Joaquín
Ortega Arenas.
¡Hagamos un poco de ejercicio de memoria! ¿ Cómo se han resuelto los problemas
electorales tradicionalmente en México?
Para que se entiendan mejor los sistemas, haremos uso del idioma
coloquial con el que nuestro pueblo se expresa y ha señalado esos sistemas:
I.-
La “embolia de plomo”; ¡a
balazos han sido eliminados en los lejanos tiempos de Don Porfirio, centenares
de posibles candidatos populares que siguieron desconocidos hasta después de
muertos!
a).- Por “embolia de plomo”;
murieron Francisco I. Madero y
José María Pino Suárez” para dar lugar
al “Presidente” Victoriano Huerta.
b).- Por “embolia
de plomo”; murió Venustiano Carranza
cuando trató de imponer a un Presidente Civil, el Ing. Ignacio Bonillas, y
llegó al cargo, después de un breve y fructífero interinato de Adolfo de la Huerta, el señor General
Álvaro Obregón.
c).-
Dio vuelta la ruleta política y
los candidatos para ocupar la presidencia Francisco Serrano y Arnulfo R. Gómez, murieron “por
embolia de plomo” durante su campaña, y el candidato vencedor, el mismísimo
Álvaro Obregón Salido, “por embolia de
plomo”, murió en el Restaurante “La Bombilla” en la Villa de San Ángel, siendo ya candidato triunfador en las
elecciones de julio de 1928.
d).-
Por un verdadero milagro, el señor Ingeniero Pascual Ortiz Rubio, salió
sólo con la mandíbula herida de un
ataque de “embolia de plomo” sufrido
momentos después de haber tomado posesión del cargo de Presidente de la República. El ingenio popular
acuñó de inmediato una versión chocarrera
de los momentos posteriores al atentado, que corrió de boca en boca como
reguero de pólvora en la que el señor Presidente, trasladado a bordo del automóvil
en el que se encontraba en el momento del atentado , hasta la Cruz Verde, (Esquina de
las calles de Revillagigedo y Victoria) se quejaba por los bruscos movimientos
del vehículo y exclamaba: ¿Qué Calles, pero que Calles”; ya en
el nosocomio, preguntó al médico que lo iba a atender: ¿ Conservaré el hueso, doctor? Y la contestación del galeno fue: “Claro señor Presidente, usted ya había
protestado cuando fue herido”; concluida la operación, el herido preguntó
nuevamente: “¿Podré morder?” Y el médico le constató: “ Sólo lo que le permita el Jefe
Máximo”. De todos modos, el señor
Ingeniero se vio obligado a renunciar poco después.
e).-
El día en que se celebraron las elecciones en el año de 1940, ningún
político resultó afectado por la “embolia
de plomo”, pero se desató una epidemia que abatió a varios cientos o miles
de ciudadanos necios en votar por el candidato de la oposición, Juan Andrew
Almazán.
f).-
El día de las elecciones en el año de 1952, se repitió la historia. Varias decenas o
cientos del votantes contrajeron como por ensalmo la epidemia y fallecieron de “embolia de plomo” por “henriquistas”.
g).- El sistema
fue adoptado de lleno, para gobernar a secas, no sólo en tiempo de elecciones, y Gustavo Díaz Ordaz, con “embolias
de plomo” a bordo, mandó al horno
crematorio del Campo Militar número
1, a centenares, tal vez miles de
estudiantes masacrados el dos de octubre y su digno discípulo Luis Echeverría Álvarez, siguió su noble ejemplo el “jueves de Corpus”
de 1971 y quién sabe cuántos más durante la guerra negra.
h).-
En el sexenio 1988-1994, fallecieron de “embolia de plomo” , entre otros, el candidato a la presidencia de la República Luis
Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu, cuñado del señor
Presidente.
i).- Llegó el dizque “panisno” y las muertes por “embolia de plomo” se han convertido en el pan nuestro de cada día.
Según los cálculos oficiales, ya rebasaron los sesenta mil afectados, mas los
que se sigan acumulando, de esa tremenda
epidemia que no lleva visos de terminar. Desgraciadamente hoy no sólo afecta a mujeres,
niños, hombres ajenos a todo partido y ocupación, sino se ha contagiado a más
de 100 comunicadores.
II.- Siguiendo con
el idioma coloquial de nuestro pueblo, como segundo medio para deshacerse de
políticos embarazos, tenemos “la fiebre
carbonosa” (tradúcelo querido lector
a su significado real, fuerte
cabronazo). De esa plaga han muerto entre otros, Carlos Loret de Mola (padre), Manuel Clouthier, (Maquío) y mi querido amigo
y compañero José Ángel Conchello Dávila.
Basta que en medio de carreteras por las que transitan, un “alocado” conductor
les de un “cerrón” y los mande a la barranca
y ¡”aquí no ha pasado nada!” No
quiero ni imaginar cuántos y cuántos
ciudadanos de oda índole han corrido esa terrible suerte pero estoy
seguro que no han sido “accidentes”.
III.- Los sistemas electorales, además de haber
sido “corporativizados” durante el sexenio trágico, han seguido la pauta del
Partido Oficial de:
a).-
“Urnas electorales embarazadas”.
Cuando llegan a las casillas de
votación, ya están llenas de votos para
el candidato del Partido Oficial
en turno.
b).- La
ciencia cibernética, no faltaba más, ha asomado su rostro a los sistemas de elección
con los “electores comprados”. México
es un pobre país y un país pobre, con
más de cincuenta por ciento de sus habitantes en extrema miseria; que no saben leer ni escribir; no tienen
oficio ni beneficio, pero…sus necesidades son infinitas. Algún partido político,
ya oficializado hoy, como si fueran perros les manda mendrugos que devoran por
mera necesidad y, ¡llegó la era cibernética! Apareció un “banco”. Misterioso, “MONEX “ que expide y les está
regalando a los miserables “tarjetas de débito” que globalmente
alcanzan según cifras comprobadas, 701 millones 471 mil 800 pesos a 162
mil 941 mil priistas, entre representantes de casillas y representantes
generales, así como a delegados distritales. Concluida la justa electoral, como son tarjetas de débito, queda automáticamente
cancelada la cuenta.
¿Será
posible que el flamantísimo INSTITUTO FEDERA ELECTORAL, ¡tan justo!,¡tan
imparcial! ¡tan eficiente! DEJE PASAR ESA SITUACIÓN ¡TAN IRREGULAR!, y se abstenga de cancelar el registro al
candidato que lo está haciendo?
¡NO!, ¡FRANCAMENTE NOS CUESTA
TRABAJO SIQUIERA SUPONERLO!
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