9/14/2016

UNA HISTORIA QUE PARECE CUENTO, ¡PERO NO LO ES!


Joaquín Ortega Arenas

Hay en la historia de la Revolución Cubana una serie de hechos y circunstancias, ocurridas en México, fundamentales para el Triunfo del Comandante Castro, desconocidas hasta hoy de las que fui parte y testigo involuntario, que creo oportuno relatar, sobre todo, por el olvido, tal vez derivado de la ignorancia que de las mismas existe, en detrimento del valor que para el Triunfo de la Revolución tuvieron, aprovechando que, ocurridas hace 59 años, ya carecen de efectos judiciales.
El Comandante Castro, un año menor que quien esto escribe, el “Che Guevara y Camilo Cienfuegos, llegaron a México y mi hermano mayor, Juan, les consiguió alojamiento y trabajo en la Línea de Camiones México. Coyoacán, de la que era Director un señor de Apellido Ciurliza.
 En México, “Don Cándido”, nunca supe su apellido, representaba a un grupo de cubanos exiliados que “financiaron” al Comandante Castro, para la preparación de su “invasión a la Cuba ocupada por el sargento-dictador apoyado por capitales norteamericanos que habían transformado la isla en una enorme casa de diversiones, Fulgencio Batista,.
Ignoro como, trabaron amistad con uno de mis mejores amigos, desde la infancia, Julio Cesar Gómez Gutiérrez, ( Pilín ), emprendedor y aventurero que pensó y puso en práctica un plan que consistía en adquirir dos aviones en los “surplus” (lugares en que se vendían desechos de guerra norteamericanos) para llevar armas a la Sierra Maestra.
 Don Cándido entregó a “Pilin” un cheque del Banco Español- Mexicano por Cincuenta mil pesos que acudimos a cobrar a las diez de la mañana del día siguiente, y al salir, Don Cándido fue secuestrado por  Cristóbal Martínez,  y llevado a Cuba. Los periódicos   dieron la noticia mencionando a dos desconocidos que acompañaron a don Cándido, “…a los que la Policía ya tiene ubicados…” No salí de mi hogar hasta que el secuestro fue aclarado.
 El Presidente de México era Don Adolfo Ruiz Cortínez,    a quien recurrimos . El presidente envió una nota a Cuba exigiendo la devolución de Don Cándido y el Gobierno cubano lo devolvió a México. Cristóbal Martínez fue detenido y encarcelado. Este suceso tuvo gran difusión en México.
El Comandante Castro ya estaba en la Sierra Maestra,  y con los Cincuenta mil pesos, “Pilín” adquirió dos aviones, un B-26 y un PB-2. , que recogieron Camilo Cienfuegos y un excelente piloto, Pedro Luis Díaz Lanz,  aventurero y vividor, con los que empezaron a llevar armas a la Sierra Maestra,  que cargaban en Apatzingan, Mich.,   aterrizaban en Ixtepec,  Oaxaca,  a proveerse de gasolina para la ida y vuelta, y las dejaban caer en la Sierra Maestra.
Pedro Luis Díaz Lanz. Hacía negocio entre vuelo y vuelo y realizaba en el Aeropuerto de Ixtepec , vuelos turísticos de media hora que cobraba a cincuenta pesos por pasajero. En una ocasión se le ocurrió ir a Acapulco y, aterrizó sin avisar a la Torre de Control, por lo que lo detuvieron las autoridades. A petición de don Cándido, me traslade a Acapulco a rescatar al avión y al piloto.  Cuando recibió el avión, dirigió el aparato hacia la terminal aérea y ya punto de llegar, se elevó lo que causó tremendo susto a quienes estaban en el Aeropuerto.
En uno de sus vuelos a Ixtepec, sobre cargó el aparato de “turistas” y no pudo elevarse, aunque con gran pericia, estrelló el aparato, sin que, afortunadamente hubiera lesionados. No volvimos a saber nada de Pedro Luis Díaz Lanz y los restos del PB,2, permanecieron abandonados por muchos años en el lugar del desastre.
Julio César Gómez Gutiérrez, Pilín, fue asesinado en la carretera de Veracruz, cuando en compañía de su esposa y sus tres hijas, un camión sin placas lo sacó del camino y lo arrojó al precipicio.
Al triunfo de la Revolución fuimos invitados a visitar Cuba.  No pue ir porque andaba por Europa.
La veracidad de este relato, en todo caso puede confirmarla el Comandante Castro.


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