4/03/2016

EL MINISTERIO AUTÓNOMO DE LA INFORMACIÓN.


Joaquín Ortega Arenas,


El distinguido periodista Don Julio Hernández López, (Astillero), nos ha llamado la atención sobre la existencia de un verdadero, ilegal desde luego, Ministerio Autónomo  de la Información, al escribir en el Periódico La jornada,
“….Faltaban 52 minutos para que terminara el miércoles, cuando el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, anunció a través de su cuenta en Twitter que por condiciones climatológicas, mañana se suspenden clases en la #CDMX en prescolar, primaria, secundaria (públicas y privadas). Una media hora antes, el Ministerio de la Información, mejor conocido como Televisa, había hecho saber la misma postura oficial, pero no fue hasta las 23:08 cuando Nuño le dio formalidad a través de Internet….”
Es palmario  que sin que exista orgánicamente en la Administración Pública,  podemos considerar que el “Ministerio Autónomo  de la Información” del Gobierno Federal,  lo es TELEVISA, dado que se define a sí misma como:
“Una compañía mexicana de medios de comunicación, uno de los principales participantes en el negocio de entretenimiento a nivel mundial. Esta empresa está involucrada en la producción y transmisión de programas de televisión, señales televisivas de recepción libre y de pago —por cable y satelital—, distribución internacional de programas de políticos, televisión, publicación y distribución de revistas, producción y transmisión de programas de radio, espectáculos deportivos y entretenimiento en vivo, producción y distribución de películas, operación de un portal de Internet y participa en la industria de juegos y sorteos.
México encabeza la lista de mayor concentración de medios de comunicación a nivel mundial y ocupa el tercer lugar entre los países de la OCDE que más caros ofrecen sus servicios. En este marco, el mercado de telecomunicaciones en México está dominado por el Gru­po Televisa y el Grupo Carso, de Carlos Slim. Televisa es también dueño del Club América.
Y viene la historia completa: Emilio Azcarraga Vidaurreta, creador de Televisa, el 19 de marzo de 1930 estableció su primera estación de radio XET-AM con sede en Monterrey, México. El 18 de septiembre de ese mismo año, creó en la Ciudad de México la XEW-AM junto con la RCA (México Music Corporation), siendo esta última la accionista mayoritaria. La estación, en aquel momento, formaba parte de la División National Broadcasting Company de dicha compañía. Al principio transmitía desde los altos del cine "Olimpia" en la calle de Independencia, trasladándose posteriormente a la calle de Ayuntamiento N° 52 que estaba en el centro de la ciudad.
En 1941 consiguió establecer su primera cadena de emisoras, comprando más tarde cadenas existentes como la Cadena Azul. Con la fundación de los Estudios Churubusco, introdujo en, en aquellos años, la floreciente industria cinematográfica, empresa que no abandonó sino que continuó pero ahora a través de cadena de exhibición de películas por toda la República Mexicana.
En 1951, funda su primer canal de televisión, negocio que lo haría famoso posteriormente.
Con el Canal 2 XEW-TV abre un nuevo sector de actividad a lo que era ya un imperio de medios completo, asociándose posteriormente con Rómulo O'Farrill Silva, quien previamente ya contaba con la primera estación de televisión en México, el Canal 4 XHTV (fundada el 31 de agosto de 1950) y con Guillermo González Camarena, quien operaba el Canal 5 XHGC.
De estas dos alianzas surge Telesistema Mexicano. Azcárraga asume como  primer presidente de dicha cadena en 1955. Para 1969 el conglomerado ya estaba compuesto por 92 unidades de negocios diferentes.
Fallece en 1972, poco tiempo antes que su mayor competidor: Eugenio Garza Sada (líder del Grupo Monterrey y dueño de Televisión Independiente de México), dejando sus empresas en manos de su hijo Emilio Azcárraga Milmo, quien impulsó su transformación.
 Un año después de su muerte, y precipitado por el asesinato de Garza Sada a manos de la guerrilla producto del movimiento comunista que asoló aquellas épocas, ambas empresas (Telesistema Mexicano y Televisión Independiente de México) deciden fusionarse en 8 de enero de 1973 dando lugar a Televisión Vía Satélite, hoy Televisa. Muchos opinaron en aquella época que la operación más bien fue una compra forzada, dado el poco o nulo interés de los sucesores de Garza Sada en estar involucrados en la televisión muerto el fundador.
Emilio se casó con Laura Milmo Hickman (hija de José Patricio Daniel Milmo Vidaurri, a su vez hijo del irlandés Patrick Milmo O'Dowd, banquero nuevo leonés y el accionista de la Casa Milmo y mayoritario del Milmo National Bank en Laredo, y yerno del gobernador de Nuevo León, Santiago Vidaurri). Tuvieron tres hijos: Emilio, Laura y Carmela. Tiempo atrás, en 1899, la compañía "Patricio Milmo e Hijos" fue creada para operar como un banco y para invertir en actividades tales como ferrocarriles y minas.
Al fallecimieto de Emilio  Azcarraga Milmo, se generó un litigio;  la sucesión testamentaria de 16 por ciento de las acciones de Televisa de Emilio “El Tigre” Azcárraga, a favor de su viuda, Paula Cusi. El litigio por ese paquete accionario comenzó con un juicio civil, en 2007, entre la señora Cusi y la parte que reclamaba para sí las acciones de Azcárraga, entre los que se encontraban sus hijos Emilio, Carla, Ariana y Alejandra, el vicepresidente ejecutivo de Televisa, Alfonso de Angoitia, sus albaceas, Grupo Televicentro –que era el grupo tenedor de las acciones de Televisa–, y su afiliada Grupo Alameda.
 El litigio se convirtió en una batalla que llevó a la cárcel a la señora Cusi el 23 de abril de 2011, acusada por el delito de falsedad ante las autoridades. Aunque quedó libre por falta de elementos –no pudieron probarle nada de ello durante el tiempo de ley–, haber pasado varios días en la prisión de Santa Martha Acatitla de la Ciudad de México la llevó a aceptar un acuerdo con Azcárraga Jean, actual presidente de Televisa, quien era la principal voz de la parte acusatoria.
No parecían estar dispuestos los hijos de “El Tigre” a que el testamento se dividiera en seis partes iguales y que una fracción de la empresa quedara en manos ajenas a la sangre Azcárraga y  negociaron con los demandantes la transferencia de las acciones por su libertad y 50 mil pesos, adicionalmente a una contraprestación por seis millones de dólares (65 millones de pesos al tipo de cambio del momento) que le sería entregados a la viuda.
 El documento se firmó el 28 de abril de 2011, donde la señora Cusi cedió “todos y cada uno de sus derechos” de la sucesión de “El Tigre” a Emilio Azcárraga Jean.  y le informaron  del finiquito de los 50 mil pesos, pero nada más.
 Todo se habría quedado ahí, hasta que de manera fortuita, meses después de haber recuperado su libertad, la señora Cusi se enteró, por voz de representantes de Televisa,  que Azcárraga Jean había autorizado que se le diera la contraprestación de seis millones de dólares. La inesperada revelación llevó a la señora Cusi a buscar otros representantes legales. Lo primero que hicieron fue cancelar los poderes plenos que tenía otorgados y luego procedieron a demandar a su antiguo representante. La denuncia se presentó el 26 de marzo de 2012 en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde afirmó el nuevo quem  “se apoderaron y dispusieron en su beneficio” los seis millones de dólares pagados por Televisa, “obteniendo un lucro indebido y generado un detrimento patrimonial” a la señora Cusi. Esta historia que relatamos tiene como intención única, la de probar que “Televisa” es un monopolio disfrazado prohibido por el Artículo 28 Constitucional,  y por lo tanto ilícito,
 Raúl Trejo Delarbre,  relata que:

 “…En México hay algo más de 112 millones de habitantes, que viven en más de 28 millones de hogares. En casi todos esos hogares —en el 92,6 por ciento— hay al menos un televisor. El hecho de que haya muchos más hogares con televisores que radiorreceptores confirma la hegemonía de una cultura audiovisual que, al depender de dos grandes cadenas de televisión, ha sido marcadamente centralizada.
En los hogares de 93 de cada 100 de ellos hay televisor. Para la mayoría de los mexicanos, la televisión es el instrumento fundamental, y en ocasiones único, con el cual se informan y divierten. La televisión ocupa el sitio, sin reemplazarlas verdaderamente porque sería imposible, que dejan abundantes carencias en materia de acceso a la cultura.
 Dos consorcios controlan la televisión; la mayor parte de la población depende de la televisión abierta. En México hay 863 canales de televisión. Televisa maneja 321 de ellos y Televisión Azteca, 211. Es decir, entre ambas empresas controlan el 62 por ciento de las frecuencias en todo el país. Televisa tiene tres cadenas nacionales y Azteca, dos. Esas cinco, son las únicas cadenas nacionales de televisión que hay en México. Televisa nació en 1955 (inicialmente se llamaba Telesistema Mexicano), desde entonces era propiedad de la familia Azcárraga y ejercía el monopolio de la televisión mexicana. Durante la primera década del siglo XXI, el Gobierno mexicano no expidió nuevas licencias para canales de televisión. A pesar de que hay frecuencias disponibles para dos o tres nuevas cadenas nacionales, el Gobierno se ha rehusado a licitar esas frecuencias a fin de que no haya competencia capaz de mermar el predominio de Televisa y Azteca. Ambas televisoras, aunque rivalizan por la audiencia, suelen actuar unificadas para impedir la apertura del mercado de la televisión en México.
 En diciembre de 2002 las instalaciones en donde se encontraba la antena transmisora del Canal 40, al norte de la ciudad de México, fueron asaltadas por un grupo de pistoleros enviados por Televisión Azteca que, de esa manera, quería cobrarse un adeudo financiero. El Gobierno de Vicente Fox no impidió ni sancionó ese despojo de las instalaciones de una televisora independiente. Tres años más tarde la empresa de Salinas Pliego se apoderó del Canal 40. El propietario originario de ese canal, Javier Moreno Valle, tuvo que abandonar el país debido a una acusación por delitos fiscales pero mantuvo un litigio judicial —que proseguía todavía en 2011— por la propiedad de esa televisora. Fox fue el primer presidente en ocho décadas que no formaba parte del Partido Revolucionario Institucional. Durante todo el siglo XX se había consolidado una relación de connivencias entre los consorcios que manejan los medios de comunicación y el poder político.
La adjudicación y ratificación de las licencias para transmitir por radio y televisión es facultad del Gobierno, que utiliza esa prerrogativa para exigirles fidelidad política a las empresas de comunicación.

¿Existe alguna duda de que “la Televisión Mexicana” es nuestro verdadero “Ministerio Autónomo de la Información” si como señalamos, la adjudicación y ratificación de las licencias para transmitir por radio y televisión es facultad del Gobierno, que utiliza esa prerrogativa para exigirles fidelidad política a las empresas de comunicación?

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