4/04/2010

LA CATARSIS

Joaquín Ortega Arenas. ¡Llegó la Semana Santa! ¡Es hora de alistar maletas! ¿A dónde iremos? Los mexicanos, hemos adquirido el hábito de salir, alocadamente, a disfrutar de los cuatro días que las autoridades otorgan de licencia a todos para rememorar dentro del culto cristiano la Pasión , crucifixión y Resurrección de Jesucristo. Son días “de guardar” o de disfrutar al margen de toda creencia religiosa, en forma totalmente pagana. Veamos: La semana Santa, según el Calendario litúrgico, inicia el Domingo de Ramos, el Jueves conmemora la última Cena, el Viernes la Crucifixión y muerte de Jesús , el sábado la sepultura de Jesús, y el domingo la Resurrección. Resulta evidente que la única fecha que festejar, lo es el Domingo de Resurrección, ya que los demás días, como se ha señalado, son “de guardar”. ¿Por qué los mexicanos hemos convertido en festejo todos los días de la Semana Santa? La Religión Católica surgió, si así se puede considerar, por la persecución de que los que creían en Jesús, uno de los “Cristos” que surgieron en Asia Menor , llevó a cabo el Imperio Romano, cuya religión, tachada desde entonces como “pagana” , se oponía a la creencia de un solo Dios Verdadero, persecución que tuvo como resultado el asesinato de miles de creyentes. La decadencia del Impero Romano y el crecimiento de la fe católica determinaron la celebración del Concilio Ecuménico de Nicea, (actualmente Iznik), ciudad de Asia Menor en Turquía, convocado por el Emperador Constantino I, el Grande, celebrado en el año de 325 de la Era Cristiana, en el que se proclamó que Jesús era “consustancial con su padre , engendrado, no hecho” y se ubicó la fecha de su nacimiento y muerte , desde luego no totalmente exacta, y se iniciaron la conmemoración de la muerte y resurrección, dando lugar a la “Semana Santa”. Desde luego, los mexicanos nada tenemos que ver con esos hechos. Poco a poco, se ha venido creando costumbre el festejar sin límite alguno esas fechas. El fenómeno siempre me ha inquietado, desde que era pequeño, y he tratado y trato aun de encontrar una causa para la desviación de los ritos católicos hacia la degeneración y el vandalismo más puros. Encuentro como primera causa probable, el hecho de que a los mexicanos desde siempre, se nos ha tenido sujetos a un régimen de estrechez, reconocido y aconsejado en el siglo XVIII por José de Gálvez Visitador enviado por el Rey de España a inspeccionar el estado de la Colonia que, en sus “Recomendaciones para el Gobierno de la Nueva España y Provincias de Ultramar” , mencionó que desde iniciada la conquista, se dividieron las tierras en dos clases: De pan llevar y de pan comer. Las primeras se reservaron para los españoles y de su cultivo quedaban siempre ganancias y, las segundas para los “indios, mestizos y castas”, que deberían ser suficientes para que sus poseedores tuvieran exclusivamente lo necesario para su subsistencia”, ya que , decía, “si obtienen más, se vuelven pendencieros y un peligro para la corona”. Esa situación ha sido conservada hasta el día de hoy. Para nuestra desgracia, el Plan de Iguala, mediante el que se supone obtuvimos nuestra sacratísima independencia, marcó la pauta para la conservación de ese sistema, ya que una de las tres garantías, la primera, literalmente señaló que sería la igualdad entre españoles peninsulares y criollos. Ninguna mención se hizo en forma especial de los “indios, mestizos y castas” que constituían la inmensa mayoría de los habitantes. Las fiestas religiosas, únicas permitidas en la colonia, indudablemente tenían como principal objetivo el de que los oprimidos tuvieran un desahogo pasajero para su situación; que se embriagaran, se divirtieran a como diera lugar y…volvieran con más deudas, a sus labores de oprimidos después de una violenta catarsis. A la fecha, nuestros gobiernos revolucionarios o no revolucionarios, han enriquecido el sistema…Ya no sólo nos provocan catarsis en semana santa. Inventan fiestas “de guardar” y las restan de los días laborables, generando constantes “puentes”. Con excepción del 1 de enero, el 21 de marzo , el 16 de septiembre y el 25 de diciembre, las demás conmemoraciones cívicas o religiosas, se “mueven” para dar lugar a “fines de semana largos” que permitan nuestro desahogo pasajero, a costa y en perjuicio de nuestra economía, a modo de conservar el estado de esclavitud en que nos encontramos. Se otorga un alza de salarios de 3% como promedio, y los impuestos suben 6%, la canasta básica un 25%, los combustibles y energía, mes con mes suben de precio y si tomamos el alza acumulada en los últimos 70 años, nos encontraremos con que ha sido de varios miles por ciento. La gasolina, cuando era propiedad extranjera, tenía un costo de .16 centavos por litro, y sin contar con los tres ceros que chapuceramente le quitaron a nuestro peso, hoy tendría un valor de DIEZ MIL PESOS en promedio, por cada litro. Para lograr que los sufridos mexicanos sigamos aguantando, nada mejor que un fin de semana largo, como mínimo al mes , para que gastemos lo que no tenemos, empeñemos todo lo empeñable ; salgamos de paseo, nos embriaguemos para olvidar nuestra situación de parias, y tengamos una expulsión provocada de sustancias nocivas al organismo que al fin eso es la catarsis, pero…¿hasta cuándo va a durar ese sistema de embrutecimiento colectivo?

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