Joaquín Ortega Arenas.
Señala la historia del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI), que se creó,
por decreto presidencial de 25 de enero
de 1983, integrándose al mismo la Dirección General de Estadística, en funciones desde 1882, cuando
pertenecía a la Secretaría
de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, la Dirección General
de Geografía, establecida en 1968 y que estaba adscrita a la Secretaría de la Presidencia , la Dirección General
de Política Informática y la Dirección General de Integración y Análisis de la Información , con la
finalidad de que verificara la captación, procesamiento y difusión de
información acerca del territorio, la población y la economía. Desde 1985, el Instituto se desconcentró para
ubicar su sede en la ciudad de Aguascalientes, Aguascalientes.
A partir del 1 de diciembre de 2006, se inició la “Guerra contra la Delincuencia
Organizada ” de la que día a día la gran prensa da
cuenta del número de bajas que ocasiona y según las últimas noticias, apenas
sobrepasaba los 70 mil asesinatos cometidos hasta el 31 de julio de
2012. De pronto aparece en los Diarios,
en especial en “La Jornada ”
que:
“…El Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en 2011 se cometieron
27 mil 199 homicidios en México, 5.5 por ciento más que el año anterior. Esto
significa que diariamente 74 personas fallecieron por asesinato, tres por hora
o una cada 20 minutos durante el quinto año de este gobierno, proporción 160
por ciento superior al número de homicidios perpetrados en 2006, año en que
concluyó la primera administración del Partido Acción Nacional (PAN).
Con base en los certificados de defunción
emitidos por médicos legistas e inscritos en 4 mil 732 oficinas del Registro
Civil, así como en los reportes mensuales de mil 96 agencias del Ministerio
Público, el Inegi indicó que de 2007
a 2011se perpetraron en México 95 mil 632 homicidios
documentados.
Las cifras dadas a conocer por el
organismo muestran que en 2007 hubo 8 mil 867 muertes registradas por
homicidio; en 2008 la cifra subió a 14 mil 006; para 2009 ascendió a 19 mil
803; en 2010 se elevó a 25 mil 757, y el año pasado se incrementó a 27 mil 199
asesinatos. En este último año fueron asesinadas diariamente 74 personas, a
razón de 3 por hora, es decir, una cada 20 minutos.
Con
excepción de Michoacán, donde se observó una reducción de 14 por ciento, el
resto de las entidades del país presentaron aumentos absolutos en el número de
homicidios documentados durante cinco años de este gobierno, pero las cifras revelan concentraciones
dramáticas en cinco estados, particularmente en Chihuahua, donde se perpetraron
17 mil 699 asesinatos en el período.
En el segundo sitio en número de muertes
por homicidio figuró el estado de México, en el cual se documentaron 9 mil 401
asesinatos; en Guerrero la cifra fue de 7 mil 606, seguido de Sinaloa, donde
los registros llegaron a 7 mil 68, y en el quinto lugar se colocó Baja California,
con 5 mil 268 fallecimientos por esta causa. Las cifras señalan que las
entidades de mayor violencia criminal, expresada en el incremento de homicidios
en 2011 respecto de 2006, son: Nuevo León, donde el aumento fue de mil 195.8
por ciento; Chihuahua, con una elevación porcentual de 595; le sigue Coahuila,
con un crecimiento de 581 y Durango, donde el número de personas asesinadas
ascendió 527 por ciento.
La tasa de homicidios perpetrados por cada 100 mil habitantes fue
de 8 en 2007 y llegó a 24 en 2011
a escala nacional, lo cual implicó una elevación de 200
por ciento de punta a punta. Pero su espiral de aumento fue la siguiente: de 8
en el primer año de gobierno se pasó a 13 en 2008, llegó a 18 en 2009, pasó a
23 en 2010 y ascendió a 24 en el quinto año de esta gestión.
Por entidades, nuevamente Chihuahua sobresalió en los aumentos en
las tasas de homicidios registrados por cada 100 mil habitantes, al pasar de 20
en 2006 a
188 en 2010 y 131 el año pasado. La tasa que le siguió en este último año fue
la de Sinaloa, con 71; Guerrero, también 71; Durango, 65, y finalmente Nayarit,
entidad que al término de 2006 registraba 10 muertes por asesinato por cada 100
mil habitantes y en 2011 la elevó a 53.
Aun con su frialdad, las cifras alcanzan a traslucir cambios
dramáticos en el entorno social violentado por el crimen en los cinco años
cumplidos de este gobierno, como en Nuevo León, donde al finalizar 2006 la tasa
era de 4 y cinco años después fue de 46: 10.5 veces más asesinatos….”
No acertamos a comprender. La información que nos ofrecen los medios
masivos de comunicación es falsa y
tendenciosa, o la que difunde el INEGI, ORGANISMO GUBERNAMENTAL , cargada de
datos y relación directa de las fuentes que la proporcionaron es la que carece
de credibilidad. Francamente nos inclinamos por la primera de las suposiciones
planteadas. Los medios de comunicación
difunden la que a no dudarlo, es o puede
haber sido objeto de manipulación criminal, ya que se trata en todo caso de
delitos previstos por la Ley
de Imprenta en sus artículos 3, Fracción III y 12 que señalan:
Artículo 3.-
Constituye un ataque al orden o a la paz pública:
III.-La
publicación o propagación de noticias falsas o adulteradas sobre
acontecimientos de actualidad, capaces de perturbar la paz o la tranquilidad de
la República
o en alguna parte de ella, o de causar el alza o baja de los precios de las
mercancías o de lastimar el crédito de la Nación o de algún Estado o Municipio, o de los bancos legalmente constituidos.
Artículo
12.- Los funcionarios y empleados que ministren datos para hacer una
publicación prohibida, sufrirán la misma pena que señala el artículo 10 y serán
destituídos de su empleo, a no ser que en la ley esté señalada una pena mayor
por la revelación de secretos, pues en tal caso se aplicará ésta.
Como dato curioso vale la pena señalar que desde la fecha
de su promulgación, el nueve de abril de mil novecientos diecisiete, LA LEY DE IMPRENTA NO HA TENIDO REFORMAS NI
ADICIONES.
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