¿LA CIUDAD DE LA ESPERANZA?

Joaquin Ortega Arenas. Todavía seguimos soñando con la prometida “Ciudad de la Esperanza ”. Han pasado ya mas de seis años de la promesa hecha por el Gobernador del Distrito Federal de tener mas seguridad, mejor justicia, mejor policía, mas garantías, y….nada. Como los cangrejos, vamos para atrás. La seguridad personal de los habitantes del Distrito Federal es cada vez más precaria. La Justicia ,…no merece ya ese nombre. La corrupción se ha hecho dueña y señora de los Tribunales, desgraciadamente no solo los del Distrito Federal, sino que se ha contagiado la Justicia Federal. La Policía cada vez es peor. No hay peor pesadilla para cualquier ciudadano, que tropezarse con la policía y con la justicia. La presencia de una patrulla, no nos da confianza, sino por lo contrario, nos pone a temblar una patrulla o la simple presencia de un uniformado nos obliga a cambiar de ruta para no tropezar con él. Los impuestos, siempre al alza, nos tienen al borde del hambre. El impuesto predial hace años que no es estático sino dinámico y crece año con año, en forma geométrica, determinada no como dice la Constitución , por la capacidad económica del causante, sino por las necesidades de la autoridad exactora, voraz e incontrolable. La inefable Suprema Corte de Justicia de la Nación , ha dado su mas amplia bendición y apoyo legal al sistema empleado por las autoridades para elevar hasta lo imposible ese impuesto. Derechos por servicios prestados por el Gobierno del Distrito Federal, se fijan en Euros o Dólares y se pagan en pesos, pero, no es eso lo peor, aunque parezca mentira. Hace ya seis años que nos amenaza constantemente una nueva plaga. El despojo vía “expropiación por causa de utilidad pública”, de nuestros bienes inmuebles , no importa que sean de ricos o de pobres de solemnidad, y que se expropien siempre en beneficio de “terceros”, meta muy lejana a la Ley y al espíritu que la inspiró, que ordena, inútilmente, que las expropiaciones sean forzosamente para cubrir alguna necesidad pública, jamás una necesidad privada. . Basta con que un miembro del P.R.D., deje de pagar la renta del local que ocupa y sea demandado ante la “justicia”, para que la Secretaría de Vivienda acuda en su defensa, y expropie la casa que ocupa, “para satisfacer la necesidad de vivienda de ese miembro del P.R.D.” Hace ya mas de un año, empezaron a llegar a nuestra mesa quejas en ese sentido y, obviamente, ¡no lo creímos! Se trataba en el primer caso que conocimos, de una viuda de mas de ochenta años cuya único medio de subsistencia eran las rentas, “congeladas” desde luego , de una casita en la Colonia Algarín , único bien que dejó su difunto esposo para ella y sus hijos. Uno de sus cinco inquilinos, dejó de pagar más de dos años de renta y la afectada acudió a un abogado, que promovió un juicio ante Juzgado de Paz. El emplazamiento bastó para que el diligente Gobierno del Distrito Federal expropiara la casa a favor de sus ocupantes. Indefensa ya la pobre mujer, acudió a la Dirección de Vivienda del Distrito Federal pretendiendo cobrar la “indemnización constitucional” . Lleva más de cinco años de inútil ajetreo burocrático. --Vaya para allá.--. Valla para mas allá---, --- Vuelva a donde primero fue, etc. Se cansó y acudió nuevamente a un Abogado, desde luego no gratuito, que solicitó el amparo de la Justicia Federal , y ¡asómbrate querido lector! La Justicia Federal la amparó, solo que el Gobierno del Distrito Federal se ha negado a dar cumplimento a la sentencia de amparo. Tras dos años más de lucha, accedieron a darle una limosna como indemnización. ¡ La mitad del valor comercial del inmueble! El artículo 10 de la Ley de Expropiación, señala que la indemnización nunca será inferior al valor comercial del inmueble en el momento del pago, pero, que puede importar lo que diga la Ley o la Constitución , o la Jurisprudencia de la Suprema Corte , cuando las autoridades tienen la mas amplia protección,,,de las propias autoridades. Si son impunes e inmunes. Es muy, pero muy probable, que estén esperando que muera la reclamante y…desaparezca la obligación de pagarle. Tenemos, como ya señalé, los datos fidedignos y copias del asunto, y solo tratamos de entrevistar a la interesada para que nos permita publicarlos. Entre las quejas que hemos recibido, está la intervención constante de una Agrupación, no sé si de particulares o de personas patrocinadas por el propio Gobierno del Distrito Federal, que se hacen llamar “ La Asamblea de Barrios”. Ocupan bienes inmuebles ajenos que, indefectiblemente expropia el Gobierno de la “Ciudad de la Esperanza ” , “para satisfacer la necesidad de vivienda de sus ocupantes”. La petición de los mencionados miembros de la Asamblea de Barrios los convierte en parte en los procedimientos administrativos que tramita la Secretaría de Vivienda, fijan a su arbitrio el monto de la indemnización que debe pagarse, y ejercen toda clase de presiones al afectado con la “expropiación”, En cuanto tengamos mayor información, cierta y comprobable, la daremos a conocer. Es muy poco probable que las autoridades superiores del Gobierno del Distrito Federal ignoren esta situación, pero si así fuera, esperamos que tomen conocimiento de ella por este conducto, y se hagan cargo de la intervención legal que les corresponde en estos caos que no son otra cosa que verdaderos atracos “legales”.