Joaquín Ortega Arenas.
Estamos
perplejos,
en unos cuantos días han ocurrido en este sufrido País mas sucesos escandalosos y delictivos que en
muchos pero muchos años.
El mas grave de todos, el que ha atraído la atención de todo el mundo,
¡si de todo el mundo!, es la “…desaparición…”
( eufemismo con el que se ha pretendido
“disfrazar” el asesinato artero y cobarde de aquellos ciudadanos que “estorban”
o molestan al régimen), de cuarenta y
tres estudiantes de la Escuela Normal ubicada en Ayotzinapa, Estado de Guerrero.
Desde que llegó, a la
Presidencia de la República un obscuro individuo que logró popularidad colocándose unas orejas de
burro frente a la Mesa Directiva
de la Cámara
de Diputados, (maniobra “encubierta” de Carlos Salinas de por medio), el País se
encuentra en una posición opuesta y contraria a todo lo que sea o huela a
cultura. ¡Que viva la barbarie! ¡Todos aquellos que adquieran cultura y
conciencia, son enemigos de México!,
desde los estudiantes de las escuela primarias hasta los estudiantes de
posgrados universitarios.
No podemos olvidar que una de sus primeras obras piadosas para llegar a esa meta fue la “desaparición”
de la Escuela Normal
Rural de “El Mexe” orquestada por el entonces Gobernador del Estado de
Hidalgo, cuyo nombre no quiero recordar, pero hoy es Procurador General de
Justicia de la República , y mil y más ataques con contra de la
cultura, en todos los confines de la Patria. El principio rector de
esa conducta apareció en Europa desde la Edad
Media. Los “ilustrados”, buscaban salir del obscurantismo en
que vivían y la sociedad cazurra y el clero, trataban de impedirlo. Surgió en Francia un movimiento popular en
contra de la Monarquía
que en unión del clero trataba de impedirlo, y…lo lograron, no con la Toma y Destrucción de “ la Bastilla ”, sino con la Constitución
Francesa de 1789, y la proclamación de “Los Derechos del
hombre y del ciudadano”.
Se generalizó esa idea y estallaron las revoluciones independentistas en
América del Sur, con Simón Bolívar y en México, con José María Morelos. Debemos
reconocerlo, en México, esas ideas no
han sido plenamente reconocidas y
aplicadas. Las escuelas y los
estudiantes que se forman en ellas son
aun considerados como “enemigos de la estabilidad y los regímenes totalitarios que nos gobiernan “.
Los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, no son una excepción, sino una
vanguardia de esos movimientos progresistas y
“los desaparecieron” .
Si analizamos fríamente esa “desaparición”, no es y seguramente no fue
como el Gobierno plantea. No es posible “mover” a cuarenta y tres
personas, de golpe y porrazo”, ya que es indispensable una planeación
anterior. El mayor de los Ómnibus
existente solo puede transportar 42
personas vivas, y en la zona nadie recuerda haber visto un ómnibus de
esos. La movilización en el caso de que la desaparición haya sido de cadáveres,
resultaría mucho mas difícil , por que
el traslado de cada cadáver requiere un mínimo de dos personas; Para
“cremar” cuarenta y tres cadáveres, se
requiere de una infraestructura tan
completa y compleja como la que existe, sólo una, en el Campo Militar número
Uno de la Ciudad
de México, lo que deja en el aire la declaración Ministerial de que “incineraron
los cadáveres y echaron las cenizas al río,” ¿… cual río…?” ….no nos queda
mas que dudar la existencia de todas y
cada una de las “razones y suposiciones”, (que no son otra cosa) las que
el Gobierno nos plantea y pretende
hacernos creer.
¿Qué pasó en Ayotzinapa? ¡Quien sabe!
¿ Donde están los 43 desaparecidos? ¡Quien sabe! ¿ Están vivos, están
muertos? ¡Quien sabe!
Lo que si sabemos todos, es que la situación que esas dudas han generado,
que han desembocado en protestas en catarata en México y en todo el Mundo, no
va a cesar, sino a aumentar mientras mas tiempo pase sin que se nos diga la
verdad. Las Escuelas superiores de todo el País, ¡están en paro y en pie de
lucha!
Ese
estado de cosas, es un peligro latente para nuestro progreso y estabilidad.
De
acuerdo con las estimaciones realizadas hasta el día de hoy por el Instituto
Nacional de Estadística Geografía e Informática, INEGI, quizá la única institución oficial con crédito pleno, “Sube inflación 4.30% en octubre: los precios de productos y tarifas de servicios se encarecieron 4.30
por ciento, lo que representa el segundo aumento más alto en lo que va de 2014,
sólo superado por la inflación de 4.48 por ciento registrada en enero, cuando
entraron en vigor los nuevos impuestos aprobados en la reforma fiscal. Los alimentos
y bebidas no alcohólicas, cuyo precio aumentó 6.50 por ciento en los últimos 12
meses, el transporte que subió 6.10 por ciento y los servicios de salud 4.07
por ciento. En términos anuales hubo incrementos en 11 de los 12 rubros que
analiza el INEGI para elaborar el Índice Nacional de Precios al Consumidor
(INPC), que van desde alimentos, transporte y vivienda con los servicios de
agua, electricidad y combustibles hasta educación, recreación y cultura o
restaurantes y hoteles. La principal alza fue la de los productos pecuarios, es
decir en la carne, huevo, leche y sus derivados que se encarecieron 12.62 por
ciento en términos anuales. En seguida se ubicaron los energéticos, cuyos
precios son fijados por el gobierno federal y aumentaron 7.74 por ciento,
mientras que las diferentes tarifas fijadas por los distintos niveles de
gobierno subieron 5.48 por ciento. ¡LOS SALARIOS DE HAMBRE DE MAS DE LAS TRES
CUARTAS PARTES DE LOS HABITANTES DEL PAÍS, INAMOVIBLES……!
¡ CON ESOS TRUENOS! ¿QUIEN DUERME?
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