9/04/2006

BALANCE

Joaquín Ortega Arenas. Agoniza el “sexenio del cambio” y vale la pena hacer un balance objetivo del mismo. Djalmar Shadt, artífice del resurgimiento de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial, entrevistado años después resumió el secreto en pocas palabras, “ …se reconstruyeron, primero, los ferrocarriles y las fábricas de ácidos…” En éstos seis años, acabamos con los ferrocarriles cuyo aniquilamiento después de haber resurgido de las cenizas que de ellos dejó nuestra decantada revolución, se inició en el sexenio delirante 1934-1940 al entregarlos a la “administración obrera” acabamos con las fábricas de ácidos; en el mismo sexenio delirante, se inició la real y verdadera muerte del agro mexicano. Acabamos con las unidades de producción agrícola, las haciendas y comunidades agrarias, dividiendo y “parcelando” comunidades y ejidos y toda la tierra posible de modo que, un campesino iletrado y miserable debería buscar su sustento en media hectárea que de la comunidad le tocó en el reparto, y en éste sexenio, abandonamos hasta la media hectárea para “buscar la felicidad del american way of life” ; hemos obligado a ir al norte a mas de diez millones de mexicanos en edad de producir porque aquí estaban muriendo de hambre, y a cambio de eso, el gobierno importa , con pingües ganancias para intermediarios y funcionarios, desde maíz, y fríjol , hasta miles y miles de gigantescos tractores y remolques que, han sustituido a los ferrocarriles inundando las carreteras y las calles de las ciudades con vehículos importados que funcionan con concesiones que el estado “ vende” sin recato alguno. Durante el mencionado sexenio delirante se permitió la entrada, “ con dispensa de trámites por tratarse de interés nacional”, de grandes corporaciones industriales y mercantiles que poco a poco, pero inexorablemente y con un fuerte “empujón” en este sexenio han acabado con la industria y el comercio nacionales. Los “dobleces de la tienda” que cantaba López Velarde, se han convertido en elegantes y muy caros empaques de plástico “made in USA”. Petróleos Mexicanos , día con día se entrega mas y mas con “contratos” privilegiados a empresas extranjeras; permitimos la venta de los bancos a extranjeros, y hoy todo el País está hipotecado con la deuda del FOBAPROA, con los altos costos de las operaciones mercantiles y bancarias, mirando, nomás mirando como los inefables banqueros se llevan a sus países las inmensas ganancias que obtienen en el que era nuestro, a costa de nuestra miseria y nuestra hambre. Lo peor es que el partido del cambio, como reza un slogan radiofónico, llegó para quedarse , a como de lugar, utilizando los ilícitos medios “legales” que le dejó el patriota Presidente (1988-1994) , inventados en el año de 1853 por el verdadero fundador del México Nuevo, Antonio López de Santa Ana, ( impuestos, tribunales corruptos y controlados por el ejecutivo, explotación y …) cada día perfeccionados por sus sucesores Porfirio Díaz, Victoriano Huerta, Venustiano Carranza, y a partir de 1935, todos , todos los que han ocupado el mas Alto Cargo en este sufrido País. Valdría la pena una comparación del costo de la vida de los mexicanos en 1934, y 2006. Los alimentos, el valor de la moneda, el precio de los combustibles y energéticos, las medicinas cuando todavía existían los laboratorios mexicanos, o cuando eran de propiedad extranjera y hoy que veladamente todos son de propiedad extranjera. El peso, a cincuenta centavos de dólar y hoy a ONCE MIL y PICO DE PESOS POR DOLAR; la gasolina a 0.16 centavos y hoy a SEIS MIL SETECIENTOS PESOS; un kilo de filete, 0.45 ( si cuarenta y cinco centavos) y hoy de CIENTO CUARENTA MIL PESOS EN ADELANTE; se acabaron los “cajones “, los estanquillos, la tienda de la esquina, los mercados populares, en este sexenio todo se ha vuelto “Wall Mart”, “ Home Mart” , “Sears”, “Sanborns” etc., Las medicinas son de los productos que mayor incremento ha tenido , todas fabricadas por laboratorios extranjeros que se llevan sus inmensas ganancias a otros países a costa de la salud y la miseria de los pobres enfermos, esos si, muy mexicanos. De esta Suave Patria, poco queda. El balance es negativo y el futuro incierto, muy incierto . …

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