Joaquín Ortega Arenas.
El 26 de julio de 1953
un grupo de 135 guerrilleros
comandadas por el abogado Fidel
Castro, Raúl Castro y Abel
Santamaría asaltaron y tomaron el
cuartel “Moncada” ubicado en Santiago de Cuba. Las tropas cubanas de Fulgencio Batista
recuperaron poco después el cuartel y aprehendieron a “los responsables”,
sometiéndolos a crueles torturas y después de setenta y seis día, presentados
ante un tribunal, y al
comparecer ante el Tribunal que lo juzgó, Fidel Castro dijo:
“…Señores
magistrados: Nunca un abogado ha tenido que ejercer su oficio en tan difíciles
condiciones: nunca contra un acusado se había cometido tal cúmulo de
abrumadoras irregularidades. Uno y otro, son en este caso la misma persona.
Como abogado, no ha podido ni tan siquiera ver el sumario y, como acusado, hace
hoy setenta y seis días que está encerrado en una celda solitaria, total y
absolutamente incomunicado, por encima de todas las prescripciones humanas y
legales.
Quien
está hablando aborrece con toda su alma la vanidad pueril y no están ni su
ánimo ni su temperamento para poses de tribuno ni sensacionalismo de ninguna
índole. Si he tenido que asumir mi propia defensa ante este tribunal se debe a
dos motivos. Uno: porque prácticamente se me privó de ella por completo; otro:
porque sólo quien haya sido herido tan hondo, y haya visto tan desamparada la
patria y envilecida la justicia, puede hablar en una ocasión como ésta con
palabras que sean sangre del corazón y entrañas de la verdad..”
En la cuba “norteamericanizada”
de Batista, el juego, la droga y la prostitución organizados y dirigidos
por conocidos personajes, como el artista cinematográfico George Raft y otros,
encabezaban ese terrible estado de cosas
en la antigua colonia, que a base de “importar esclavos negros” fueron
formando una especial “raza
afroamericana” siempre esclavizada y explotada por españoles y después por
norteamericanos.
Cuba, “la Isla
Juana ” etc., fue la primera en la que Cristóbal Colón pisó
tierras americanas y en la que existían ya civilizaciones que Fray Bartolomé de las Casas
llamó Guanahatebey, Siboney y Taína
cuya presencia en la Isla
se estima entre 4500 y 500 años antes de Cristo. El 27 de octubre de 1492 llegaron
a costas cubanas La
Pinta, La Niña y la Santa María, al mando de Cristóbal
Colón, que en un siguiente viaje exploró la costa sur
de Cuba pensando que era una península. Denominó a la Isla , “ Isla Juana” por el
nombre del heredero a la corona de España, el Príncipe Juan .
Se
incrementó en la isla el cultivo del tabaco y la caña de azúcar. Durante el
Siglo XVIII se fundaron la Real y Pontificia
Universidad de San Gerónimo de la Habana y el Seminario de
San Basilio en Santiago. Llegó la
llamada “Generación del 92” ,
con proposiciones de rápido desarrollo:
“…libre comercio de esclavos; aumento de la
esclavitud para resolver las necesidades de fuerza de trabajo y eliminación de
todos los obstáculos que impiden su explotación intensiva; mejoramiento y
perfeccionamiento en la utilización de tierras y la aplicación de la más
moderna técnica; desarrollo tecnológico de la manufactura azucarera, desarrollo
científico del país, libertad de comercio y disminución de la usura en los
préstamos necesarios para incrementar la agricultura y la manufactura…”
Día a día la situación del pueblo cubano empeoraba,
hasta que por fin Carlos Manuel de Céspedes, el 10 de octubre de 1888 liberó a
los esclavos que le servían en el Ingenio “La Demajagua ” e inició las
guerras de Independencia de la Isla. Primero
la “Guerra de los diez años”, en la que descollaron Ignacio Agramonte, Antonio Maceo, Máximo Gómez, José Maceo, Vicente García González y Calixto
García, hasta que España decretó la absolución de la esclavitud en 1886.
Llegó lo que tenía que llegar: Los Estados Unidos iniciaron
su ocupación comercial agravando la situación económica de los esclavos “afroamericanos
y naturales”.
Durante esta etapa se
produjeron cambios que acentuaron la estructura colonial, la deformación
económica y la dependencia del exterior, lo que exigía la necesidad de una
guerra de liberación nacional. Siguieron a la Guerra iniciada por Céspedes, la “Guerra Chiquita”, Se promovieron
ideas revolucionarias y alentaron a más cubanos a la lucha. Mientras, en Cuba
se reunieron fuerzas para una nueva revolución,
esta vez auspiciada por José
Martí en 1895 amalgamando a todos los caudillos anteriores. Un fatal 19 de mayo de ese
año en la zona de Dos Ríos, cerca de Palma
Soriano, Martí, inexplicablemente se separó del grueso de las fuerzas cubanas y
cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles ocultos que le dispararon causándole tres heridas mortales. Su cadáver no pudo ser rescatado por
los mambises (soldados
cubanos). Tenía tan sólo 42 años.
Sin embargo la colonia española estaba ya
destinada a la destrucción total, no sólo por la presencia de Martí, sino por
su nutrida literatura. La tumba del héroe, el mausoleo de la Patria cubana, es venerado
día tras día en el nicho número 134 de la galería sur del Cementerio de Santa
Ifigenia, en Santiago de Cuba. El último pensamiento de Martí escrito unos días de su muerte, señalaba ya…
"...ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida
por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que
realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan
por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre
nuestras tierras de América…”
El 16 de septiembre de 1895 se redactó la primera Constitución Cubana. Entre
victorias y más victorias. Sin embargo, como lo
previó Martí, Estados Unidos envió a la Bahía de La Habana al acorazado “Maine” que en condiciones nunca aclaradas fue hundido por una
explosión. Estados Unidos envió tropas
formadas con soldados afroamericanos, que inclinó la balanza y se firmó el Tratado
de París, del 10 de diciembre de 1898 entre …España y Estados Unidos en virtud del cual Estados Unidos
recibió el control absoluto de Cuba, Puerto
Rico y Filipinas; con lo que se
dio inicio a la Primera Intervención Estadounidense
en Cuba, haciéndose además una intervención
en todo y en todos los negocios de la Isla. Agricultura , industria,
comercio, todo quedaba incluido.
El 25 de julio de 1900 se convocó a elecciones de delegados
para la Asamblea Constituyente. Señalan los textos
de historia que:
El
sistema electoral que se aplicó se basaba en el sufragio ilustrado (sólo podían
votar los que sabían leer y escribir) y censitario (los electores debían tener
250 pesos o más en propiedades).
En
esencia se estableció un régimen republicano y representativo, estructurado en
la célebre división de poderes de Montesquieu.
El legislativo se componía de un Senado y una Cámara de Representantes (sistema bicameral), un poder judicial
con una relativa independencia, haciendo a sus componentes inamovibles, pero
dependientes del Ejecutivo y a veces también del legislativo en cuanto a sus
nombramientos.
La sumisión plena de la “Nueva
República”, quedó sellada poco después
cuando el congreso Estadounidense aprobó
la Enmienda Platt, con
la que el gobierno de Estados Unidos se otorgaba el derecho a intervenir en los
asuntos internos de la isla cuando lo entendiera conveniente.
Se iniciaron entonces los movimientos
populares: para el año de 1925 la Confederación Nacional de Obreros de
Cuba (CNOC); el
movimiento estudiantil con la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el 20 de diciembre de 1922 . Julio Antonio Mella, asume el
cargo de Secretario y luego el de Presidente, será el gran líder de esta etapa
histórica hasta su asesinato en México, (esquina de Versalles y Avenida Morelos)
ya durante la dictadura de Gerardo Machado.
Lo de siempre, “aparecen dictadores cuando hay fuerzas extranjeras que los apoyen”
.Gerardo Machado fue “electo” Presidente. Para empezar, estableció la duración
de los presidentes a SEIS AÑOS y declaró fuera de la ley a todas las organizaciones
populares; No pudo evitar los efectos de la Crisis del 29 en Estados Unidos y se desataron, el 20 de marzo, una huelga general; la
estudiantil en septiembre de 1933, culminando en agosto de 1934 con otra huelga
general. Como resultado de estas presiones, el 12 de agosto de 1933, Machado, inmensamente enriquecido, huyó del país.
La mano de Norteamérica , el embajador Sumner Welles logró que
sucediera a Machado un hijo de Carlos Manuel de Céspedes que sólo “gobernó”
menos de un mes; otro golpe de estado facilitó la llegada de la peor plaga: el
sargento Fulgencio Batista que en esta vez, sólo “gobernó 100 días por mano de
Ramón Grau”; Batista, designado Jefe del
Ejército, y apoyado como siempre por el norte, moderniza el ejército y las técnicas
represivas y en sangre ahoga una huelga general decretada en el año de 1935; se
dicta una nueva Constitución en 1940 y Fulgencio Batista preside el primer gobierno
“constitucional”; estalla la segunda guerra mundial del siglo XX, y es electo Carlos Prio Socarrás;
son asesinados los dirigentes obreros; en 1952, para variar, Fulgencio Batista, Jefe el Ejército, da otro golpe de Estado; elimina la Constitución , las
libertades de expresión, de reunión, de huelga, la Autonomía Universitaria
y establece la pena de muerte; por políticas equívocas en relación con la
producción de azúcar, creció el desempleo, se redujo el salario y se acabó el poder adquisitivo de la moneda.
El 26 de julio de 1953 los cuarteles militares Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Santiago de Cuba y Bayamo, fueron tomados por “…135 guerrilleros comandados por el abogado Fidel Castro, Raúl Castro y Abel
Santamaría …”
La
situación del pueblo cubano era desastrosa: el 85% de los pequeños agricultores
cubanos pagaba renta y sufrían la amenaza perenne del desalojo; más de la mitad
de las mejores tierras estaban en poder de compañías extranjeras; un alto porcentaje de la población era analfabeta.; y lo peor, la
tiranía había ocasionado un temor colectivo que tenía inmovilizado al pueblo
cubano; en tanto, florecían por toda la isla casinos, lupanares, garitos,
cantinas caras, prostitución, drogas y
todo tipo de vicios; 400.000 familias del campo y la ciudad vivían hacinadas y
casi dos millones y medio de la población urbana pagaba altos alquileres por
las casas que ocupaban; El 90% de los niños del campo eran devorados por los
parásitos; había, además más de un
millón de desempleados.
Triunfó la Revolución sostenida
desde la Sierra Maestra
y el 1º de enero de 1959 Fidel Castro y su ejército revolucionario tomaron la Ciudad de la Habana. Batista huyó con sus
inmensas riquezas; a partir de esa fecha,
se ha dado lo que forzosamente debemos llamar
“El Milagro Cubano”; las reformas hechas por el gobierno de Fidel Castro
han sido un éxito, especialmente en el sistema de salud, descollando en él la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana , considerado hoy
como la mejor del mundo; el sistema
educativo público y gratuito que ha dado lugar a la juventud vigorosa y con
mente triunfadora, que cada 4 años, al
menos porcentualmente, ha sido la ganadora de todas las últimas olimpíadas, con 11.242.628 millones de habitantes,
sus atletas llegan a ganar hasta 90 preseas, en tanto, sólo como ejemplo,
Estados Unidos con 308.745.538 millones, nunca rebasa las 150 medallas).
Es ineludible
señalar que desde hace cincuenta años, Estados Unidos mantiene un injusto y duro
“embargo económico” sobre Cuba, mediante
el cual ha logrado paralizar la flota pesquera
Cubana, (La segunda del mundo sólo después de Japón) y dificultar enormemente el traslado de
personas y objetos por el bloqueo a los combustibles y de la entrada a Cuba de
refacciones para todo tipo de vehículos. La organización de las Naciones
Unidas, ONU, propone y vota, cada año
por lo que llama, "Necesidad
de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos contra Cuba", a más de múltiples Resoluciones desde 1992, que obviamente
valen “menos que el papel en que son escritas”.
Si como un Mitológico David contemporáneo, se
enfrentaron al monstruo y lo han derrotado, ¿Dime, querido lector, si el 26 de julio de 1953 y sus efectos en la
mártir República Cubana, no merecen un lugar muy especial en la historia?
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