Joaquín Ortega Arenas.
Uno de mis
amables lectores me ha pedido una opinión acerca de “Los Partidos Políticos en México” y, en
verdad me ha colocado en un triste dilema.
“ política, del griego πολιτικος politikós, «ciudadano», «civil»…«relativo al ordenamiento de la
ciudad») ”,
Fue el título además, de un tratado escrito por el filósofo griego Aristóteles ( 384-322 A.C.), cuyas ideas
fundamentales de lo que debe ser la “política” no han sido jamás superadas. Alejándonos de las definiciones teóricas, filosóficas y manipuladas en todas
partes del mundo de lo que son los “partidos políticos”, podemos señalar
libremente que deberíamos entender que tales organismos son conjuntos de
individuos con ideas afines acerca de la forma de gobernar al país sin
discriminación alguna; sin otra meta que
lograr el progreso, la superación
económica, educativa, laboral y
social de todos los mexicanos, sean o no
parte de ese grupo político y , entendidos como los entendemos, en
México nunca, jamás ha existido un verdadero “partido político”
Durante “la Colonia”, no había mas ley y voluntad que la del
Rey, aplicada en estas tierras por el Virrey, que el Monarca Español utilizaba
como instrumento ejecutor. Vino la guerra de independencia en la que José María
Morelos y nadie más sentó las bases para un País Libre soberano, primero en el
Congreso celebrado el 13 de septiembre de 1813 en la Ciudad de Chilpancingo ,
aprobado el 6 de noviembre inmediato como “ACTA DEL CONGRESO DE ANAHUAC” en el
que además, se convocó al Congreso de
Apatzingán, en el que se dictó el
“DECRETO CONSTITUCIONAL PARA LA LIBERTAD DE LA AMERICA MEXICANA, Sancionado en Apatzingán 22 de octubre de 1814, producto de los “SENTIMIENTOS DE LA NACION”, presentados por el
mismo Morelos, contenían principios más liberales que los presentados en la “Constitución de Cádiz de 1812. Se consumó la Independencia con
los Tratados de Córdoba y se estableció un gobierno provisional a cargo de un “Gobierno de la Regencia”, conforme se
había pactado ya en el Plan de Iguala, encabezado por Agustín de Iturbide, que ante
la inminencia de la entrada en vigor de la Constitución liberal
de Cádiz, con el apoyo del clero, se convirtió a la insurgencia. Gobernó hasta
el 19 de mayo de 1822, en que el
congreso Decretó “LA CONSTITUCIÓN DEL IMPERIO MEXICANO” y a moción del joven
diputado jalisciense Valentín Gómez Farías, la designación de Agustín de
Iturbide como Emperador con el nombre de “AGUSTIN I ”. Los Brigadieres
españoles, criollos casi todos, iniciaron una lucha sin cuartel; cada uno por
su lado y en busca de su propio beneficio,
auspiciados ya además por el clero, y permitieron la llegada a la Primera Magistratura
de dos verdaderos patriotas: Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. Del gozo al pozo. Las recién llegadas logias
masónicas, “Escocesa” venida de Francia y “Yorkina” traída por el primer Embajador
de los Estados Unidos en México, Joel R.
Poinsset, se infiltraron rápidamente en
la política mexicana y la lucha por el poder se ha centrado desde entonces en
las decisiones de ambas logias, convertidas, casi hasta el día de hoy en factotum de nuestra vida política, al
menos hasta el nacimiento del dizque partido político PNR en 1929 y, discúlpame querido lector, si mi memoria me traiciona y me lleva tan
seguido a la sabiduría popular siempre mordaz y acertada:
Mas tardó en nacer el PNR que llegar la crítica,
Porfirio Nació Reinando.
Plutarco Nació Robando y
Pascual Nació Rebuznando.
El Jefe
máximo de la Revolución,
(Plutarco Elías Calles ) importó como
sistema de gobierno el “corporativismo fascista”. Inició su aplicación con la
Ley Federal del Trabajo y la formación de
grandes corporaciones “políticas” como
organizaciones obreras, campesinas y de toda índole capaces de “votar en
bloque”; entre ellas la
Confederación Regional Obrera Mexicana,
CROM, en manos de Luis N. Morones, y la vox populi le puso de inmediato nuevas
interpretaciones:
Como Roba Oro Morones.
Mas Oro Roba Calles.
Llego el sexenio delirante (1934-1940) y la situación siguió igual, pero con
diferentes nombres y personas. Se creo la CTM, como
organismo superior de control de la clase obrera y, por igual de crearon con
diferentes nombres y dirigentes organizaciones corporativas de control del
voto, que obviamente, han controlado plenamente el voto, hasta que en el sexenio trágico (1988-1984)
por reformas a la
Constitución se crearon “PARTIDOS POLÍTICOS, CONTROLADOS Y
MANTENIDOS POR EL PODER EJECUTIVO” Y, LO QUE ES PEOR, ORGANISMOS GUBERNAMENTALES CONTROLADORES DEL
VOTO Y LA DEMOCRACIA EN GENERAL; EL INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL Y POR SI
HUBIERE FALLAS EN ESTE, EL TRIBUNAL FEDERAL ELECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, CUYOS
FUNCIONARIOS SON ELECTOS, DIRECTA O
INDIRECTAMENTE POR EL SEÑOR PRESIDENTE
DE LA REPUBLICA.
¿Con ese negro panorama, querido lector, puedes tener confianza y creer en los Partidos
Políticos (sic) que funcionan en México?
Si tu respuesta es SI, DE VERDAD TE FELICITO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario