que el Colegio Electoral analizaba las elecciones verificadas en el mes de
julio de ese año, el diputado federal Vicente Fox se colocó dos boletas
electorales a manera de orejas de burro para ridiculizar a Carlos Salinas Presidente
electo ya. En el año de 1995, extrañamente fue electo Gobernador del Estado de
Guanajuato, para el período 1995-1999.
Acostumbrados por la colonización española a “Obedecer y
callar”, los inocentes mexicanos ni cuenta nos dimos de que se estaba fraguando
un engaño más al pueblo con una verdadera simulación, a futuro inmediato, que
borrara los setenta años de abusos y crímenes cometidos por el Partido Nacional
Revolucionario, (PNR) creado por el
“Jefe Máximo de la
Revolución, Plutarco Elías Calles en el año de 1928, siendo
sus fundadores Gonzalo N. Santos, Emilio Portes Gil, José Manuel Puig
Casauranc, Manuel Pérez Treviño, Manlio Fabio Altamirano, David Orozco y Aarón Sáenz.
Vino
el “rompimiento” de Calles con el ya Presidente Lázaro Cárdenas, y en 1938 aparentemente iniciado por el ex presidente Emilio
Portes Gil, se consumó la corporativización,
(tipo fascista) del gobierno mexicano; se incorporaron al partido las grandes
centrales obreras y campesinas, para lograr el voto corporativo, masivo y
deducido en las elecciones siguientes, se cambió el nombre de la institución por el
de Partido de la Revolución
Mexicana (PRM).
En
el año de 1946, con la presencia del primer civil electo a la primera
magistratura, se cambió nuevamente el nombre del parido al que actualmente
tiene, “Partido Revolucionario Institucional” (PRI), en el que se heredaron todos los vicios que arrastraba desde
1929.
“A la chitas callando”, como señala el idioma coloquial de los mexicanos, a iniciativa de
Carlos Salinas de Gortari, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se llevó
a cabo la reforma del artículo 82
constitucional, fracción 1a., que fue aprobada por el Senado el 8 de septiembre
de 1993, fue ratificada por 21 legislaturas locales hasta el 23 de junio de
1994, lo que permitió finalmente su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación hasta el 1o. de julio de 1994, quedando así:
Artículo 82. Para ser Presidente
se requiere:
I.
Ser
ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos, hijo de padre
o madre mexicanos y haber residido en el país al menos durante veinte años.
La reforma evidentemente estaba dirigida a
convertir en Presidente de la
República al “osado” diputado que con orejas de burro
bailó en el Colegio Electoral, y así
sucedió.
Como promotor máximo de la “ALTERNANCIA EN EL PODER”, Vicente Fox contendió en las elecciones
del año 2000 y fue electo Presidente. Su desempeño fue fatal en todos los órdenes.
La más despiadada rapiña, el abuso constante, el despojo de fin de sexenio
(diciembre de 2005) a Mexicana de Aviación, el “remate” de los Ferrocarriles
Nacionales y seguir me impediría concluir
en pocas líneas este artículo.
Dejó al terminar su sexenio a otro miembro del
PAN, en medio de un escandaloso FRAUDE ELECTORAL y era obvia la necesidad de
terminar con la
ALTERNANCIA.
Vinieron las elecciones de 2012 y, para
sorpresa del “alternante” Carlos Salinas, un militante de las
“izquierdas” ¡le puso número a la casa! La verdad es que eligieron para candidato a
una persona llena de objeciones, pero
era tiempo de que el primer beneficiario de la ALTERNANCIA, pusiera
el remedio, ¿y quién más que Vicente Fox Quesada? Olvidó su “heroísmo” de oponerse
al PRI, abandonó su posición panista y
PIDIÓ A LOS VOTANTES QUE SUFRAGARAN POR EL PRI, para “volver a empezar”
Los de la ALTERNANCIA QUIEREN QUE QUEDE EN “PRI-AN—PAN-PRI”.
¿CUANTAS
CALAMIDADES DERIVADAS DE ESE CAMBIO NOS ESPERAN? ¿VOLVEREMOS A LOS FRAUDES Y
ASESINATOS COMETIDOS POR LA TERNA PNR,
PRM, PRI?
¡Recemos
por un milagro y que no sea así!
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