Joaquín Ortega Arenas.
Es un verdadero milagro que, el destacado escritor praguense, haya
adivinado a fines de su vida cual iba a
ser el porvenir de la Justicia Mexicana. Sus libros póstumos “El
Proceso” y “El Castillo”, han sido ejemplo para nuestro País, que los sigue
paso a paso.
¿Por qué? preguntaras curioso
lector, sigue leyendo:
Quizá el problema de la administración y procuración de justicia sea el más
grave de los muchísimos y gravísimos que confrontamos, desde la abolición en la
Constitución de 1824 del “Juicio de Residencia”.
Las trapacerías, los laberintos, la despiadada conducta de los personales
descritos por Kafka , parecen, ante los nuestros un verdadero juego de niños.
Hace ya más de veinte años, en una reunión de “periodistas” en torno a
Magdalena Saldaña, que dirigía el “Diorama de la Cultura” de “Excélsior”, salió
a la plática el problema que hoy volvemos a comentar, Opiniones por aquí y por
allá, todas sabias y justas. Juan Martínez Ruiz, ( Ráfaga ) señalo en su
inolvidable forma crítica y satírica, que nuestra justicia era sencillamente MACABRA. Magdalena, inteligente y mordaz, le corrigió
empleando una palabra que desde luego,
inventó en ese momento.” --No Juanito, no es macabra, ¡ES MACABRÓNICA”!-- Con todo
respeto, me parece la más perfecta definición de nuestros malhadados sistemas
de impartición y procuración de justicia, inventados, puestos en vigor y nunca
modificados primero, por Antonio López de Santa Anna, después Victoriano Huerta
y como colofón, por todos los gobiernos emanados de los “Partidos Políticos”
inventados por el Jefe Máximo de la Revolución, Plutarco Elías Calles y su
“cachorro” fascista disfrazado de rojo,
titular del ejecutivo en el sexenio delirante 1934-1940 y sus inefables
seguidores.
El artículo 17 de nuestra sacrosanta Constitución, (tan manoseada) señala:
Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer
violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho
a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus
resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
Punto por punto, vamos a analizar, en forma somera y corta, como lo exige
el periodismo, el precepto para fundar
el título de este artículo.. Principiaremos por “los tribunales” que
“funcionan” en el Distrito Federal.
La Justicia Federal se imparte por
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Tribunales Colegiados del Primer
Circuito y los Juzgados de Distrito del Distrito Federal que cuentan con más de veinte sedes, colocadas a kilómetros y más
kilómetros una de otra; ¡no cuentan con
estacionamiento para automóviles de los ilusos “gobernados” sus forzados
usuarios! Los hay, eso sí, para los
trabajadores del Poder Judicial.
Indudablemente el propósito manifiesto no es otro que el de impedir el
fácil acceso a ellos,
colocándolos en lugares superpoblados o poco conocidos. en el caso de la Suprema Corte, ubicada en Pino Suarez #2, Pleno Centro
histórico, para llegar , salvo el caso
de personas que estén en edad de viajar en Metro, se invierten hasta dos horas. Hay estacionamientos
cercanos de a $40.00 la hora o fracción.
¡Que tiempos aquellos en que se podía entrar a la Corte sin problema
alguno! Hoy los “visitantes” somos objeto de todo tipo de vejaciones. Nos esculcan,
nos obligan a dejar en la “aduana”
local todo lo que de metal tengamos, llaves incluidas. Nos retratan …¡Quien nada debe, nada teme! Reza aun un viejo refrán y es
aplicable a la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación y a su personal….
En el horripilante e inadecuado “Palacio de Justicia de San Lázaro”,
enorme, pero con una sola puerta por la que se permite el acceso y la salida, (Calle Eduardo Molina) y
sin uso, dos (por la Calzada Ignacio Zaragoza), aislado y sin estacionamientos
públicos cercanos, se prohíbe estacionarse en torno a todo al inmenso conjunto
y ¡eso si! constantemente circulan en derredor” Grúas que en menos de un minuto
se llevan tu automóvil, una veces a los “Corralones” otras, ¡quién sabe a
dónde!
No sería aventurado considerar un pacto con las autoridades del Distrito
Federal para proporcionarle una entrada muy respetable de dinero por el
acarreo y las “multas” que hay que
pagar”. Los gobernados, los que pagan
impuestos, los que se supone que gracias al artículo 17 tienen a su alcance una
justicia “expedita”, ¡no tenemos derecho a alcanzarla en esa forma en ningún
lugar del Distrito Federal, y no hay modo más sencillo para denegar la
justicia, que el esconderla en tribunales inaccesibles. Aparte de este
inconveniente, cuando puedes acceder tropiezas con irregularidades y plagas sin fin.
Iniciamos nuestro ejercicio profesional hace 70 años, y la primera vez que
nos hicieron un “requerimiento” fue en el año de 1992, Hoy, Para empezar desde
abajo, es más fácil cosechar de temporal
en asfalto que tener la suerte de que un “Juez”
reciba UNA DEMANDA DE AMPARO sin pedir el cumplimiento de mil y un
requisitos. Para que la Justicia sea más “expedita”, la “nueva Ley de Amparo”
estableció una forma de notificación de las prevenciones que los jueces hacen ¡
para llorar! El Actuario acude al domicilio de quién va a ser notificado, y
“(ja,ja,ja) le deja un citatorio para
que dentro de dos días, acuda al Juzgado
de marras “…a notificarse de la
prevención”. Viaje de dos o tres horas para llegar al lugar donde se ubica
el Juzgado y…el actuario que le llevó el citatorio en poco más de una hora y
media, le entrega copia de la tremenda
prevención, con un término de
cinco días PARA DESAHOGARLAS. Obvio, es una alegre modificación y mejora a la justicia “pronta y expedita”.
“Las resoluciones” solo con un pariente muy influyente, pueden
lograrse “de manera pronta, completa e imparcial” Los juicios duran años y mas años,
normalmente.
¿Su servicio será gratuito? En qué País deben haber vivido los
Constituyentes. Bajo el agua, desde luego, pero
no hay trámite que no se pague. Las “copias”, “las cédulas”, “la celeridad en el dictado de
las autos” las multas porque si o porque no, etc., NO SON COSTAS JUDICIALES,
¡ESTAS ESTÁN PROHIBIDAS!
Existen funcionarios judiciales
intachables, pero hay muchos que no lo son, pero LOS QUE SÍ SON gozan de plena
inmunidad para “no empañar la imagen de
la justicia”, aparte de los que reciben o “adivinan” “consignas” increíbles pero ciertas , para proteger a las
Instituciones gubernamentales y…a los Sacrosantos Bancos. Contra ambos NO HAY
JUSTICIA QUE VALGA, SE ELUDE MEDIANTE
TODAS LAS TRAPACERÍAS POSIBLES. Y…SIN
EMBARGO, LOS CONCEPTOS HAN CAMBADO LA JUSTICIA PRONTA, EXPEDITA, COMPLETA Y
SOBRE TODO IMPARCIAL, HOY ES ESA QUE RECIBIMOS LOS GOBERNADOS EN MÉXICO.
Y, hasta aquí hoy, seguiremos con nuestro análisis (muy personal, desde
luego) de la Justicia MACABRÓNICA QUE
PADECEMOS….
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