11/29/2007

LOS PARIAS

Joaquín Ortega Arenas.
Genéricamente, “parias” son aquellos que nada tienen, aunque el Diccionario de la Lengua Española señale otra cosa. En México, desde la llegada de los conquistadores, parias son los indígenas antes dueños de estas tierras. Es en vano la palabrería con que las autoridades coloniales, independentistas, revolucionarias y post revolucionarias pretendan tapar el sol con un dedo. Los parias nada tienen ni nada tendrán jamás. Gobiernos van y gobiernos vienen y su situación es la misma. Sigue vigente el principio colonial que señala la necesidad de que vivan al borde de la miseria, sin morirse, desde luego, por que son la fuerza de trabajo esclavo que mantiene a este País. El “sistema” establecido desde los años veintes del Siglo XVI por Nuño Bertran de Guzman, consiste en permitirles vivir a secas y trabajar, sin posibilidades de que puedan salir jamás de su miseria. A los campesinos, solo se les permitía cultivar tierras que descaradamente llamaron “de pan comer”, es decir que con sus productos permitieran vivir a una familia y cada mas. A los empleados domésticos, de las minas y urbanos, salarios mínimos ( que hoy conservamos celosamente dentro de nuestras leyes) para que malvivieran y bien trabajaran. Esa situación no ha permitido jamàs que los parias se eduquen, que los parias piensen, que los parias puedan tener a su alcance una justicia que los proteja, que como señalaban las autoridades coloniales, los parias puedan convertirse en un peligro para la corona, hoy la República y los nuevos conquistadores que la detentan. De esa necesidad del “sistema”, deriva que los impuestos y los precios de los artículos de primera necesidad siempre estén al alza y los salarios a la baja. “Primero comer y luego ser cristiano”, los parias solo mal comen. Más de siete millones de mexicanos, según las amañadas cuentas del Gobierno, viven ya en Estados Unidos como esclavos. Más de ocho mil han muerto en los últimos años en su vano intento por escapar de la miseria en que en su patria viven. No hay mal que por bien no venga. Los desterrados por la miseria que sobreviven, envían para mantener a sus familias de los que la miseria los ha separado, anualmente mas de veinte mil millones de dólares. De esos dólares viven los Estados de Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Aguascalientes, y otros mas, a cambio de que la producción agrícola de México haya desaparecido prácticamente, Todo absolutamente todo importamos y pagamos con los dólares que nos mandan los parias expatriados por la miseria. No quedan ahí las cosas. Hoy queremos ya, desaparecer de nuestra vista a los parias. Dan mal aspecto, incultos, muertos de hambre, con un fanatismo enfermizo que les hemos inculcado para que no pienses, solo crean y obedezcan sin chistar. En el sexenio delirante (1934-1940), minimizamos toda propiedad agrícola. La privada reducida a 100 hectáreas y la comunal, a media o una hectárea por comunero o ejidatario, pero sin medios para explotarla. Tuvieron que abandonar el campo que aunque era suyo, ya para nada les servía, y se hacinaron en las grandes ciudades formando cinturones de miseria y delincuencia, Los pocos poblados y comunidades que aun subsisten son víctimas de persecución constante por las autoridades. No pagan lo que “deberían por impuesto predial” y entonces pretenden arrojarlos para construir en los terrenos antes cultivables grandes fraccionamientos y condominios que si pagan. No sabemos si por consigna expresa, o por simple ignorancia de la Ley , los tribunales les niegan la protección constitucional que en su favor se estableció algún día, y a cambo de ello, hay siempre “granaderos” y P.F.P., que los desalojen de sus poblados ancestrales. La desesperación y el hambre son malos consejeros. Obligan a los simples mortales parias que aun viven en “piso de metal” como decía DON Ramón López Velarde, “a olvidar que su obligación es obedecer y callar, y llega el día en que irremisiblemente “explotan”. ¿ Eso estamos buscando?

11/20/2007

"Ya ni en la Paz de los sepulcros creo…”

Joaquín Ortega Arenas. Preguntarás, amable lector, porque hoy iniciamos este ensayo con esa hermosa ovación que Don Manuel Gutiérrez Nájera puso en boca de Hamlet, el personaje creado por Shakespeare , y desde luego paso a explicártelo. El inolvidable gobernante de México, Once veces Presidente de la República durante el Siglo XIX, verdadero y único fundador de nuestro sistema de gobierno DON Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, Benemérito de la Patria , General de División, Caballero de la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III y, Presidente de la República , decretó la centralización del Poder Público nunca jamás revocada de hecho y existente hasta nuestros días; centralizó las rentas de la Nación tampoco variada a pesar de los dizque cambios legislativos; creó un ejército de noventa mil hombres, aumentado hoy a un cuarto de millón, mas los que aporta la encubierta e ignominiosa “leva” de todo aquel que cumple dieciocho años, pomposamente llamada hoy “servicio militar obligatorio”, establecido cuando estúpidamente nos colocamos en estado de Guerra contra Alemania nazi, y conservado hasta el día de hoy como arma de represión contra obreros, campesino, maestros y toda clase de “enemigos” del gobierno en turno; restableció las “...alcabalas, sin perjuicio de la continuación de todas las contribuciones existentes...”, noble ejemplo que ninguno de nuestros próceres y legisladores se ha atrevido a desobedecer y menos a olvidar; estableció impuesto de 2 reales mensuales a cada coche; un real mensual a las pulquerías de una sola puerta, y tres por cada puerta más ; 2 reales a las puertas y ventanas...” y la cuota era mensual. Solo hemos variado los nombres; hoy los llamamos “tenencia y uso de vehículos” e “impuesto predial”. Sin embargo el noble y ejemplar mexicano al que aludimos, se quedó corto. Hoy el Gobierno del “cambio” ha establecido impuestos que deben pagar los muertos enterrados en nuestros panteones, so pena de que si no pagan serán lanzados sus restos al basurero. Mas , no queda en eso la amenaza, las cenizas depositadas en las bóvedas de las iglesias, deben pagar impuesto por su depósito en ese lugar , o los restos y cenizas que guardan o vayan a guardar, serán revueltas con las demás cenizas que existan en la tierra. Si bien se trata de una maldición bíblica; “ pulvis eris et en pulvis reverteris”, los ciudadanos, vivos o muertos no tienen que pagar ningún impuesto , los primeros por morirse y los segundos porque resulta retroactiva esa disposición contrariando el artículo 14 constitucional. Nada mas respetable en TODO EL MUNDO, que los muertos. Su culto es parte de la naturaleza humana, pero en México, o pagan impuesto por el sitio que ocupan o `pretenden ocupar, o se van a la basura, ¡no faltaba mas! Muchos de los muertos que reposan, o reposaban, en los panteones e iglesias, tal vez tengan todavía alguien que se acuerde de ellos, y pueda pagar el impuesto por el lugar que ocupan en esta Ciudad de la Esperanza , ¿pero los que no lo tienen?. Se nos viene a la mente el caso de Don Benito Juárez, que reposa, quién sabe hasta cuado lo permitan las autoridades, en el Panteón de San Fernando. Cuando reclamen el espacio que ocupa y embarguen el monumento por falta de pago del impuesto , y lancen lo que queda de sus restos, …ni modo. La ley es la ley y, a la basura, porque eso sí, somos muy legalistas y la ley es general,. o no es constitucionalmente permitida. O todos coludos o todos rabones. El General Cárdenas, . puede “vivir” tranquilo en el Monumento a la Revolución. Evidentemente Cuauhtemoc, tiene con que pagar y pagara el impuesto por los dos metros cuadrados que ocupa su catafalco, pero… Don Venustiano, ¿habrá quién quiera ya pagar por los dos metros suyos? Sin remedio. Sus huesos y sus ensangrentadas barbas , irán a parar a la basura. Donde el caso es mas grave es en el Monumento de la Independencia. Ni Hidalgo, ni Allende, ni Aldama ni Abasolo ni Jiménez tienen descendientes conocidos. El padre de la Patria porque se supone que como sacerdote no tuvo descendientes, y los demás porque si los tuvieron, ya hasta la historia los ha olvidado. Que pena, pero , ¿ni modo! La ley es dura, pero es la ley. A la basura y ya. Sus nichos podrán ser vendidos para que se deposite en ellos a nuevos héroes de la patria,. Se nos antojan como candidatos todos nuestros expresidentes, que vaya si tienen con que pagar hasta trescientos años de impuesto anticipado. De los mexicanos de cuarta y quinta en adelante, ni hablar. Vivos o muertos, o pagan impuesto o se van a la basura y punto Se muere tanta gente en esta Ciudad de la Esperanza , que va a haber motines para adquirir las tumbas y nichos desocupados por los “legales” lanzamientos. No faltará despistado que se pregunte, ¿pero si pagaron su tumba a perpetuidad y su nicho en la iglesia? Ingenuo además, que no sabe que la ley es la ley y que la ley la hacen los que necesitan sacar dinero de donde lo haya, aun que tengan que ensuciarse las uñas sacando muertos de sus tumbas que pagaron “a perpetuidad” o cobrando la entrada de sus cenizas a las iglesias, y cobrándola además como si fueran a un concierto de la Sinfónica de Londres el Palacio de Bellas Artes, luneta especial. El pomposamente órgano de la Secretaría de Hacienda conocido como S.A.T., les expedirá a los muertos un pomposo recibo por QUINIENTOS CINCUENTA Y NUEVE PESOS, “por su ingreso a su lugar de reposo, como están las cosas, quizá temporal. La fundamentación legal , sencillísima; “clave 400133” . Con razón querido lector, quién te imaginas, está tan gordo.

11/05/2007

EL AGUA. BENDICION Y MALDICIÓN.

Joaquín Ortega Arenas. Día a día, los medios masivos de comunicación nos enseñan, gráficamente, cual es la situación que vive en estos días el Estado de Tabasco. El exceso de agua de la que lo ha dotado la naturaleza es una bendición, pero hay ocasiones en que, por la imprevisión, el descuido y hasta por la inmensa corrupción imperante en el País, el agua se vuelve una maldición. Casi todo el Estado de sen encuentra bajo las aguas. Los ríos Usumacinta, Grijalva, Carrizal y Samaria se desbordaron y el nivel del agua en la mayor parte de las tierras bajas del Estado, es de mas de un metro sobre el nivel medio del suelo. Sería lo más fácil, echar la culpa a las lluvias que han caído sobre la zona, pero la verdad es otra. Fui asesor externo del Gobierno del Estado de México durante el Régimen de Don Alfredo del Mazo Velez, y me distinguió con su amistad hasta el día de su muerte, así que un buen día, allá por el año de 1962 o 1963, a estas alturas la memoria no es siempre muy fiel, acudí a saludarlo en sus oficinas del Paseo de la Reforma , ya que era entonces, Secretario de Recursos Hidráulicos. Como es natural, estaba ocupado, pero su Secretaria Particular me indicó que esperara y que iba a ver si me podría recibir. Salió de inmediato y me dejó libre el paso a la oficina en la que en una torno a una gran mesa seis personas, además del entonces Ministro, discutían acerca del plan que tenia Don Alfredo para liberar al Estado de Tabasco, y en especial a la zona conocida como “ La Chontalpa ”, de las sempiternas inundaciones que padecía. Uno de los ingenieros presentes, después de que fui presentado por Don Alfredo, me indicó brevemente que se trataba de controlar las aguas de los Ríos Usimacinta, Grijalva, Carrizal y Samaria mediante la construcción de pequeñas presas en su trayecto y una gran laguna artificial en la llamada Olla de la Chontalpa que recibiera y almacenara los excedentes acuíferos y que, además, contaría con una especie de vertedor de demasías directamente hacia el Golfo de México. El Plan, me relató, tenía como principal objetivo el de evitar las tremendas inundaciones que asolaban la zona, y de paso, generar energía eléctrica en las pequeñas represas, y aprovecharlas en la cría de especies de agua dulce propias de la región, y como comentario al margen apuntó, “…en especial el pejelagarto que se está acabando y es muy sabroso.., En la laguna artificial, podrían igualmente colocarse estaciones de producción piscícola y en sus orillas, fruticultura intensiva. Me relataron además que, en los Estados Unidos de Norteamérica, allá por los años veintes y principio de los treintas, el Río Tennesse, había originado tremendas inundaciones en todo el Estado del mismo nombre que acabaron con cosechas, ganado y destruyeron miles de hogares, por lo que el Presidente Roosevelt , en parte para resolver el problema de catorce millones de desempleados producto de la recensión económica de 1929, y en otra para evitar que catástrofes como la que se había presentado se repitieran, determinó construir una cadena de treinta y tantas presas que controlaran para siempre las aguas del violento río. La obra se llevó al cabo en poco más de dos años. Las aguas del río quedaron prácticamente domesticadas desde entonces; cesaron las inundaciones y los daños; la producción de energía eléctrica fue fundamental para el desarrollo industrial del Estado y otros mas aledaños al mismo, y de paso quedó resuelto el problema de la desocupación de los catorce millones de desplazados por la quiebra del 29. Don Alfredo, tenía grandes esperanzas en la realización para el control de las aguas de los ríos Usumacinta, Grijalva , Carrizal y Samaria, de una obra similar a la del Río Tennesse, pero,…terminó el sexenio y el nuevo Presidente, el inteligente Gustavo Díaz Ordáz, seguramente estimo que una obra no planeada por él, no era ni viable ni útil, y nunca se desarrollo el plan que tuve el inmenso gusto de escuchar y alabar. Desapareció la Secretaría de Recursos Hidráulicos, medio substituida por la Comisión Nacional del Agua, presidida por “cuates y amigos” del Jefe en turno, que no tiene ni idea de los problemas que el agua representa y ha representado en toda nuestra historia, y menos aun intenciones de resolverlos a largo plazo. Hoy Tabasco es una vez mas, zona de desastre. Posiblemente se recupere algún día… solo para esperar el siguiente desastre, ya que Tlaloc , vengativo y cruel, se encargará de que llegue se presente en unos cuantos años mas. .