11/03/2006

Balance IV.- Los Bancos

LOS BANCOS. Joaquín Ortega Arenas
Hace ya casi noventa años, el gobierno de Venustiano Carranza, para terminar con el caos que la “fabricación” indiscriminada de billetes y su circulación forzada por los avatares de la “Revolución” había ocasionado en México. Los llamados “bilimbiques “ circulaban por todas partes y para terminar con esa situación se encargó al Banco de Londres y México, la elaboración de billetes de alta denominación. El Banco abusó de la situación imprimiendo mas del doble de lo que el gobierno había encargado y el asesinato del Presidente de la República en Tlaxcalantongo, puso al descubierto ese gran fraude bancario., Designado presidente provisional Don Adolfo de la Huerta , con una gran energía y sobre todo, patriotismo, ( atentar en contra de un banco inglés, era delito internacional) canceló la concesión del banco para operar en México, recuperó el dinero defraudado y encarceló a los responsables.. Con el ejemplo puesto por el presidente De la Huerta , los bancos , todos extranjeros o propiedad del clero, tomaron por el buen camino en sus operaciones, sin que haya tenido influencia alguna el hecho de que llegado a presidente Alvaro Obregón, devolvió la concesión al banco defraudador y puso en libertad a los responsables . Plutarco Elías Calles, fundó el Banco de México, como controlador y responsable de la acuñación y circulación de la moneda. En el principio de la tercera década del siglo, el Banco Germánico y de América del Sur, quebró en forma escandalosa, quiebra en la que mucho tuvo que ver el ya latente problema derivado de la lucha por el petróleo mexicano , En la misma década, fueron naciendo nuevos bancos con aparente capital mexicano, Banco de Comercio, de Industria y Comercio, Mexicano, Internacional, y otros con capital oficial, Nacional de Crédito Agrícola , Nacional de Crédito Ejidal, Nacional del Ejército y la Armada , etc., ofrecieron servicios de banca y Crédito, sin cobrar un solo centavo por sus servicios a sus cuantahabientes, a los que ofrecían en plan de competencia, mejores oportunidades en el ámbito financiero. El negocio bancario resultó excelente y como ya es costumbre, se inició su corrupción total, con el desenfreno de la voracidad de sus propietarios , hasta llegar al sexenio de López Portillo, en el que las instituciones de crédito realizaron un bum fraudulento y multimillonario que obligó al presidente a nacionalizar los bancos, Todavía recordamos la fecha en que el presidente, con las lágrimas en los ojos, exclamò: ¡ Nos saquearon, pero eso no volverá a ocurrir! Poco duró la nacionalización de los bancos. Pasaron a manos de extranjeros en operaciones muy dudosas en las que el fisco no vio un centavo de impuestos pero, se sospecha fundadamente que los mas altos funcionarios de los gobiernos de Miguel de la Madrid , Salinas y Zedillo si vieron “luz” en esas operaciones. Los nuevos banqueros, en connivencia con esos altos funcionarios, fraguaron endeudamientos increíbles que los tenían al borde de la quiebra, y la mano santa de Ernesto Zedillo, inventó el FOBAPROA. Los mexicanos pagamos la deuda contraída por los banqueros, y nos endeudamos hasta la tercera generación para que aquellos defraudadores no sufrieran quebranto alguno. “La quiebra de los bancos acabara con el País”, señalaron, sin recordar que ya habíamos tenido dos quiebras bancarias escandalosas que ningún daño causaron al País, y lo que es peor, los saqueadores, al amparo del FOBAPROA después de haber saqueado al País, ahora están saqueando por segunda vez a los mexicanos con un sistema orquestado con la protección de las autoridades judiciales locales y federales, Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal incluida, mediante la cual los créditos que ya les había cubierto el gobierno, son “cedidos” a empresas fantasmas , Estas empresas, demandan ante los juzgados del fueron común de toda la República a los deudores en forma ilícita, pues esos créditos no pueden ser materia de cesión alguna; sin miramientos los juzgados del fuero común aceptan las demandas y ejecutan a los pobres diablos que han caído en sus garras; no hay recurso que valga. Ninguno es procedente para los Tribunales Federales, Suprema Corte de Justicia de la Nación incluida , y los sacrosantos bancos, cobran por segunda vez con intereses sobre intereses y mas intereses, y embargan y rematan en su favor, casas, fábricas, ranchos y todo lo que este a su alcance, mediante este sencillo sistema que ha producido ganancias por varios millones de millones de pesos y que parece no tener remedio ni fin,. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal tiene de cierto, ( Fiscalía de Delitos Financieros), abiertas y dormidas per secula seculorum, averiguaciones previas que no son tales, sino denuncias muertas desde su nacimiento. El Consejo de la Judicatura Federal , quejas y mas quejas por las irregularices que la denegación de justicia implican, igualmente muertas desde su presentación. Amén.

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