EL ATRACO A LOS
MAESTROS.
Joaquín Ortega Arenas.
Nada
más injusto e ilícito que el hostigamiento de que se ha hecho gala en esta
Administración Federal en contra de los Maestros y, el nuevo Secretario de
Educación, ha manifestado:
“…La Secretaría de Educación Pública (SEP),
no dudará en emplear a la fuerza
pública ante cualquier grupo que violente las jornadas de la evaluación magisterial; lo anterior
fue confirmado por su titular, Aurelio Nuño.
“Cualquier maestro o grupo, de cualquier clase que
quiera violentar el derecho de los docentes a la evaluación y que no les
importe la educación de los niños, y que busquen evitar por la fuerza que se
lleve a cabo la evaluación se van a enfrentar a la fuerza pública que no
permitirá que eso suceda”.
Nuño dijo
que respeta el derecho de manifestación, pero siempre y cuando sea por la vía
pacífica….”
Desgraciadamente, buena parte de la culpa de esta situación
corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que en plena
violación al Artículo 14 de la Constitución que determina la prohibición
de aplicar retroactivamente toda Ley y, OMITIO tomar en cuenta que la “LEY
GENERAL DE SERVICIO PROFESIONAL DOCENTE”,
se publicó en el Diario Oficial de la Federación del día 11
de septiembre de 2013, y, su Artículo
Primero Transitorio determina que
entrará en vigor a partir del día siguiente de su publicación, es decir el doce
de septiembre de 2013 y, por lo tanto, NO ES APLICABLE A LA CASI TOTALIDAD DE
LOS MAESTROS. QUE NO ESTAN LEGALMENTE OBLIGADOS A “EVALUARSE”
La insistencia del Gobierno RESULTA INFUNDADA Y HASTA DELICTIVA.
Tal vez a los que hay que EVALUAR es a los
Señores Ministros de la Suprema Corte de
Justicia, por ignorar en sus resoluciones Artículos contundentes de la
Constitución, y lo peor, NO EMENDAR ESOS ERRORES EN PERJUICIO DE MAS DE UN
MILLONY MEDIO DE MAESTROS.
Las noticias
diarias en todo el País, ponen de manifiesto que en la “defensa de lo indefendible”,
están empeñados miles de soldados, marinos y agentes de la policía Federal.
La situación en que vivimos nos hace
volver al pasado y recordar la vida y
muerte de Benito Mussolini, del que la
historia nos relata:
“…militar, político y dictador italiano. Primer
ministro del Reino de Italia con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943, cuando fue depuesto y encarcelado brevemente. Escapó
gracias a la ayuda de la Alemania nazi, y asumió el
cargo de presidente de la República Social Italiana desde septiembre de 1943 hasta su derrocamiento en 1945, y posterior asesinato por fusilamiento.
Mussolini —también conocido como el Duce— pasó de ser
el número 3 en el escalafón del Partido Socialista Italiano y dirigir su rotativo Avanti!, a promover
el fascismo dentro de Italia. Durante su mandato estableció un régimen cuyas características fueron el nacionalismo, el militarismo y
la lucha contra el liberalismo y
contra el comunismo, combinadas
con la estricta censura y la propaganda estatal.
Mussolini se convirtió en un estrecho aliado del canciller alemán Adolf Hitler, caudillo
del nazismo, sobre quien había influido….
También recordamos a Adolfo Hitler, cuya
historia es semejante a la de Benito,
“….fue el Führer—presidente— y canciller de Alemania entre 1933 y
1945. Llevó al poder al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi, y lideró un régimen totalitario durante el
periodo conocido como Tercer Reich o Alemania nazi. Además, fue quien
dirigió a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, iniciada por él con el propósito principal de
cumplir sus planes expansionistas en Europa.
Hitler se
afilió al Partido Obrero Alemán, precursor del Partido Nazi, en 1919, y se convirtió
en líder de este en 1921. En 1923, tras el pronunciamiento en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich, Hitler
intentó una insurrección, conocida como el Putsch de Múnich, tras cuyo fracaso fue condenado a cinco años de
prisión. Durante su estancia en la cárcel redactó la primera parte de su libro Mi lucha (en alemán, Mein
Kampf), en el cual expone su ideología junto con elementos
autobiográficos. Liberado ocho meses después, en 1924, Hitler consiguió obtener
creciente apoyo popular mediante la exaltación del pangermanismo, el antisemitismo y el anticomunismo, sirviéndose
de su talento oratorio apoyado por la eficiente propaganda nazi y las concentraciones de masas cargadas
de simbolismo.
Fue nombrado canciller imperial (Reichskanzler)
en enero de 1933 y, un año después, a la muerte del presidente Paul von Hindenburg, se autoproclamó Führer,
asumiendo así el mando supremo del Estado germano. Transformó la República de Weimar en el Tercer Reich y gobernó con un partido único basado en
el totalitarismo y la autocracia de la ideología nazi.
El objetivo
de Hitler era establecer un Nuevo Orden basado en la
absoluta hegemonía de la Alemania nazi en el continente
europeo. Su política exterior e interior tenía el objetivo de apoderarse de Lebensraum (‘espacio
vital’) para los pueblos germánicos. Promovió el rearme de Alemania y tras la invasión de Polonia por la Wehrmacht el 1 de septiembre de 1939, se inició
la Segunda Guerra Mundial. Con estos actos, Hitler violó el Tratado de Versalles de 1919 que
establecía las condiciones de la paz tras la Primera Guerra Mundial.
Bajo la
dirección de Hitler, las fuerzas alemanas y sus aliados ocuparon en 1941 la mayor parte de Europa y África
del Norte. Esas ganancias territoriales decrecieron paulatinamente después de
la batalla de Stalingrado, hasta 1945, cuando los ejércitos aliados derrotaron al ejército alemán.
Por
motivos raciales, Hitler fue causa de la muerte de diecisiete millones de
personas, incluyendo seis millones de judíos y
entre medio y millón y medio de gitanos, en lo que
se denominó posteriormente «Holocausto».
En los
últimos días de la guerra, durante la batalla de Berlín en 1945,
Hitler se casó con su antigua amante, Eva Braun. El 30 de abril de1945 los dos se suicidaron en el búnker de la Cancillería, para evitar
ser capturados por el Ejército Rojo;
posteriormente, sus cadáveres fueron quemados.
¡Qué
bueno que en México, a pesar de que
hemos sufrido algunas dictaduras, ninguna se parezca a las que he recordado!