EL “TEOREMA” DE JUANITO

Joaquín Ortega Arenas. Para Alma Elena de Gyves. Hace ya muchos, pero muchos años, tuve el privilegio de conocer y tratar a una familia de jaliscienses excepcionales. Los Hermanos García Medeles. Fausto el mayor, pianista . Juan, músico también excepcional director de orquesta y en los últimos años de su vida integrante del mundialmente famoso “Trío Argentino” mexicano ( García Medeles, Pïmentel y Ledesma, el argentino original formado por Lucio de Mare, Agustín Irusta y el guitarrista Fugazot les había pasado la estafeta) y Luis, mecánico también de excepción que a su modo, cultivaba la música, ya que era un magnífico afinador de motores de explosión interna. De la familia García Medeles podría yo contar mil y mil anécdotas, pero solo voy a referir dos. La primera, relativa a la calidad moral de estos mexicanos ilustres y la otra , que es tema de este ensayo, solo atribuible a Juanito, y al que yo considero además de un gran amigo y músico, el mas profundo crítico de la burocracia política mexicana. La primera. En cierta ocasión Don José Guadalupe Zuno Hernández, ex gobernador de Jalisco pidió que lo fuese a esperar al Aeropuerto de la Ciudad de México, cosa que con el mayor agrado me dispuse a cumplir. Mi automóvil un viejo Nash, estaba fallando y de urgencia acudí al genio de las afinaciones y solicité a don Luis lo dejara en punto para no fallar en la promesa que había hecho a Don Pepe. Sorprendido, me preguntó ¿Cómo, usted conoce al Licenciado José Guadalupe Zuno? ---Si don Luis, y a él es a quién tengo que ir a buscar mañana.-- No salía de su asombro y cuando se hubo repuesto de la sorpresa me dijo.--- Si usted nos lo permite, a mis hermanos y a mi nos encantaría acompañarlo. Además, ni siquiera haría falta afinar de urgencia su automóvil. Mi hermano Fausto nos llevaría en el suyo que es nuevo y de los grandes. --- Ni hablar, respondí pero, explíqueme por que ese afán de acompañarme. Con un nudo en la garganta me relató que, cuando murió su padre, su madre quedó sola y sin recursos . Los tres García Medeles eran muy pequeños y, sin amedrentase la buena señora acudió al Gobernador del Estado en busca de ayuda. No lo conocía y menos aún conocía el Gobernador a la madre de los García Medeles, pero la recibió, la atendió, le buscó una ocupación decente y suficiente para sacar adelante a la familia y ordenó se otorgaran becas a los tres hijos de la peticionaria para realizar todos sus estudios. Fausto, Juan y Luis García Medeles hicieron honor a las becas, pero no conocían, mas que en fotografía a su benefactor y, no faltaba mas, ésta era la ocasión, porque nunca es tarde para agradecer los favores recibidos. Fuimos los cuatro al Aeropuerto a recibir a Don Pepe, Le comunicaron, como una excusa, el motivo de su deseo de acompañarme, que no era otro que el de manifestar el profundo agradecimiento que a través de los años le habían guardado y pocas veces en mi vida he presenciado una escena tan conmovedora, para los García Medeles y para el ex gobernador. La segunda. En mi vida profesional de judío errante, tuve necesidad de acudir a Guadalajara en numerosas ocasiones en las que invariablemente me reunía con Juanito García Medeles y su grupo de bohemios. Deje de ir por algún tiempo , vino Juanito a la Ciudad de México y me invitó a comer. La plática giró sobre el grupo bohemio de Guadalajara y, lo obligado, le pregunté por un eminente escritor , también buen amigo, que había sido designado Secretario General de Gobierno del Estado. ¿Ay, mi li.—me dijo-- La política y el poder son los mas poderosas drogas que existen en México.-- ---Bueno, Juanito, repliqué -- ¿ a que viene esto?. --- Porque la política y el poder, a los inteligentes los apendejan, y a los pendejos los enloquecen.— --- Me parece muy elocuente su definición pero le pregunté por “fulano.” ( el recién nombrado Secretario General de Gobierno. --- ¡Está enloquecido! mi li....fue toda su respuesta. La definición del gran músico y mejor analista de la política en México, a mi al menos, me pareció un verdadero “Teorema”, pero tu, amable lector puedes calificarla a tu entender y clasificar o introducir a esa clasificación a quién consideres pertinente como si se tratara de tu voto , en forma anónima, libre , secreta y sobre todo, totalmente inútil