LOS
ENCARGADOS DE LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA, CADA VEZ PEOR, ¡AUNQUE USTED ¡NO LO
CREA”.
Joaquín
Ortega Arenas,
Blog
Spot 28 de septiembre 2017.
El
Sismo ocurrido el 24 de septiembre, no sólo destruyó una parte del Centro de la
República, puso al descubierto la “ductibilidad” de la Justicia , ya tan devaluada, con el caso ocurrido a la
“Escuela Enrique Rebsamen” , y para la comprensión de este gravísimo problema,
copiamos la Historia Oficial:
“…El sismo de magnitud 7.1 ocasionó el derrumbe
del Colegio Enrique Rébsamen, ubicado al sur de la Ciudad de México, y la
muerte de 26 personas: 19 niños y 7 adultos, quienes quedaron sepultados bajo
los escombros.
Clausuras, un permiso falso, casas sobre la
escuela: las irregularidades del Colegio Rébsamen.
Se hará
un peritaje sobre el colegio Enrique Rébsamen, previo a la demolición:
Sheinbaum,
De
acuerdo con el expediente del centro educativo, compartido por la delegación
Tlalpan, la escuela estaba certificada como un inmueble en buenas condiciones.
Sin
embargo, el colapso puso al descubierto irregularidades a lo largo de la
construcción y ampliación del plantel, tanto en la tramitación de permisos,
como en la verificación sobre la seguridad:
Rancho
Tamboreo 11.
El 31 de
agosto de 1983, la Oficina de Planeación Urbana de la Delegación Tlalpan, a
través de la Sección de Licencias de Construcción, emitió el permiso de
construcción en el terreno ubicado en Rancho Tamboreo No. 11, Colonia Nueva
Oriental Coapa, de una “escuela para jardín de niños y dos departamentos en
cuatro niveles”, con el uso de suelo número 1372, y con la autorización de
Seguridad Urbana No. 6701: el Colegio Enrique Rébsamen.
En ese
momento, el entonces delegado del Departamento del Distrito Federal, Guillermo
Nieves Jenkin, y el Jefe de Oficina, José Manuel Lomas Uribe, autorizaron que
en ese predio se construyera de manera legal una escuela, y sobre ella una
casa.
De
acuerdo con la actual delegada de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, esto fue posible
porque las normas de construcción que se encontraban vigentes para ese año
permitían la regulación de usos de suelo mixtos.
En 2003,
con el oficio de folio S1000190/2003, la Secretaría de Desarrollo Urbano y
Vivienda (Seduvi) certificó al inmueble
construido en Rancho Tamboreo número 11 como un lugar en de “impartición de
educación preprimaria y primaria, y compraventa de material y equipo
educativo”.
Es decir,
avaló el uso de suelo que se estaba dando al edificio.
En 2014,
luego de un sismo de 7.2 grados, el arquitecto e ingeniero Juan Mario Velarde
Gámez, quien se presentó como Director Responsable de la Obra, hizo constar que
la edificación contaba “con los equipos y sistemas de seguridad para
situaciones de emergencia previstas en el Reglamento de Construcciones para el
D.F.”.
Pero la
estructura no aguantó un nuevo sismo y se desplomó con el temblor del pasado 19
de septiembre.
Rancho
Tamboreo 19
El 25 de
noviembre de 1983, la delegación Tlalpan autorizó, a través de la Oficina de
Planeación Urbana, con la licencia número 1226/84/14, la “construcción de
departamentos, oficinas y salón de juegos con uso exclusivo de los
departamentos en cuatro niveles”, en el predio Rancho Tamboreo 19.
El
documento fue firmado por los arquitectos Eduardo Castro González, y José
Manuel Lomas Uribe.
Para marzo
de 1984, la misma oficina autorizó en el mismo terreno una “ampliación de
construcción con local de especialidades en tres niveles”, para el
estacionamiento del edificio. El permiso fue emitido por los mismos arquitectos
que aprobaron la primer licencia, de construcción en este predio.
El 16 de
marzo de 1990, la Dirección General de Reordenación Urbana y Protección
Ecológica avaló que en ese edificio se impartiera educación secundaria, aún
cuando la normatividad vigente lo prohibía en esa zona, dado que su registro
era “anterior a la entrada en vigencia y obligatoriedad del Programa Parcial de
Desarrollo Urbano vigente”.
Fue así
como se legalizó que este inmueble comenzara a operar como el área de
secundaria del Colegio Enrique Rébsamen. El arquitecto que autorizó este
registro fue Roberto García Rocha.
En junio de 2014, al igual que ocurrió con el
inmueble ubicado en Rancho Tamboreo 11, se solicitó que los dueños de la
construcción presentaran ante las autoridades de la delegación Tlalpan la
Constancia de Seguridad Estructural, que asegurara que el sitio se encontraba
en buenas condiciones.
La escuela entregó el documento con el folio
1607/14, firmado por el ingeniero civil Francisco Arturo Pérez Rodríguez, como
corresponsable en Seguridad Estructural.
En ese documento, certificó que “cumple con lo dispuesto en el
Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal y demás normas
aplicables, en cuanto a sus condiciones de seguridad estructural”.
Asimismo, el arquitecto Juan Mario Velarde
Gámez certificó que el edificio, que operaba como secundaria, pasó las pruebas
de carga y no presentaba “agrietamientos, descascaramiento o deflexión de tan
magnitud y extinción que sea obviamente excesiva e incompatible con los
requisitos de seguridad”.
El arquitecto Juan Apolinar Torales Iniesta
emitió un documento, como Director Responsable de Obra, en el que aseguró que
“el inmueble ubicado en Rancho Tamboreo 19, con uso de suelo permitido para
escuela, cumple con lo dispuesto en el Reglamento de Construcciones para el
Distrito Federal”.
Incluso, agregó, contaba con “funcionamiento,
instalaciones, equipos y sistemas de seguridad que se requieren para
situaciones de emergencia”.
Deslinde de responsabilidades
Este martes 26 de septiembre, Claudia Sheinbaum
, Delegada en Tlalpan, ofreció una conferencia de prensa en la que aclaró que,
aunque el Colegio Enrique Rébsamen se encuentra ubicado dentro de la delegación
Tlalpan, de la cual es titular, su administración no es responsable de las
irregularidades que pudiera presentar el inmueble, siendo esto competencia del
Instituto de Verificación Administrativa del D.F. (Invea).
En lo que corresponde a la documentación legal
del inmueble, indicó, éste no presentaba ninguna irregularidad; sin embargo,
dijo, ante la gravedad de lo sucedido con el derrumbe del Colegio Enrique
Rébsamen, se pidió al Colegio de Ingenieros Civiles de México que realice una
revisión.
Hasta entonces, informó, el edificio no será
demolido.
La versión del Invea
El titular del Invea, Meyer Klip, declaró que la
dependencia no tiene facultades de realizar revisiones ni suspender obras, a
menos que reciban una denuncia ciudadana sobre el uso irregular de algún
inmueble.
Fue hasta 2016 cuando fueron alertados de la
construcción de un jardín en la parte superior del inmueble, ubicado en Rancho
Tamboreo 19, y entonces, dijo, indagaron las irregularidades del colegio.
De acuerdo con Meyer Klip, los representantes
de la escuela presentaron un certificado de derechos adquiridos de 1993, para
poder operar como centro educativo; sin embargo, presumen las autoridades, este
documento podría ser falso, por lo que el Invea interpuso una denuncia penal en
febrero de este año.
Al Invea, insistió, sólo le corresponde
supervisar que los establecimientos cumplan con la normatividad en materia de
usos de suelo, por lo que, según Klip, la responsable de determinar si el
inmueble cumplía o no con la legislación en materia de construcciones es la
delegación Tlalpan.
Luego de que se recibió la denuncia por la
construcción del jardín, el Invea acudió a revisar el inmueble y determinó que
el tipo de construcción era inadecuada, por lo que “invitó” al colegio a dejar
de operar como centro educativo, o a regularizarse.
Los dueños del Colegio Enrique Rébsamen, en
lugar de acatar la recomendación del Invea, impugnaron la decisión e iniciaron
un juicio, que actualmente se encuentra en curso en el Tribunal de lo
Contencioso, para poder seguir laborando. Esa es la razón por la cual, asegura
Meyer Klip, el Invea no clausuró la escuela.
Sin embargo, Yasmín Esquivel Mossa, presidenta
del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA), desmiente lo dicho por
Klip. En entrevista con Reforma, asegura que el Tribunal le dio la razón al
INVEA para que procediera contra la escuela, pues el certificado de uso de
suelo era apócrifo.
“Al advertir el Tribunal esto, nosotros en la
sentencia que se advirtió el 31 de mayo de 2017 se reconoce la validez de los
actos del Invea, la legalidad de los actos del Invea, y la sentencia es en
contra del Colegio”, señala Esquivel a Reforma.
El INVEA fue notificado, por lo que desde mayo
podía proceder contra el Colegio.
Meyer Klip señaló que el colegio había sido
clausurado en dos ocasiones, en 2010 y 2014, por uso irregular de suelo; sin
embargo, debido a que en la Ciudad de México las escuelas están consideradas
como giros de “bajo impacto”, sólo correspondía al Invea prevenir a los
encargados de regularizar las situaciones por las que habían sido sancionados,
para seguir operando.
El
derrumbe del Colegio “Enrique Rebsamen”, propiedad de Mónica García Rivera, que,
inició la construcción del inmueble sin contar con licencia alguna.
La
Delegada de Tlalpan, Sra. Claudia Sheinbaum, ordenó la suspensión de la obra.
La propietaria del
inmueble, recurrió al Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito
Federal que, REVOCÓ LA ORDEN DE SUSPENSIÓN, Y SE CONTINUÓ LA OBRA.
Califica Estimado
lector, el comportamiento de ALGUNOS
IMPARTIDORES DE JUSTICIA y decide qué opinas.
1 comentario:
Merkur Merkur Adjustable Safety Razor with Leather Case
Merkur adjustable safety razor with leather worrione case - Adjustable 메리트 카지노 쿠폰 grip bar, German febcasino in chrome - Chrome - 4-6-7 with black handle for best results. The Merkur 34C Double Edge
Publicar un comentario