6/18/2008

VAMPIROS II.

TIENDA DE RAYA. Joaquín Ortega Arenas. Comentábamos que, convertidos en verdaderos vampiros, los bancos que funcionan en México, extranjeros casi todos ellos, “chupan” a los mexicanos casi toda la sangre que nos permite medio vivir y de ninguna manera crecer. Las cifras oficiales no mienten. En 2007, aumentaron 257% las ganancias de tres de los principales bancos; Las ganancias de BBVA-Bancomer, Banamex-Citigroup y Banorte en 2005, fue casi igual a la suma de los cuatro años anteriores; La utilidad de HSBC creció 225%. Toda esa “utilidad”, esa ganancia para los bancos, es pérdida para los mexicanos y para el país entero. Son empresas extranjeras que se llevan a sus países sede todas esa “ganancia”. ¿ La Secretaría de Hacienda? ¡Muy bien, Gracias!. A esa plaga debemos sumar que, la vieja institución porfiriana de la “tienda de raya”, ha resurgido con vigor pleno. Modernizada y perfeccionada funciona hoy en forma total, pero, controlada por las sacrosantos bancos, que emiten “Tarjetas de Crédito”. Con la tarjetita de plástico, convertida en factotum de la sociedad de consumo por los mas modernos sistemas electrónicos imaginables, cualquier ciudadano se convierte en un desaforado comprador. “El valor de tu firma”, señala la publicidad de alguno de nuestros queridísimos vampiros. ¿Compra, compra, compra! te grita la propaganda impresa, radiada o televisada durante las veinticuatro horas del día. ¡Basta con que firmes un “boucher” para que tengas lo que quieras, hoy, de inmediato! Un automóvil, un diamante o un kilo de frijoles. ¡Es lo mismo! Tú firma y el milagro está hecho. Pero, ¿Por qué hablamos de tienda de raya? Durante el “porfiriato, a fines del Siglo XIX y principios de XX, el gobierno otorgó concesiones a los propietarios de fincas agrícolas y ganaderas o factorías de todo tipo para que en los centros de trabajo establecieran tiendas en las que los trabajadores se vieran obligados a comprar todo lo necesario para una vida mísera como era en la época …sigue siendo hoy en día, la de de los asalariados, Los propietarios de las fincas y factorías pagaban los salarios con “vales” que solo eran recibidos en las tienda de raya. De esa manera en realidad pagaban en especie los salarios, y en especie que, valga la redundancia, de la peor especie. Los trabajadores y campesinos, analfabetas en su casi totalidad, al recibir los “vales”, solo ponían un a raya en el documento, y con ese documento con una raya, “pagaban” sus compras. Por eso se les llamó Tiendas de Raya” Llegó la civilización, llegó la revolución, llegó la tecnología “de punta”, y las Instituciones de crédito fueron autorizadas para emitir “dinero plástico”, ( tarjetas de crédito y de débito). ¡Miel sobre hojuelas! ¡El mundo en mi mano! Pero… Los fríos banqueros, han convertido ese sistema de novísima tienda de raya, en un arma de esclavización para los pobres consumidores que, desgraciadamente casi somos todos. Rimbombantemente le llamaron, “Crédito al consumo”, y de pronto leímos en uno de los grandes diarios que, “…La mayor contribución al crecimiento de esta cartera durante el año (2007) surgió de los créditos al consumo, que alcanzó 27 mil 515 millones de pesos, con un aumento en el periodo de 10 mil 826 millones de pesos y una tasa de incremento de 58.89 por ciento en el año…”. Con la curiosidad desbordada, continuamos nuestra búsqueda y cada noticia relacionada con el tema nos escandaliza más. “…El principal componente de la cartera vencida es el crédito al consumo, el cual a diciembre de 2007 representó el 63.88 por ciento del total. Menores proporciones corresponden a los créditos a la vivienda y a la actividad empresarial, con 19.81 y 16.19 por ciento, respectivamente.” “…la utilidad lograda por la banca múltiple en 2007 se explica principalmente por el aumento en el margen financiero –la diferencia entre intereses cobrados e intereses pagados de 36 mil 929 millones de pesos, 17.28 por ciento más que en 2006, y el observado en el cobro neto de comisiones, que fue de 10 mil 385 millones de pesos, monto superior en 14.74 por ciento al del ejercicio fiscal previo…” “… en el crédito al consumo, en el último año las familias destinaron 5 por ciento de su ingreso para cubrir el servicio de su deuda, relación que era de menos de 2 por ciento de su ingreso total hace cuatro años y de 3 por ciento en 2006. Específicamente en tarjeta de crédito, atender el servicio de la deuda representó 1.9 por ciento del ingreso de las familias en el último año. Las cifras, aunque pudieran parecer poco relevantes, reflejan que la dinámica del endeudamiento no ha dejado de crecer y ha rebasado al incremento en las percepciones de los hogares…” ( Datos publicados en el Reporte sobre el sistema financiero 2007 del Banco de México). Tu tarjeta tiene un límite. Si te retrasas en los pagos del “servicio de la deuda”, (intereses sobre intereses sobre intereses ), no solo te embargan lo poco que hayas adquirido con tu tarjeta, sino que de ponen en un índice crediticio totalmente ilegal, el temido “Bureau de Deudores”. Este Terrible sistema de robar al próximo, con la bendición del Estado que existe para ”protegerte”, no fue ni siquiera soñado por los “científicos porfirianos”

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