2/04/2008
PARADOJAS.
Joaquín Ortega Arenas.
El destino, eterno conductor de nuestras vidas, nos ha jugado en éste año una cruel broma. Han coincidido la “conmemoración” de la promulgación de nuestra constitución ( 1917) y el último día de la semana de Carnaval. El martes de Carnaval con el entierro del mal humor y, preguntaras extrañado lector estro que tiene de paradoja. Te lo explicaremos.
La Constitución , ( Del latín, contitutio-onis, es forma de gobierno que tiene cada estado : ley fundamental de la organización de un estado) Según Aristóteles, ( “ La Política ”. Libro III, capitulo I ), la “Constitución política es el ser del estado ; el orden establecido entre los hombres de la Ciudad ; la Constitución misma es el gobierno ( La Política , Libro III capítulo IV). Para Bryce, es “… El complejo total de leyes que comprenden los principios y las reglas por los que la comunidad está organizada, gobernada y defendida”. No ha faltado quién estime, comparando a los estados y naciones con el cuerpo humano, que la constitución es la columna vertebral de las naciones y estados, ya que señalan, es garantizadora del orden establecido, de lo que debe conservarse para evitar el riesgo de las innovaciones y cambios.
La comparación tiene perfecta lógica. La columna vertebral se compone de treinta y tres piezas óseas, la primera de las cuales, el Atlas, nada menos ni nada mas es la que sostiene la cabeza y en su interior, el cerebro, bendición que la naturaleza dio a los hombres y que les ha permitido logar progreso, cultura civilización…. La médula espinal, conduce los haces nerviosos que determinan el funcionamiento total del organismo humano. El funcionamiento de todo lo que nos permite conservar la vida
. La Constitución , se supone que debe tener una utilidad similar. Soportar la cabeza y conducir todos los haces que permiten el funcionamiento de las sociedades y las naciones, pero…que pasaría si de repente la columna vertebral empezara a crecer incontroladamente. Si en lugar de treinta y tres piezas óseas, surgieran diez o veinte o cien que aumentaran su tamaño. La Jirafas , pese a lo largo de su cuello, tienen el mismo número de vértebras que los hombres. En la naturaleza se ha dado un fenómeno, mínimo en los cerdos de raza Landrace, que por mutaciones genéticas han sido literalmente obligados a éter una vértebra mas que permita que los lomos sean mayores; el los altos de Jalisco, hay una gran cantidad de personas que tienen una vertebra mas, y sus paisanos les llaman los “lomilargos” pero una vertebra mas no diez ni cien.
La Constitución mexicana, la espina dorsal de nuestro Estado ha sufrido desde el 6 de febrero de 1917 hasta la fecha más de dos mil doscientas reformas y adiciones. Desde hace veinte años, el Congreso de la Unión , se convirtió en Congreso Constituyente Permanente y suma y suma incontrolada e impensadamente vértebras y vértebras a nuestra espina dorsal política. Puedes imaginar, querido lector, ¿ que sería y como sería el cuerpo humano con dos mil doscientos huesos mas ?.
Tal vez por eso el destino nos ha jugada la mala pasada de juntar los “festejos” por la constitución y el carnaval. Hay muchas coincidencias. Por necesidad tenemos ya que enterrar al mal humos; necesitamos, nos urge algo que nos alegre de la desgracia en que vivimos, una reina del carnaval un rey feo , disfraces con los que ocultar nuestra deformidad política, jurídica y social, porque con las reformas y adiciones a la columna vertebral de nuestro estado, hemos generado una burocracia inútil, como todas las burocracias, que ha multiplicado hasta el infinito personal administrativo, personal judicial, ( hasta 1994, hubo veintiséis ministros en la Suprema Corte , uno o dos Juzgados de Distrito en cada Estado y Tribunales Unitarios y Colegiados en cada uno de los poquísimos circuitos que existían. Hoy son cerca de quinientos entre unos y otros ) ; diputados electos y diputados de dedo, senadores electos y senadores de dedo, , partidotes y partiditos políticos, policías, constitucionales o inconstitucionales , militares, guaruras, “edecanes y edecanas”… y todos cobran y cobran bien. Naturalmente eso ha obligado a la superburocracia a elevar impuestos, a inventar impuestos, a institucionalizar las “mordidas”.. Como contrapartida. Millones de mexicanos huyen de su miseria “a riesgo de su vida”, tras el sueño norteamericano. Otros millones están a punto de morir de hambre con la aplicación del T.L.C.A.M, y los que sobrevivan tendrán que hacerlo en la miseria. .
¿A que nos ha llevado esa situación ? A vivir en un eterno carnaval sin que nos falten comparsas enmascaradas, disfraces, Tenemos Rey y Reina y hacemos festiva reverencia de nuestras majestades que reparten gracias a sus cortes reales, coloridos desfiles y ceremonias “togadas”, En fin que no nos falte el “pan y circo” que aconsejaban los romanos en su decadencia, por que… ¿?.
Que broma tan cruel nos ha deparado el destino, insisto, al hacer coincidir la “conmemoración” de nuestra columna vertebral política, con las fiestas de “carnestolendas”.
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