2/25/2013

CENTÉSIMO ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE FRANCISCO I. MADERO.



Joaquín Ortega Arenas.

El 23 de febrero de 1913, frente al llamado “ Palacio Negro de Lecumberri”  o Penitenciaría del Distrito Federal, fueron arteramente asesinados el Presidente Madero y el Vicepresidente José María Pino Suárez. Los asesinos, plenamente identificados, jamás sufrieron castigo alguno por el crimen.  La noticia corrió como reguero de pólvora y éste pueblo mexicano, susceptible eterno de manipulaciones, celebró  el crimen.
Hoy, a cien años de distancia ofrecemos a ustedes  parte del “Plan de San Luis” elaborado por el soñador norteño. Es muy interesante…
“Nuestra querida Patria ha llegado a uno de esos momentos: una tiranía que los mexicanos no estábamos acostumbrados a sufrir, desde que conquis­tamos nuestra independencia, nos oprime de tal manera, que ha llegado a hacerse intolerable.
En cambio de esta tiranía se nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa para el pueblo mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la Patria, sino enriquecer un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos las concesiones y contratos lucrativos.
Tanto el poder Legislativo como el Judicial están completamente supeditados al Ejecutivo; la división de los poderes, la soberanía de los Estados, la libertad de los Ayuntamientos y los derechos del ciudadano sólo existen escritos en nuestra Carta Magna; pero, de hecho, en México casi puede decirse que reina constantemente la Ley Marcial ; la justicia, en vez de impartir su protección al débil, sólo sirve para legalizar los despojos que comete el fuerte; los jueces, en vez de ser los representantes de la Justicia , son agentes del Ejecutivo, cuyos intereses sirven fielmente; las cámaras de la Unión no tienen otra voluntad que la del Dictador; los gobernadores de los Estados son designados por él y ellos a su vez designan e imponen de igual manera las autoridades municipales…”

A cien años de su asesinato,  el “espiritista” nacido en Parras, Coahuila, en 1873 – asesinado en México el 23 de febrero de 1913. Hijo del terrateniente, Francisco Madero,  que estudió en Francia y en Estados Unidos,  nos resulta además un verdadero “zahorí”. ¡Qué manera tan maravillosa de predecir el porvenir de este sufrido País!
                           ¡Nostradamus no lo hizo jamás mejor!

2/17/2013

“CUANDO EL RÍO SUENA….”



Joaquín Ortega Arenas.

Estuvimos ausentes de esta ciudad de locura durante 5 años y de vuelta al “terruño”  volvimos a las andadas en los Tribunales del Distrito Federal. Fue muy grata la recepción  que los antiguos conocidos  nos dispensaron.  A cada paso, se suscitaba una nueva conversación. Un  grupo de cuatro abogados comentaban  en  la “Sala Hipóstila” mexicanísima en donde se ubican los Tribunales Federales en  San Lázaro,  sobre el tema muy espinoso,  de la  “invencibilidad de las Instituciones de Crédito, (Bancos) que…nunca pierden, tengan o no tengan la razón”.

  Alguno de los presentes que tuvo o tiene,  no lo sé  de cierto, un cargo en la Asociación Mexicana de Bancos,  nos espetó que él sabía el secreto.  “…los Bancos otorgan anualmente un bono de cincuenta mil pesos a jueces y cien mil a magistrados que “se han portado bien”,  y esa pequeña ayuda  inclina las balanzas de la justicia…”  Llovieron las críticas, y él, impertérrito, nos invitó a preguntar a quienes hubieran tenido litigios en contra de los bancos sobre la posibilidad que asentaba.  El grupo de platicadores o “murmuradores”, creció y ya éramos más de diez.  Las opiniones empezaron a unificarse.  Concluyeron,  ¡es verdad!

 No intervine en la discusión, porque tengo desde hace algunos años litigios pendientes en contra de tres Bancos, en los que en verdad, la parcialidad  ha sido manifiesta, pero la atribuí a casos específicos, porque en el pasado he tenido litigios en contra del Banco Nacional de México en los que no solo obtuve  el triunfo, sino de pasada adquirí la amistad sincera del Abogado del Banco, José Luis de la Peza, que duró tantos años como los que  él vivió todavía. En los que hoy intervengo, la cosa es totalmente diferente;  los abogados que patrocinan a esos bancos,  son francamente malos.  Contestan las demandas con falsedades  imposibles de probar, delictuosas en términos de los artículos 310 y 319 del Código Penal para el Distrito Federal,  y me apena reconocerlo, ¡ganan!

Esa situación no debe prevalecer.   Por el bien de la justicia y el prestigio de nuestros tribunales,  los Consejos de la Judicatura Federal y  del Distrito Federal  deben inspeccionar, ¡de oficio!  La legalidad plena de los litigios en los que intervienen Instituciones de Crédito. Están en juego el prestigio  y la conducta de demasiados jueces y magistrados que no se prestan a esas prácticas plenamente delictuosas. Verdaderos apóstoles de la Justicia, como son,   de los que me ha tocado conocer  durante mi ejercicio profesional,  los Señores Ministros  Hilario Medina,  Felipe Tena Ramírez,  José Castro Estrada,  José Rivera Pérez Campos,  Antonio Caponi Guerrero,  Alfonso López Aparicio, Guillermo Guzmán Orozco,  y tantos más que han dejado plasmado en sus ejecutorias  sabiduría, honradez, independencia,  que  ilustran a los litigantes y estudiosos de la Justicia; Magistrados de Circuito insubstituibles como Abelardo Vázquez Cruz,  Gustavo Rodríguez Berganzo,  Edmundo  Elorduy Delgado; Jueces de Distrito como Juan José González Bustamante,  Juan Enrique Domínguez, Miguel Lavalle Fuentes,  Vicente Aguinaco Alemán,  Genaro David Góngora  Pimentel,  que durante su actuación en lo que mi padre llamaba “la trinchera contra el abuso gubernamental”  demostraron valor y  entrega plena a la causa de la justicia, sin temor aluno a las represalias a las que ese abuso gubernamental nos tiene acostumbrados

Los jueces y magistrados, unos cuántos, que reciben o esperan recibir los “bonos” que los bancos otorgan anualmente, merecen el desprecio general y tal vez un castigo ejemplar, nunca la protección de los Poderes Judiciales a quiénes desprestigian. Por ello, todos los abogados litigantes  estamos obligados, moral y legamente,  a enviar a los  H. H.  Consejos de la Judicatura Federal y del Distrito Federal, quejas fundadas de esas actuaciones. Callarlo es cobarde y perjudicial para los eternamente expoliados por litigios necesarios y contra Bancos, y sobre todo, para la Justicia Mexicana. Son manzanas podridas que hay que sacar del barril, porque,  repetimos,

                        “CUANDO EL  RÍO SUENA,…..AGUA LLEVA”.

2/12/2013

NOVENTA Y SIETE AÑOS DE “CONSTITUCIÓN”.



Joaquín Ortega Arenas.

El primero de los Blog que publicamos, fue dedicado a la Constitución “vigente”, Promulgada  el 5 de febrero de 1917, de la que por esos días, no quedaba ni la tercera parte de la original. Hicimos hincapié en las peores partes de la misma,  en las que señalamos en especial, que:

“…Nació contaminada,  por los antecedentes que reprodujo en su articulado,  de las leyes promulgadas por Antonio López de Santa Anna en su afortunadamente último paso por la Presidencia de la República,  puestas en vigor en el año de 1848 , prácticamente sobre la rodilla, porque ya los ecos de los cañones norteamericanos  estremecía el todavía extenso territorio de la República.  En esas infaustas leyes,  se determinó la muerte del federalismo tan defendido por don José María Luís Mora y se abrieron  las puertas a la dictadura encubierta en que hoy vivimos, al establecer, bajo el pretexto “del control de  la “constitucionalidad”, el monopolio exclusivo de la federación para esos actos, y su facultad para revocar, vía Suprema Corte de Justicia de la Nación,   todos los actos  administrativos y legislativos que los dizque estados federados verificaran.
 Se prohibió a los Poderes Judiciales de los Estados, hacer análisis y pronunciamiento sobre “constitucionalidad”  y su soberanía se redujo a una tercera  parte de la que un estado democrático requería.  Otros Héroes de la Patria tendrían que  dar el tiro de gracia a la soberanía de los Estados. Porfirio Díaz, al ampliar la esfera del control de la constitucionalidad, a los asuntos meramente civiles y mercantiles,(1909)   y Victoriano Huerta, al determinar que los funcionarios  judiciales no deberían ser democráticamente electos, sino designados chapuceramente por el señor Presidente de la República  (1914).
                Entre las miles de reformas a la Constitución,  se han asestado golpes mortales al sistema político mexicano, siempre acordes  a las necesidades personales y modo personal de gobernar de cada presidente que llega a la silla.  Se han inventado el IFE, el TRIFE,   el VOTO INNOMINADO,  YA QUE BASTA CON TENER UNA CREDENCIAL DE ELECTOR, PARA QUE SE PERMITA A LOS CIUDADANOS VOTAR, ….poniendo una cruz en las boletas, sin nombre del votante, sin firma del votante, y la elección totalmente antidemocrática de candidatos, ya que solo los partidos reconocidos por el gobierno, pueden hacerlo.
           La Suprema Corte de Justicia de la Nación,  cuyos integrantes han sido designados por el senado, pero precisamente de entre los candidatos que le propone el presidente de la República,  resuelve todos los conflictos de “constitucionalidad”,  y es de llorar tener que enterarse de  que hay miles de “contradicciones de tesis”  resueltas por el Alto Tribunal, y más aun, que entre las sacratísimas resoluciones que ha dictado,  se han declarado constitucionales el FOBAPROA, quizá el mayor fraude perpetrado jamás por banqueros y funcionarios en contra del pueblo;   el IMPUESTO SOBRE TENENCIA Y USO DE VEHÍCULOS , que ha venido a sumarse a los que el adquirente por necesidad de un vehículo  tiene que pagar al comprarlo, al pagar cada litro de gasolina que consume para moverlo;  la variación siempre al alza   DEL IMPUESTO PREDIAL,  todo ello a despecho de los requisitos de PROPORCIONALIDAD Y EQUIDAD  constitucionalmente señalados para toda clase de impuestos  que, de acuerdo con la interpretación judicial,  SON ELÁSTICOS siempre en perjuicio del contribuyente, todo DENTRO DE LA CONSTITUCIÓN….”
El problema de la designación de los Ministros de la Suprema Corte “ …por el Presidente de la República…” ha determinado la desaparición del principio de División de Poderes, adoptado desde los tiempos de Aristóteles, pasando por Montesquieu hasta nuestra legislación fundamental, y considero que es sumamente fácil revertir ese daño,  simplemente modificando el artículo 96 constitucional, para establecer  que las vacantes que ocurran en la Suprema Corte de Justicia, en adelante serán cubiertas por el DECANO DE LOS MAGISTRADOS DE CIRCUITO, cuya designación es a cargo del mismísimo PODER JUDICIAL

Con esta reforma, se daría pleno cumplimiento al Artículo 49 de la Carta Magna que señala:
Artículo 49.- “El supremo poder de la federación se divide, para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
No podrán reunirse dos o más de estos poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29”.
Con el sistema de designación por el ejecutivo y aceptación por el Legislativo, se viola flagrantemente éste artículo ya ue, no se reúnen una corporación dos poderes,  SINO EN DOS.
La ventaja principal de esta reforma, a mas de retirar un precepto “chapucero” en la Constitución, sería la de contar con un poder judicial totalmente independiente, formado por personas de reconocida solvencia moral y máxima capacidad plenamente demostrada por su desempeño anterior.
Indefectiblemente,  cada principio de sexenio el nuevo titular del  Ejecutivo pretende “ajustar” todas las leyes a su “modo personal de gobernar”, como lo llamó el Maestro Daniel Cosío Villegas, y se desata una  “legislorrea” generalmente fatal. Si existe buena voluntad del Presidente entrante, y sobre todo “honradez”, como todos esperamos que sea en este caso, podría ponerse remedio  a la “castración” de la Soberanía de los Estados “Soberanos”, devolviéndoles su derecho a impartir justicia, reclamado por el Diputado Constituyente HILARIO MEDINA, en el congreso constituyente 1916-1917, en la forma que trascribimos en seguida:

"…I.-  En las reglas del artículo 107 del proyecto se establece el amparo contra sentencias definitivas pronunciadas en juicios civiles y en juicios penales. Esto nulifica completamente la administración de justicia de los tribunales comunes de los Estados, porque la sentencia pronunciada por éstos será atacada ante la Corte mediante el amparo; y sea que este alto tribunal confirme o revoque aquel fallo, tendrá el derecho de revisión sobre la justicia local, produciendo el desprestigio de ésta;

"II. Los Estados, por sus tribunales, deben sentenciar definitivamente los litigios y las causas criminales de los habitantes sometidos a su soberanía y no deja nunca su justicia en manos ajenas, porque resulta curioso que un Estado que se llama soberano, no pueda impartir justicia;

Es uno de los peores abusos de la Federación en perjuicio de los Estados SOBERANOS, y ésta, una oportunidad para  revocarla.

2/04/2013

DOS INCENDIOS.



Joaquín Ortega Arenas.

Como acostumbramos desde hace casi 70 años, los miembros de la Generación 1942-1946 de la Escuela Nacional de Jurisprudencia supervivientes, (apenas 5) nos reunimos a desayunar juntos una vez más, el sábado 2 de febrero d 2013.  No había muchos temas que abordar y desde luego surgieron las misteriosas explosiones ocurridas  en la Torre de Petróleos Mexicanos ubicada en La Avenita Marina Nacional, Bahía de Banderas y Bahía  del Espíritu Santo, que han tenido hasta el momento un trágico desenlace con  numerosas muertes y personas heridas. Uno de los asistentes recordó que en el mes de diciembre de 1992, ocurrió un incendio en ese mismo lugar,  cosa que le constaba porque  desde entonces vive en la Calle de Bahía de Banderas, frente a la Torre, incendio que se consideró provocado para ocultar el fraude verificado en la compra de dos barcos petroleros, “Abkatún y Cantarell”, y que según se comentó en el barrio, se destruyeron todos los documentos relativos a esas operaciones.
Se provocó de inmediato una discusión, y uno de los asistentes propuso que nos constituyéramos en “Sala de la Suprema Corte”  y por votación, después de oír argumentos en pro y en contra decidiéramos cual debía ser nuestra opinión.  Otro de los presentes, en franca broma,  señaló que si nos íbamos a constituir en Sala de la Suprema Corte, “que no fuera la segunda,  porque es muy influenciable y variable en sus resoluciones”.  Reímos y nos constituimos pues en una falsa Primera Sala y comenzaron las discusiones.
Por unanimidad de cinco votos, estimamos que era un sabotaje provocado, tal vez con el mismo objetivo que causo el anterior  incendio en el Departamento de Contabilidad de la Paraestatal. Se comentó que en ésta ocasión no fue un simple incendio,  sino dos explosiones  que oyeron claramente los vecinos que   viven en la Calle de Bahía de Banderas. Respecto a la sospecha de sabotaje, hubo unanimidad de cinco votos, porque como argumentamos todos, en un departamento de contabilidad de cualquier empresa, grande o pequeña, hay computadoras,  y papeles y más papeles que al menos hasta hoy, se ha sabido que no explotan.
Respecto a la forma en que se ha tratado de resolver el problema, surgieron críticas por lo sospechoso que resulta que se haya  corrido, literalmente,  al personal de la Benemérita Cruz Roja para sustituirlo por personal militar, y  retirado de sus instalaciones a los heridos que atendía ya, uno de los cuales, señaló la prensa,  falleció durante su  traslado a otro hospital.
  Se mencionó la gran preocupación del Presiente de la República   y su constante presencia en el lugar de los hechos….
Uno de los asistentes al desayuno acotó que en su opinión,  el sabotaje si existió, solo que por error, los artefactos explosivos funcionaron antes de lo planeado, con toda seguridad para el momento en que la oficina de la Torre B-2,  se encontrara ya sin trabajadores,  por lo que a quién debía buscarse y castigarse, es  precisamente  al autor de ese error, quizá involuntario, que ocasionó más de treinta muertos,  muchos heridos y pérdida de valiosos documentos,  razonando  como abogado penalista que es, que se trata de un delito por imprudencia por el que …hasta cabe  la libertad bajo fianza,  en el caso de que “fuera detenido”. Total, que ¡desde el punto de vista estrictamente legal, ¡es un caso sin importancia!, …..Acordamos los asistentes en dejar de funcionar como Alto Tribunal,  y dejar las cosas como están.  Otro de los asistentes señaló que de todos modos el responsable verdadero será sancionado…por su conciencia, y nos recitó una parte del  poema de Gaspar Núñez de Arce,  “El Vértigo”, que, obviamente escribí y les regalo a mis queridos y pacientes lectores.
“…Conciencia nunca dormida
mudo y pertinaz testigo
que no dejas sin castigo
ningún crimen en la vida
La ley calla, el mundo olvida
mas, quien sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
que a solas con el pecado
fueses tu para el culpado
Delator, Juez, y Verdugo…”