2/08/2018

Y, DE LA CONSTITUCIÓN, NI QUIEN SE ACUERDE.




Joaquín Ortega Arenas.
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El Secretario de Gobernación declaró, enfáticamente  en la Cámara de Diputados,

“que el apoyo del gobierno federal a estados y municipios en materia de seguridad ‘‘llegó al límite’’ y se retirará a las fuerzas armadas, ‘‘pero no podemos hacerlo irresponsablemente’’.
El funcionario pidió ‘‘respetuosamente’’ a los diputados aprobar la ley de seguridad interior para que el envío del Ejército, la Marina y la Policía Federal a estados y municipios no dependa, como ahora, de su decisión como titular de Gobernación, y planteó que esa legislación sea el primer paso hacia ‘‘la salida de las fuerzas federales’’ de las calles.

No podemos creerlo, nos causa grima, el artículo 129 Constitucional,  como  hemos repetido en docenas de veces, está inmaculado. Ningún Gobierno  lo ha mencionado, nadie lo cumple desde  que  su texto  fue planteado en nuestra Constitución de 1824, repetido en las de 1857 y  1917, ORDENABA Y SIGUE ORDENANDO INÚTILMENTE.

ARTÍCULO 129.- En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar. Solamente habrá Comandancias Militares fijas y permanentes en los castillos, fortalezas y almacenes que dependan inmediatamente del Gobierno de la Unión; o en los campamentos, cuarteles o depósitos que, fuera de las poblaciones, estableciere para la estación de las tropas.,

El secretario de Gobernación, considera “irresponsable” cumplir con los mandatos constitucionales. Ahora constatamos que nuestra Constitución”, es para nuestras autoridades, “un papelucho inútil y molesto”.
Lo plenamente vigente, está en un viejo proverbio acuñado y observado por todas las dictaduras “que en el mundo han sido”.
  “EL QUE MANDA, MANDA Y, SI SE EQUIVOCA, VUELVE   A  MANDAR”.
Desde el primero de diciembre de 1920,  una cadena ininterrumpida  de “mandones” nos ha gobernado, sin necesitar hacerlo con apego a las leyes, tomando como arma convencedora al “Ejército Nacional”,  hasta que un presidente “más inteligente” se le ocurrió que la Marina,  sacara del mar sus barcos, y se volcaran  sobre la tierra firme y,  en diciembre de 2009  asesinaran literalmente en Cuernavaca,  a Arturo Beltrán Leyva y varias personas más acusadas,  “sin acusación alguna”, que fundara y motivara la causa legal del procedimiento.
 Todo aquel que es privado de la vida sin que se le oiga en juicio, ES ASESINADO “CON PREMEDITACIÓN, ALEVOSÍA Y VENTAJA, AUNQUE LO GRAVE DE ESTOS ASESINATOS,  ES QUE LOS COMETA EL PROPIO GOBIERNO, QUE “SE SUPONE” ES QUIEN DEBE DEFENDER A LOS CIUDADANOS, Y NUNCA ASESINARLOS ARTERAMENTE.

La rueda de la fortuna sigue dando vueltas y,
“Ante Randel Zeller, director de la Agencia del Comando Norte de los Estados Unidos de América; Osorio Chong reconoció el apoyo brindado por las autoridades estadunidenses no solamente en equipo, sino en la capacitación para los instrumentos y destacó el apoyo, en este caso, a policías federales enfocados a las acciones de protección civil.”
No nos queda más que, vivir sin leyes escritas y, morir asesinados por las “autoridades muy bien pagadas”, encargadas de protegernos, y como  sentenció el Virrey Marqués de Croix, y hoy repiten nuestras “autoridades,
Sustitutas de las “coloniales”,
“…que, estando estrechamente obligados todos los vasallos de cualquiera dignidad, clase, y condición que sean, a respetar y obedecer las siempre justas resoluciones de su soberano, deben venerar, auxiliar, y cumplir esta con la mayor exactitud, y fidelidad; porque S.M. declara incursos en su real indignación a los inobedientes, o remisos en coadyuvar a su cumplimiento, y me veré precisado a usar del último rigor, o de ejecución militar contra los que en público, o secreto hicieren con este motivo, conversaciones, juntas, asambleas, corrillos, o discursos de palabra o por escrito; pues de una vez para lo venidero deben saber los súbditos del gran monarca que ocupa el trono de España, que nacieron para callar y obedecer y no para discurrir, ni opinar en los altos asuntos del gobierno”.

¡WAU!