Joaquin
ortega Arenas .
Utilizamos en
colaboración anterior el término “ mafiocracia”, que ha sido empleado desde hace más de cien años en México , tal
parece que desde la llegada al gobierno de Porfirio Díaz, (1876-1880, 1884-1911 )
especialmente por publicaciones enemigas del dictador que las estimaron similares al funcionamiento
de esos organismos delictivos en el sur de Italia, las órdenes que regularmente dictaba Don
Porfirio: “…mátenlos, después viriguan
(sic)” o bien “…mátenlos en caliente…”
mencionadas por John Kennet Turner en su “México Bárbaro” .
La palabra
“mafia”, ha sido considerada con diversos significados y orígenes, pero el de
mayor aceptación es “… Mata…Asesina…Furti (roba).… Incendi,
( incendia ) Avvelenamenti,(
envenena) , que en verdad, abarca todas las
formas conocidas de delinquir empleadas
por los terroríficos “rurales”; una división de policía encubierta, cuya principal función era la de detectar a
los enemigos de Porfirio Díaz, y ejecutarlos. Cuando no era posible su
ejecución inmediata, eran detenidos como delincuentes comunes y asesinados
fingiendo que “trataban de fugarse”. La Ley
Fuga, como la llamó el pueblo, tomó carta de naturalización hasta hoy, en México.
Quien
acuñó la palabra que adoptamos en este caso como título, no estaba equivocado. Un gobierno que se apoya para mantenerse en
el poder de los sistemas
delincuenciales, cualesquiera que sean, personifica indudablemente una MAFIOCRACIA.
Mencionamos
que la “mafiocracia” fundada por Díaz, ha seguido funcionando
ininterrumpidamente hasta hoy. ¡Son
necesarias pruebas? Analicemos nuestra
historia:
No
transcurrieron dos años de “maderismo”,
cuando Madero fue asesinado impunemente,
desatándose los demonios. Carranza entró
“al quite” y Carranza murió asesinado
impunemente en Tlaxcalaltongo.
Tomaron el “poder” los norteños Álvaro Obregón y Plutarco Elías
Calles, que fueron presidentes en forma
sucesiva; modificaron la
Constitución para dar cabida
a la reelección de Obregón y, no sólo Obregón, sino todos los candidatos
a la presidencia de la
República, ( el propio Obregón, Francisco Serrano y Arnulfo R,
Gómez), que buscaban el puesto para el primer sexenio gubernamental,…fueron asesinados . En tiempos del sustituto Emilio Portes Gil, el Jefe Máximo de la Revolución fundó el
Partido Nacional Revolucionario PNR., y
llegó al poder Lázaro Cárdenas, uno de los implicados en el asesinato de
Carranza . Su sexenio obscuro y
disparatado, pero pleno
de apoyo en todos los medios de difusión.
Tomando como pretexto un “…levantamiento
armado…” en San Luis Potosí, el ejército Mexicano asesinó al “rebelde”
Saturnino Cedillo, “mientras dormía” según versiones de reporteros de las
revistas “Hoy” y “Rotofoto”, testigos presenciales. En las calles de Manuel María Contreras de la Colonia San Rafael ,
entre Guillermo Prieto y Francisco Díaz Covarrubias, vivía con su familia
(esposa y cuatro hijos) un antiguo
enemigo del “señor Presidente ”, Lauro Rocha,
tranquilo y alejado desde hacía años de toda actividad política y un
buen día a las 8 de la mañana, se
presentó un grupo de militares que literalmente tiraron a balazos la humilde
casa y asesinaron a todos sus ocupantes.
“Eran rebeldes en ciernes”,
fue la explicación. Concluyó el sexenio y el primero de julio de 1940, con un verdadero
baño de sangre el día de las elecciones presidenciales . Centenares de personas fueron “ ametralladas”
en las casillas electorales al votar. Al
que esto escribe le tocó ser testigo, obviamente involuntario, de cómo Don Gonzalo N. Santos y sus pistoleros
encabezados por el “Mano Negra” ametrallaron a los votantes que esperaban en
larga cola para votar . No puedo señalar un monto de los cadáveres que quedaron
regados en la acera de las calles de Guillermo Prieto en la Colonia San Rafael, pero eran
como señaló otro de los testigos supervivientes, “… un montón y se los treparon a carros del ejército y se
los llevaron…”
Terminó
el sexenio con un descrédito y odio total que…fue borrado por la Embajada Americana mediante una inversión de varios millones de
dólares. La versión de ese hecho, consta en el libro “Diplomacy in short slaves”, de Josephus Daniels, entonces Embajador de Estados Unidos en
México , publicado por la
Universidad de Carolina del Norte.
Se
inició el sexenio del “Presidente Caballero”, Manuel Ávila Camacho y, unos cuantos días después, frente al domicilio
del nuevo Presidente, fueron
ametrallados los trabajadores de “Materiales de Guerra” y sus familias que
¡…iban a llevar mañanitas a la primera dama…!
Disminuida la “furia” asesina por la religiosidad del señor
Presidente y su esposa, profunda devota de la Virgen de Zapopan; perdonando el pueblo la tremenda rapiña del
“hermano del señor Presidente”, el sexenio transcurrió tranquilamente y lo
sucedió Miguel Alemán Valdés, que llegó
al Gobierno del Estado de Veracruz por
el asesinato del candidato electo Manlio Fabio Altamirano en el Café de Tacuba”
el 25 de junio de 1936. Se desempeñó
como Secretario de Gobernación durante
el de Ávila Camacho.
Durante su administración ocurrieron varios
asesinatos sospechosos: el del senador
Mauro Angulo y los hermanos
Armenta . Circularon rumores acerca de que la muerte del Gral. Maximino Ávila Camacho fue por envenenamiento, después
de un banquete que sirvieron en su honor en Atlixco, Puebla. El eminente médico Dr. Arturo Baledón Gil,
maestro de Medicina Forense en la Escuela Nacional de Jurisprudencia y Director del
Servicio Médico Forense, realizó la
autopsia e interrogado por alguno de sus alumnos sobre cuál había sido el
motivo de la muerte, sin pestañear siquiera contestó “---arsénico compañero, mucho arsénico---.”
Se
sucedieron presidente tras presidente que sin variar el sistema incurrieron en
abusos mil, de entre ellos, fueron notables “Gustavo Díaz Ordaz por la masacre
del 2 de octubre de 1968 y Luis Echeverria, por el “Jueves de Corpus” en que fueron asesinados impunemente miles de
estudiantes. La “Mafiocracia” no descansa, y aprovechando que el señor
Cárdenas cambió lo que la
Constitución señalaba como “Democracia” para convertirla en una
“…corporativización fascista” ,
en el sexenio trágico 1988-1994, se
reformó la Constitución
para dar paso libre a la presidencia de la República “..a
hijo de padre o madre mexicano…” y la ruleta política señaló al señor
Vicente Fox Quesada como único beneficiario de esa reforma. Desgobernó los seis
años correspondientes entre errores
tumbos y equivocaciones entre las que, “…desapareció por Decreto los Ferrocarriles
Nacionales de México; permitió la venta fraudulenta de Mexicana de Aviación a
favor de sus “cuates” y mil y mil tonterías más. Dejó el poder en manos de un “panista” que ha continuado con el
desgobierno, pero sobre un charco de sangre en la “lucha contra la delincuencia
organizada”, con el agravante de que han
sido “ejecutados” casi un
centenar de periodistas “incómodos”,
y miles de mexicanos inocentes como “daños
colaterales”. Por la forma en
que están ocurriendo las cosas, ¡más
vale no averiguar!
Las
definiciones que apuntamos al principio, siguen vigentes.
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