11/20/2007

"Ya ni en la Paz de los sepulcros creo…”

Joaquín Ortega Arenas. Preguntarás, amable lector, porque hoy iniciamos este ensayo con esa hermosa ovación que Don Manuel Gutiérrez Nájera puso en boca de Hamlet, el personaje creado por Shakespeare , y desde luego paso a explicártelo. El inolvidable gobernante de México, Once veces Presidente de la República durante el Siglo XIX, verdadero y único fundador de nuestro sistema de gobierno DON Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, Benemérito de la Patria , General de División, Caballero de la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III y, Presidente de la República , decretó la centralización del Poder Público nunca jamás revocada de hecho y existente hasta nuestros días; centralizó las rentas de la Nación tampoco variada a pesar de los dizque cambios legislativos; creó un ejército de noventa mil hombres, aumentado hoy a un cuarto de millón, mas los que aporta la encubierta e ignominiosa “leva” de todo aquel que cumple dieciocho años, pomposamente llamada hoy “servicio militar obligatorio”, establecido cuando estúpidamente nos colocamos en estado de Guerra contra Alemania nazi, y conservado hasta el día de hoy como arma de represión contra obreros, campesino, maestros y toda clase de “enemigos” del gobierno en turno; restableció las “...alcabalas, sin perjuicio de la continuación de todas las contribuciones existentes...”, noble ejemplo que ninguno de nuestros próceres y legisladores se ha atrevido a desobedecer y menos a olvidar; estableció impuesto de 2 reales mensuales a cada coche; un real mensual a las pulquerías de una sola puerta, y tres por cada puerta más ; 2 reales a las puertas y ventanas...” y la cuota era mensual. Solo hemos variado los nombres; hoy los llamamos “tenencia y uso de vehículos” e “impuesto predial”. Sin embargo el noble y ejemplar mexicano al que aludimos, se quedó corto. Hoy el Gobierno del “cambio” ha establecido impuestos que deben pagar los muertos enterrados en nuestros panteones, so pena de que si no pagan serán lanzados sus restos al basurero. Mas , no queda en eso la amenaza, las cenizas depositadas en las bóvedas de las iglesias, deben pagar impuesto por su depósito en ese lugar , o los restos y cenizas que guardan o vayan a guardar, serán revueltas con las demás cenizas que existan en la tierra. Si bien se trata de una maldición bíblica; “ pulvis eris et en pulvis reverteris”, los ciudadanos, vivos o muertos no tienen que pagar ningún impuesto , los primeros por morirse y los segundos porque resulta retroactiva esa disposición contrariando el artículo 14 constitucional. Nada mas respetable en TODO EL MUNDO, que los muertos. Su culto es parte de la naturaleza humana, pero en México, o pagan impuesto por el sitio que ocupan o `pretenden ocupar, o se van a la basura, ¡no faltaba mas! Muchos de los muertos que reposan, o reposaban, en los panteones e iglesias, tal vez tengan todavía alguien que se acuerde de ellos, y pueda pagar el impuesto por el lugar que ocupan en esta Ciudad de la Esperanza , ¿pero los que no lo tienen?. Se nos viene a la mente el caso de Don Benito Juárez, que reposa, quién sabe hasta cuado lo permitan las autoridades, en el Panteón de San Fernando. Cuando reclamen el espacio que ocupa y embarguen el monumento por falta de pago del impuesto , y lancen lo que queda de sus restos, …ni modo. La ley es la ley y, a la basura, porque eso sí, somos muy legalistas y la ley es general,. o no es constitucionalmente permitida. O todos coludos o todos rabones. El General Cárdenas, . puede “vivir” tranquilo en el Monumento a la Revolución. Evidentemente Cuauhtemoc, tiene con que pagar y pagara el impuesto por los dos metros cuadrados que ocupa su catafalco, pero… Don Venustiano, ¿habrá quién quiera ya pagar por los dos metros suyos? Sin remedio. Sus huesos y sus ensangrentadas barbas , irán a parar a la basura. Donde el caso es mas grave es en el Monumento de la Independencia. Ni Hidalgo, ni Allende, ni Aldama ni Abasolo ni Jiménez tienen descendientes conocidos. El padre de la Patria porque se supone que como sacerdote no tuvo descendientes, y los demás porque si los tuvieron, ya hasta la historia los ha olvidado. Que pena, pero , ¿ni modo! La ley es dura, pero es la ley. A la basura y ya. Sus nichos podrán ser vendidos para que se deposite en ellos a nuevos héroes de la patria,. Se nos antojan como candidatos todos nuestros expresidentes, que vaya si tienen con que pagar hasta trescientos años de impuesto anticipado. De los mexicanos de cuarta y quinta en adelante, ni hablar. Vivos o muertos, o pagan impuesto o se van a la basura y punto Se muere tanta gente en esta Ciudad de la Esperanza , que va a haber motines para adquirir las tumbas y nichos desocupados por los “legales” lanzamientos. No faltará despistado que se pregunte, ¿pero si pagaron su tumba a perpetuidad y su nicho en la iglesia? Ingenuo además, que no sabe que la ley es la ley y que la ley la hacen los que necesitan sacar dinero de donde lo haya, aun que tengan que ensuciarse las uñas sacando muertos de sus tumbas que pagaron “a perpetuidad” o cobrando la entrada de sus cenizas a las iglesias, y cobrándola además como si fueran a un concierto de la Sinfónica de Londres el Palacio de Bellas Artes, luneta especial. El pomposamente órgano de la Secretaría de Hacienda conocido como S.A.T., les expedirá a los muertos un pomposo recibo por QUINIENTOS CINCUENTA Y NUEVE PESOS, “por su ingreso a su lugar de reposo, como están las cosas, quizá temporal. La fundamentación legal , sencillísima; “clave 400133” . Con razón querido lector, quién te imaginas, está tan gordo.

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