8/09/2006

Nuestro Sistema Político

POLÍTICA. En el principio todo era el caos. Popol vuh ¡Lo logramos! En setenta y un años de políticas equivocadas, los mexicanos hemos vuelto al caos en todos los órdenes: económico, jurídico, político y social. El panorama político en este fin del sexenio del “cambio”, no puede ser más desolador y triste. Las “reformas“ constitucionales adoptadas a partir del sexenio delirante, 1934-1940, han ido desarticulando por completo el dizque sistema democrático del que alguna vez presumimos los mexicanos. De democrático no queda nada al sistema actual. En 1935, indudablemente con miras futuristas, se modificó la Constitución y se aniquiló al Poder Judicial de la Federación. Se inventó el corporativismo para todo y sólo el 7 de julio de 1940, las elecciones presidenciales se decidieron a balazos. Vinieron los cochupos “pacíficos” , guerra sucia , las caídas del sistema , el asesinato nunca aclarado del candidato oficial y el “constituyente permanente” que ha eliminado de hecho, al Poder Legislativo en la creación de las leyes, ya que con una interpretación directa del artículo 92 constitucional, realizada por la Suprema Corte de Justicia se ha permitido que simples “normas administrativas” dictadas por secretarios de estado, se conviertan el “leyes autoaplicativas” ( caso específico, el despojo de sus concesiones a los gasolineras, para entregarlas a Exxon, Chevron, Shell Oil; los Contratos de Servicios Múltiples para explotación de gas natural otorgados a extranjeros por Petróleos Mexicanos, etc. etc.), en contra de las que no proceden los recursos administrativos, sino el juicio de amparo que,…no lo vas a creer, querido lector, debe resolver la suprema corte y los ignorantes jueces de distrito rechazan, por notoriamente improcedente, . Claro, de por medio se ha tenido que agradecer a diputados, senadores y ministros de la suprema corte, su comprensión y apoyo y, además de sus ya elevadísimas “dietas”, les han asignado riegos, comisiones, viáticos, embutes y regalías sin límite. Se inventaron los diputados y senadores “plurinominales”, que no son democráticamente electos por el pueblo, sino por los “partidos políticos reconocidos por el Gobierno”, una variación cibernética al antiguo sistema callista del “carro completo”. Los dizque representantes populares, democráticamente electos, o “plurinominales”, concurren al Congreso de la Unión en “manada” partidista” y carecen de voz y voto en la asamblea, ya que están obligados a votar “por bancada”, El concepto del Estado ha variado sustancialmente. Felipe Calderón, hoy candidato del Partido ( de ) Acción nacional a la Presidencia de la República, señalo desde la más alta Tribuna de la Patria ( televisión de costa a costa ) con motivo de la separación de su partido y el teatral Partido Verde Ecologista, que éstos últimos se habían desligado del Partido ya en el Poder, porque “…no les dieron nada del botín…” . Sincera y valerosa definición de las ambiciones políticas en boga. Tal vez esa definición influyó para su designación como candidato presidencial. El otrora poderosísimo P.R.I., en franca debacle, designó como su Presidente a Roberto Madrazo, quien con toda inocencia, se hizo acompañar en la planilla respectiva de la maestra Elba Esther Gordillo. Poco duró el romance. Unos cuantos meses después se acabó lo que nunca debió empezar. Designó como sus precandidatos a la Presidencia, “finalistas” a Arturo Montiel Rojas, exgobernador del Estado de México el cual muy pronto fue literalmente encuerado y puestas a la luz una tremenda cantidad de trapacerías, que lo dejaron fuera de la contienda y únicamente porque México es el nuevo México que conocemos, no está en la cárcel. El candidato natural, Roberto Madrazo, se ha encargado, a pulso, de descalificarse plenamente. Tanto el candidato de PAN, como el del PRI, ignoran aquella máxima inventada por el genial Nicolás Maquiavelo que desde hace quinientos años rige la política, “…nunca des presencia a tus enemigos…” y en una injusta y terrible campaña “de poca”, iniciada por nuestro ingenuo Señor Presidente en contra del hoy tercero de los candidatos, Andrés Manuel López Obrador, (el propio hoy candidato la denominó “el complot”), han logrado lo que, en otras condiciones, parecería imposible: colocarlo a la cabeza, por muchos, pero muchos cuerpos, de la carrera presidencial. Con la mira en el botín, el País es actualmente víctima de la más despiadada corrupción que haya padecido jamás en su historia, y puntea en ese aspecto, increíble pero cierto, EL PODER JUDICIAL FEDERAL, con el inefable nieto del gran Mariano Azuela González al frente, y en él se centran todos los ojos. Marioneta del poder hace ya muchos años, su ilícito Tribunal Federal Electoral será el factotum de lo que pase, antes del nunca deseado estallido social que nos amenaza. ( 1810, 1910, ¿2010? ) Esperemos el final de esta tragedia que ocurrirá el dos de julio del presente año y ¡Que el Señor nos agarre confesados!

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